A viejas pugnas por el control de vías del narcotráfico y el contrabando de combustible, entre los grupos paramilitares de Los Rastrojos y Los Urabeños que operan entre los estados Táchira y Zulia, y la frontera con Colombia, adjudican la matanza de al menos ochos hombres de nacionalidad colombiana, seis de ellos acribillados con fusil y dos degollados, que fueron hallados -el sábado- en dos puntos distintos del municipio Catatumbo, publica La Nación.
Desde el sábado se especuló que se trató de un enfrentamiento entre los grupos paramilitares Águilas Negras y Los Urabeños, e incluso se mencionó que los autores fueron integrantes de una columna de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Farc, que opera en el sur del Lago; sin embargo, fuentes ligadas a la investigación revelaron que las víctimas supuestamente pertenecían a Los Rastrojos y que los victimarios son de Los Urabeños.
La fuente calificó el hecho como una emboscada y no un enfrentamiento, como se manejó inicialmente, pues en Caño Motilón los asesinos hasta tuvieron tiempo de “apilar” seis de los cadáveres, una vez les dispararon. A los otros dos hombres los degollaron el mismo sábado en la mañana, pero en el sector Río Chico, vía El Guayabo.
En este sentido, en Táchira, comisiones mixtas del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, Cicpc-La Fría, Ejército, Sebin y Guardia Nacional, hacia el mediodía del mismo sábado iniciaron el rastreo en busca de supuestos cadáveres entre Tres Islas y Río Grita, una vez que los moradores aseguraron que hubo varios muertos, luego de una acción bélica registrada en la zona montañosa.
Se creía que, de haber ocurrido una masacre de este lado del Táchira, los autores de la misma pudieron trasladar los cadáveres hasta Colombia, práctica que han puesto de manifiesto últimamente los grupos irregulares.