¿Por qué hay que hacer tantas colas en Venezuela?

¿Por qué hay que hacer tantas colas en Venezuela?

350 metros. Así de larga era la fila principal para entrar el sábado al supermercado Red Abasto Bicentenario, en la urbanización Terrazas del Ávila, en Caracas.

A esa hilera se añadían una de carros, el doble de larga, y otra para personas de la tercera edad bastante más corta.





Una vez adentro, el interesado debía hacer una fila para tomar el carrito de compras, otra de 150 metros para pagar y una más para que le aprobaran el recibo y pudiese salir.

“Salimos de la casa a las 4 de la mañana y de acá saldremos por ahí a las 12 del mediodía”, le dijo a BBC Mundo Amanda, una ama de casa que frecuenta este supermercado todos los sábados después de cruzar la ciudad desde su casa.

Hasta que fue expropiado por el fallecido expresidente Hugo Chávez en 2010, el Bicentenario era una sucursal de la red de supermercados Éxito, una de las empresas privadas más grandes de Colombia.

Desde entonces se ha convertido en uno de aquellos lugares controlados por el Estado donde el caraqueño tiene mayor oportunidad de encontrar los productos que escasean, como el aceite, la leche o la harina de maíz.

Aunque se veían antes, en los últimos años las filas se han vuelto parte de la rutina de los venezolanos, no sólo en supermercados, sino en el banco, en la farmacia e incluso en la cafetería. “Tome un turno y siéntese” es lo que recomiendan buena parte de los establecimientos.

La paciencia, así como las maniobras para hacer menos cola, se volvieron atributos muy valorados en este país.

Y vender turnos privilegiados es un negocio tan común como vender café al pie de las filas.

Leer reportaje completo en BBC Mundo