Jesús Elorza: Viernes, de negro a rojo

Jesús Elorza: Viernes, de negro a rojo

thumbnailjesuselorzaEl miliciano Pedro, regreso a su casa cargado de libros para disponerse a investigar sobre el trabajo que le habían asignado en el curso de economía de la Universidad Bolivariana. Entre los textos, destacaban: Las Cadenas del Comandante, Los Discursos de Nicolás sobre la Guerra Económica y Los Conceptos elementales del Materialismo Histórico de Marta Harnecker. A pesar de haber solicitado El Plan dela Patria de Giordani, la bibliotecaria le informó “Que los textos de los traidores habían sido quemados en la hoguera revolucionaria”

El tema que le habían asignado era el referido a “Los Ajustes económicos de la Revolución versus a las devaluaciones de los gobiernos de la Cuarta Republica”. Luego, de una suculenta cena (pan con coca cola) se concentró en su tarea. En primer lugar, estableció una diferencia conceptual entre Ajuste y Devaluación y se consiguió que era la misma vaina. Solo que los gobiernos utilizaban el término ajuste para ocultar los procesos de degradación del signo monetario. En ninguna de las lecturas recomendadas logró conseguir una definición conceptual  y tuvo que acudir a Google en el ciber café del barrio. Se que este instrumento virtual es imperialista pero no me queda más remedio que utilizarlo, se dijo a si mismo. Allí, consiguió lo siguiente:

 





… la devaluación de una moneda “es reducción del valor de la moneda nacional respecto del valor de las monedas extranjeras. Se manifiesta como un aumento en el tipo de cambio nominal, es decir: se requiere mayor cantidad de unidades monetarias nacionales para adquirir una misma cantidad de moneda extranjera”.

 

Satisfecho con esa definición, se propuso continuar con un cuadro comparativo de lo ocurrido en esa materia económica tanto en la CuartaRepublica como en la Revolución Bolivariana. Con el objetivo delimitado, emprendió su investigación. Previamente buscó su calculadora y repasó mentalmente sus primeras clases de matemática: Dos y dos son cuatro / cuatro y dos son seis / seis y dos son ocho y ocho diez y seis. Ya estoy listo, para resolver la tarea asignada, expresó en voz alta frente al espejo.

Revisando nuevamente la información en la imperialista Google, se consiguió que en  1929 la paridad cambiaria era de 1 Bolívar por Dólar y existía libre distribución y conversión de la divisa extranjera.

La  Primera devaluación registrada de la moneda venezolana se produjo en 1929, durante el Gobierno de Juan Vicente Gómez. Como consecuencia, se fijo el valor 3,19 Bolívares por Dólar. A finales del Gobierno de Eleazar López Contreras en 1941, pierde valor y se establece en 3,35 Bolívares por Dólar.

Durante la Dictadura Militar del General Marcos Pérez Jiménez 1953 – 1957, la paridad cambiaria se mantiene constante en 3,35 Bolívares por Dólar.

Durante el gobierno de Rómulo Betancourt, 1961 se establece el Primer Control de Cambio y se devalúa el bolívar en Bs. 4,30 por dólar, cifra que caracterizó al signo monetario durante un período de gran bonanza económica.

En 1983, durante el gobierno de Luis Herrera Campins se frena la estabilidad monetaria, cuando el Gobierno aprueba un Sistema de Régimen de Cambios Diferenciales (RECADI) para restringir la libre distribución de las divisas derivadas de la renta petrolera. Hasta el 18 de febrero de 1983, día que se conoce como Viernes Negro se había mantenido oficialmente la estabilidad y confianza, que había caracterizado al bolívar desde la segunda década del siglo XX, la última cotización libre con respecto al dólar fue el valor fijo de 4,30 bolívares, a partir de esa fecha, se establecieron los siguientes valores: Dólar preferencial Bs. 4,30 para deuda pública y privada y bienes esenciales; Dólar Bs. 6 para gastos necesarios pero no esenciales; dólar flotante para viajeros y gastos no indispensables; inicialmente fue de 7,50 pero mensualmente aumentaba de valor.

Durante todos los periodos presidenciales siguientes se llevaron a la práctica diversas categorías de sistema de Cambiarios: mini devaluaciones, maxi devaluaciones, sistemas de bandas; cambios diferenciales, duales y triples; control cambiario sumado a la restricción en la adquisición de divisas.

 

Satisfecho de la investigación realizada, no podía contener la emoción al saber que a partir de 1999 comenzaba la Revolución Socialistay Bolivariana del Siglo XXI con la llegada al poder del Difunto Eterno que como dijo Carlos Puebla “Llegó el Comandante y mando a parar”….seguro estoy que los hechos me demostraran que a partir de esa fecha se les acabó el pan de piquito a la burguesía oligárquica y golpista.

Mi Comandante, en 1999,  recibió el dólar a 573,86 Bolívares y cerró ese mismo año a 627,75 Bolívares o sea que hizo un “ajuste” de 53,89 Bolívares que comparada con las devaluaciones de los gobiernos anteriores resulta una nimiedad.

Pero, en la medida en que seguía analizando los años siguientes, me fui dando cuenta que el crecimiento del valor del dólar en relación con el bolívar era indetenible….no paraba de subir y las acciones de Mi Comandante iban de ajuste en ajuste.

Y el 5 de febrero de 2003, tuvimos nuestro Miércoles Rojo: se instaura el control de cambio en Venezuela, a una tasa de 1.600 bolívares por dólar. La medida es tomada según el gobierno para evitar la “fuga de capitales” y tras un paro petrolero.  Se crea la Comisión de Administración de Divisas CADIVI. Sorprendido quede al ver que “el ajuste” fue de 1027 Bolívares en comparación con la tasa de 1999….una pelusa. A partir de ese hecho histórico la procesión de los “ajustes” no se detuvo: En febrero de 2004 la Tasa Oficial se fija en 1.920 Bolívares por Dólar, en Marzo de 2005 en  Bs. 2.150 por dólar.

En Enero de 2008, Mi Comandante decide eliminarle tres ceros al bolívar y crea la nueva y revolucionaria Unidad Monetaria “Bolívar Fuerte” y el cambio pasa a ser de 2.15 Bolívares Fuertes por dólar. Esto me pareció, una mamadera de gallo, por que se transformó en una mediad para tapar una creciente y devastadora devaluación. Esto me llevó a tomar una decisión para los efectos de mi trabajo de investigación: No le presté atención a ese nuevo signo monetario sino que mantuve los tres ceros para describir nuestro signo monetario y así no generar confusión en la descripción del problema económico.

El 8 de enero de 2010: se anuncia una nueva devaluación incrementando el tipo de cambio a 2.600 bolívares por dólar para sectores considerados prioritarios y 4.300 bolívares para el resto de los sectores. La medida fue tomada luego de que el país entrara en recesión en 2009.

El 9 de junio de 2010: Entra en vigencia el Sistema de Transacciones con Títulos en Moneda Extranjera (SITME) y se fija otra tasa oficial de 5.300 bolívares por dólar para importaciones no prioritarias y que podía ser utilizada, de forma muy limitada, por la población para algunas operaciones.

A la muerte de Mi Comandante, le sigue la eliminación del SITME  y la creación del SICAD como un mecanismo de subastas. Posteriormente, se crea el CENCOEX que absorbe a CADIVI y finalmente en el 2015 se crea el Sistema Marginal de Divisas SIMADI donde el precio del dólar fluctúa en función de la oferta y la demanda. El valor inicial  del sistema es de 170.000 Bolívares por dólar y cierra al dia de hoy (19 de Abril) en 196.710 Bs / $.

En conclusión, dijo el miliciano Pedro: Este régimen pretende seguir engañando a los ciudadanos con los supuestos “ajustes” o “reunificación” del tipo de cambio y que para frenar la fuga de capitales o torcerle el brazo al dólar paralelo ocultando la progresiva e indetenible devaluación producto de sus políticas económicas orientadas en el mejor de los casos a favorecer a una cúpula de enchufados corruptos y la permanencia en el poder. Como hecho objetivo debo destacar que pasar de 573 Bs. /$  a  196.710 Bs. / $ representa una devaluación de aproximadamente 34.329 % y no hemos tocado fondo todavía.

 

PD: Debo informarles que me rasparon en la signatura, me expulsaron de la Universidad y me trasladaron a La Tumba del SEBIN acusado en juicio sumario de Golpista, oligarca, imperialista y responsable de la Guerra Económica.