Unidad: Lo que hizo el Ministro de Agricultura con las manos, Maduro lo desbarató con los pies

Los integrantes de la Comisión Agroalimentaria de la Unidad, Adonay Ochoa (AD), Juan Miguel Vegas (PJ), Fernando Camino (UNT) y Aníbal Franquiz (ABP)   rechazaron  enérgicamente la invitación que hizo Maduro a agricultores argentinos a ocupar tierras venezolanas  de los Valles de Aragua que habían sido expropiadas a sus propietarios, pues aseguraron que en el país existen campesinos, agricultores, ganaderos, pescadores y agroindustriales tan capaces y preparados como los extranjeros.

 





“El episodio de diálogo que mostró el Ministro de Agricultura al reunirse con Fedeagro lo destruyó Maduro con los pies. Su régimen está dando continuidad al proceso de destrucción del sector productor de alimentos que iniciaron Jaua y Loyo. Queremos decirle a Nicolás que en nuestro país no estamos produciendo lo suficiente y estamos importando el 70% de nuestro consumo de alimentos como consecuencia de la falta de políticas acertadas hacia el sector,  y al acoso que padecemos los productores de alimentos por parte del Estado Venezolano”, manifestaron.

 

Indicaron  que la seguridad jurídica que el régimen le ofrece a los productores extranjeros, es negada  a los productores venezolanos. “En los acuerdos comerciales firmados con el Alba, el Sucre y Mercosur, entre otros, se le garantiza la compra de los alimentos a precios rentables a los productores de los países beneficiarios de estos acuerdos, mientras a nuestros productores se les obliga a producir por debajo de los costos de producción, se les niega mediante el control de cambio, el uso de la tecnología de punta, así como el uso racional de los fertizantes, agroquímicos maquinarias, implementos y repuestos”.

 

Los representantes de la Unidad recordaron que se han intervenido por parte del gobierno, más de 4 millones de hectáreas, las cuales se mantienen improductivas, a pesar que dentro de estas está  75% de las tierras con mayor capacidad productiva,  y se está destruyendo al sector pesquero con la aplicación de la Ley de Pesca y Acuicultura.

 

“Este régimen lleva prosperidad económica, mediante la compra de alimentos, a países como Argentina, Nicaragua, Ecuador y Uruguay, mientras que el desempleo y la ocupación informal, representan el 70% de la población productiva rural y cada año se pierden cerca de 65 mil empleos de calidad”, denunciaron.

 

“Maduro suscribió un memorando de entendimiento con Argentina, en materia alimentaria, en el cual se prevé la habilitación de plantas agroindustriales, frigoríficos y almacenadoras para despachar alimentos desde ese país hacia Venezuela. Mientras que el sector agroindustrial venezolano, sufre el acoso gubernamental, materializado en la negativa de entrega de divisas para la importación de la materia prima, los apagones y la regulación de precios por debajo de los costos de producción”, sentenciaron.

 

Asimismo, puntualizaron que 99% de las agroindustrias expropiadas en nuestro país están quebradas o produciendo mucho menos de lo que producían cuando fueron expropiadas. “Como ejemplo podemos señalar dos casos emblemáticos: El gobierno expropio 10 centrales azucareros de los 16 existentes en el país. En esta zafra los 8 centrales privados han procesado el 80% de la caña y Lácteos Los Andes  que, según sus trabajadores, está produciendo un 30% menos y en proceso de quiebra, a pesar de lo dicho por el gobierno en 2010 que su producción había aumentado en un 1.600%. Lógicamente que la inactividad de estas empresas está contribuyendo con la escasez de alimentos y con el aumento de las importaciones”.

 

Por todo esto, los integrantes de la comisión agroalimentaria de la Unidad consideraron que Maduro está sembrando el petróleo venezolano en otras naciones, y esto ha traído como consecuencia, el deterioro de la calidad de vida de la inmensa mayoría de los venezolanos, que  ahora padecen de unos niveles de escasez que en este mes de abril llego al 21%. Además del aumento desmedido de los alimentos con un acumulado de 16,2% de inflación en los primeros cuatro meses de este año que está haciendo prohibitivo el consumo de los comestibles esenciales para el normal desarrollo de la población.