Con el sistema “cazahuellas” solo podrán comprar en Makro personas afiliadas

Con el sistema “cazahuellas” solo podrán comprar en Makro personas afiliadas

Foto Panorama
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Suspendidos, hasta nuevo aviso, quedaron los pases de cortesía que entregaba la hipercadena de supermercados Makro, así como también se detuvo la emisión de nuevos carnets de afiliación para nuevos clientes, reseña Panorama.

La medida se tomó atendiendo al llamado del Ejecutivo regional, en aras de detener el flagelo de la extracción de alimentos y se empezó a aplicar desde ayer en las cuatro tiendas de esta cadena ubicadas en el Zulia: Makro Sur (San Francisco), Makro Maracaibo (La Limpia), Makro norte (Av. Guajira) y Makro Cabimas (Costa Oriental del Lago).

El procedimiento se efectuó como operativo piloto en la tienda del municipio San Francisco, con la participación de la Intendencia de Seguridad sureña, además de la presencia de efectivos del Cuerpo de Policía Bolivariana del estado Zulia (Cpbez).





“Con los pases de cortesía, solo en la tienda de San Francisco, entraban 3.000 personas al día, que no eran afiliadas y pasaban hasta tres y cuatro veces con diferentes cédulas a comprar. Esto ocasionaba graves problemas dentro de la tienda, que iban desde aglomeración de personas, congestionamiento del estacionamiento y hasta destrozo de las instalaciones, sin contar el hecho de delinquir contra la soberanía alimentaria”, explicó Dioneida Manjarrez, intendente de seguridad del municipio San Francisco.

Con la medida tomada en la cadena de tiendas, ahora solo podrán comprar las personas afiliadas, de las que 6.000 corresponden a la tienda del sur, cuya naturaleza es de mayorista (al igual que el resto de los establecimientos de la cadena) y tiene en sus registros la inscripción de personas tanto naturales como jurídicas. “Entre los afiliados contamos con personas naturales y personas que tienen su firma jurídica porque son clientes transformadores, es decir, que tienen sus bodegas, restaurantes y requieren sus compras en grandes cantidades”, expuso Harold Anaya, gerente de tienda en el sur.

“Es lo mejor que han podido hacer. Eran más los bachaqueros que compraban que los propios afiliados, que somos mayoristas y tenemos bodegas o restaurantes. Yo tuve que dejar de vender algunos platos en mi negocio porque nunca conseguía los productos aquí, pues el bachaquero era el beneficiado al llevárselo cuando entraba, más de tres veces, con el pase de cortesía”, expuso Juan Tovar, afiliado y propietario de un restaurante en San Francisco.