Francia se prepara para una intervención larga e incierta en Mali

Francia se prepara para una intervención larga e incierta en Mali

La repentina intervención armada de Francia en Mali para impedir que islamistas vinculados con Al Qaeda capturaran la capital ha desembocado, en apenas cinco días, en una promesa por parte de París de mantener las tropas en su antigua colonia del oeste de África hasta que el país vuelva a tener un Gobierno estable.

Exactamente cuánto tiempo llevará la misión es difícil de decir. Pero es probable que la ultima guerra en África suponga una larga permanencia para Francia y que su estrategia de salida dependa principalmente de unos aliados que todavía tienen que demostrar que están preparados para el combate.

“Deberíamos hacernos a la idea de que nos estamos embarcando en una misión importante junto con fuerzas malienses y africanas para largo”, dijo en la noche del martes el ministro de Defensa, Jean-Yves Le Drian.

El resultado podría determinar el papel de Francia en África durante décadas. En el mejor de los casos, es una oportunidad para rescatar un país desetabilizado por el flujo de armas de la guerra en la vecina Libia en el 2011, que el ex presidente francés Nicolas Sarkozy ayudó a promocionar.

En el peor, podría conllevar acusaciones de neocolonialismo en un continente que Francia quiere como socio comercial para impulsar su debilitada economía.

Cuando comenzaron los ataques aéreos franceses contra los rebeldes la semana pasada y empezaron a llegar los refuerzos para las tropas de tierra, el Gobierno de Francia enfatizó que quería traspasar el mando rápidamente a Mali. Pero el martes, el presidente François Hollande anunció que se quedarán el tiempo suficiente para eliminar a los insurgentes y asegurar la estabilidad del país africano.

Esto sugiere que Francia ve la operación en tres fases: una operación militar de varias semanas dirigida principalmente desde el aire para causar grandes daños al enemigo en sus bastiones del norte del país; un apoyo discreto pero decisivo a la misión africana para una difícil guerra en el terreno que recupere las principales localidades del norte; y finalmente, una misión de estabilización sin fecha que proteja a sus 6.000 ciudadanos que viven en Mali y asegure que el caos no vuelva.

Esto en caso de que todo saliera bien. Pero en cada fase, Hollande, que se ha embarcado en su primera guerra desde que llegó al poder en mayo del año pasado, se encontrará con factores desconocidos que podrían estropear el programa.

“Algunos Asuntos”

Francia ha comenzado utilizando tropas de elite y material militar de primera clase como los cazas Rafale y los Mirage que bloquearon rápidamente el avance de los rebeldes hacia el sur y destruyeron desde el aire muchas de sus bases de operaciones y almacenes de combustibles y municiones en el norte.

París utiliza los datos que proporcionan sus aviones no tripulados Harfang y 800 soldados desplegados, algunos de ellos de misiones en Chad y Costa de Marfil. La llegada de otras tropas, entre las cuales estarán habrá veteranos de la guerra en Afganistán, llevará el total a 2.500 efectivos.

Con todo, Francia insiste en que el mando de la operación se traspasará a la misión prometida por la organización de estados del oeste de África ECOWAS y a las fuerzas malienses, que la Unión Europea (UE) se ha comprometido entrenar.

Sin embargo, ni ECOWAS ni la UE son especialmente conocidas por sus rápidas decisiones o por aplicarlas rápidamente sobre el terreno.

“Hay algunas cuestiones de transporte y logística que tenemos que arreglar”, dijo un portavoz del Ministerio francés de Asuntos Exteriores, admitiendo el hecho de que muchos países africanos simplemente no tienen capacidad de transporte aéreo para llevar a sus soldados a la zona de guerra.

La ayuda de sus socios en la OTAN, como Estados Unidos, Alemania, Bélgica, Canadá y Dinamarca supondría que las primeras tropas africanas empezarían a llegar a Mali en los próximos días, y que el contingente de 3.000 militares de ECOWAS podría estar preparado en las próximas semanas.

Pero llevará semanas que la misión de entrenamiento de la UE tenga resultados visibles, incluso si los estados miembros acuerdan en la reunión del jueves acelerar el despliegue de su personal militar.

“En el mejor de los casos, tendríamos una decisión para lanzar la misión hacia mediados de febrero”, contó un diplomático comunitario, que añadió que esta fecha se refiere a la llegada de los formadores más que al comienzo de su actividad.

¿Un complicado final?

Asumiendo que Francia consiguiera entregar el liderazgo formal a tropas africanas relativamente pronto, el contingente podría tener dificultades en una zona desértica muy distinta del terreno tropical que conoce mejor.

“Todo esto es un lío. No tenemos ningunas tropas con experiencia en esas condiciones extremas, ni siquiera de cómo impedir que toda esa arena estropee nuestros equipos”, dijo un importante asesor de Gobierno en Nigeria, que ha prometido 900 soldados.

“Nos enfrentamos a personas endurecidas por la batalla que viven en esas dunas”, agregó.

Fortalecidos por las armas libias de los depósitos de Muammar Gaddafi después del descontrol que hundió al país durante la operación aérea de la OTAN que ayudó a derrocarlo, los insurgente islamistas aún controlaban el miércoles las localidades de Konna y Diabaly, que capturaron la semana pasada.

El derribo de un helicóptero francés el primer día de los ataques de Francia puso de manifiesto que disponen de sistemas de defensa aérea portátiles MANPAD que pueden derribar aeronaves que vuelen bajo.

Aunque la potencia aérea francesa dará a sus aliados una enorme ventaja sobre su enemigo, que se desplaza sobre todo en furgonetas, eso no sustituirá la guerra sobre el terreno que al final siempre es necesaria.

El experto británico en el Sahara Jeremy Keenan sugirió que un escenario podría ser que tropas francesas se empotren y guíen discretamente a unidades africanas para intentar retomar las ciudades del norte, como Gao, Tombuctú y Kidal.

“Antes o después tienes que poner tropas sobre el terreno para limpiar el desorden; y el desorden podría ser muy confuso”, dijo. “En la práctica, Francia dirigirá la operación militar”, agregó Keenan.

Reuters

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