El Carabobeño se queda nuevamente sin papel

El Carabobeño se queda nuevamente sin papel

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El Diario El Carabobeño emitió un comunicado este martes para denunciar que no tienen papel para circular por lo que posiblemente sacrifiquen la impresión de su revista Paréntesis para poder salir un mes más.





El comunicado publicado en el-carabobeño.com reseña que el compromiso asumido por el presidente del Complejo Editorial Alfredo Maneiro, Hugo Cabezas no fue cumplido.

Comunicado

La historia se repite. Nuevamente El Carabobeño está a punto de quedarse sin papel. Lo que fue un compromiso que se dio por valedero, asumido por el presidente del Complejo Editorial Alfredo Maneiro, Hugo Cabezas, terminó no solo en una incumplida oferta de regularizar el otorgamiento de papel, sino en el anuncio de que esta empresa del Gobierno en definitiva no dispone de esta materia prima indispensable para la edición de un periódico.

Si no despachan papel de inmediato, El Carabobeño deberá sacrificar ediciones futuras de su revista dominical Paréntesis para extender su circulación por un mes, cuando definitivamente deberán cerrarse las puertas de este octogenario medio de comunicación social independiente.

El licenciado Eduardo Alemán Pérez, director del Diario del Centro, alertó lo que observa como una intención vedada de afectar la credibilidad de El Carabobeño. “Cuando estamos a punto de quedarnos sin papel denunciamos la situación, aparecen algunas bobinas y también el compromiso de mantener un envío permanente. Esto último no se cumple, por lo que debemos volver a denunciar. Quizás quieran que la gente piense que estamos mintiendo, pero la realidad es una sola: Si no recibimos papel esta semana, tendremos que apelar al que tenemos destinado para futuras ediciones de la revista Paréntesis, de características distintas, lo cual nos permitirá subsistir un mes, no más”.

Las diligencias por parte de El Carabobeño no se han agotado. Todo lo que hay que hacer se está haciendo. Desde el 8 de agosto de 2014 comenzaron los intentos por establecer una relación comercial con el complejo editorial Maneiro, a través de la solicitud de cotización de un primer lote de bobinas. Luego de muchos intentos infructuosos en busca de respuesta, en noviembre de ese mismo año se logró el primer envío de 150 bobinas, 44 bobinas en febrero, 48 a principios de marzo y el 18 de ese mismo mes las últimas 72. Para que el lector se de una idea, 44 bobinas nos permiten circular, luego de una serie de ajustes y restricciones, por aproximadamente una semana.

En los cuatros casos mencionados, los envíos han sido motivados por el inminente cese de las operaciones del diario.

Llama la atención que hace dos días, el departamento de Comercialización del complejo Maneiro ofreció 44 bobinas, pero este miércoles 8 de abril, la respuesta dada a la petición de formalizar la cotización para el pago de ese despacho fue: “hermano, lo siento, no tenemos papel”. No sabemos si la escasez intempestiva del papel de Maneiro afecta a otros diarios independientes del país.

“La espera por la entrega de papel por parte de Maneiro es una agonía permanente”. El director de El Carabobeño reiteró que no se puede trabajar planificadamente si los inventarios no permiten determinar los pasos a seguir. Debido a que Maneiro despacha bobinas de distintas medidas, deben ser cortadas al tamaño que se requiere para la impresión del diario, proceso que puede tardar hasta dos semanas dependiendo de las solicitudes que tengan las plantas que se encargan de esta tarea y las eventualidades que puedan sufrir sus equipos.

Obligados por las circunstancias, en El Carabobeño debimos disminuir la paginación de 48 diarias, a 32. El sábado de Gloria circulamos en 16 páginas, en un intento desesperado por ahorrar papel para alargar más la existencia.

Si el envío no se regulariza, las ediciones especiales como Paréntesis y el Suplemento Infantil desaparecerán y la paginación no volverá a ser la misma. “Es imprescindible que regularicen el envío de papel. Si es cierto que Maneiro ya no tiene créditos en el exterior y no puede seguir importando a los molinos, que nos otorguen las divisas para nosotros hacerlo directamente”.

Según el licenciado Alemán Pérez, el origen de todo este problema está justamente en la no liquidación de las divisas, para que cada diario pueda importar el papel que requiere.