Luis Ochoa Terán: El Asesor Técnico Externo

Luis Ochoa Terán: El Asesor Técnico Externo

ThumbnailLuisOchoaTeranLa presencia del “Asesor Técnico Externo”, Felipe González, ha puesto en jaque al gobierno bolivariano y lo ha entrampo en su propia naturaleza, la cual proyectó de manera nítida al mundo internacional, con la cascada de improperios e insultos que se ha transmitido a nivel internacional a esa misma Comunidad Internacional que ha comenzado a certificar la degradación del sistema democrático que nos dejó el Comandante Eterno,  un autoritarismo personalista en donde su legado ha comenzado a transitar por la débil línea de una dictadura militar al estilo de la panameña de Noriega, es decir,  el parapeto de presidentes civiles pero con verdadero  gobierno militar, al cual, hay que agregarle también todo el resto de peculiaridades que adornaron a ese putrefacto régimen donde un envalentonado Noriega, hoy mansamente todavía paga con  cárcel, en la Panamá democrática, lo que hizo en los tiempos de su dictadura.

El régimen  cívico-militar de Maduro intentó por todos los medios  impedir la llegada de ex-Jefe del gobierno español, Felipe González, pilar fundamental de la Social Democracia Internacional conformada por los más importantes partidos de la izquierda socialistas y progresistas del mundo moderno,  que de paso ya había visitado a Venezuela en dos oportunidades anteriores y recibido por su “padre político”, peor aún, recibido en múltiples oportunidades por sus Jefes políticos los metropolitanos, Fidel  y el hoy Raúl Castro, sin que hubiera causado este terremoto político que ocasiono la inepta e incompetente “revolución bolivariana”, que de paso,  se le ha ocurrido decir, sin sonrojo y vergüenza,  Nicolás en su twitter  nada menos ni nada más, “que la patria está en batalla contra el entreguismo, de una derecha maltrecha y decadente, que sin ser poder ya se rinde a intereses extranjeros”. Este cinismo es tal que rompe Record Guiness, pues mas entregado, sometido e intervenido por los cubanos no puede ser esta revolución bolivariana. Es la doble moral de este tipo de régimen que la Comunidad Internacional comienza a tachar de “forajido”.

La sola presencia de Felipe González sin atacar ni a ludir en ningún momento al régimen, derrotó al gobierno de Maduro. Esta ha sido la mejor jugada de la oposición no solo porque puso el foco internacional en Venezuela y el inteligente gobierno bolivariano  piso la concha de mango mostrándose de lo que está hecho, sino  porque le dio la oportunidad de transformarse de Asesor Técnico Externo en un Consejero Político de los Partidos de la Unidad Democrática, reuniéndose, conversando largamente y  aconsejando el continuar por este camino democrático de la participación en el venidero proceso electoral, en la lucha por la observación internacional, en la utilización de cualquier espacio de diálogo, pero sobre todo, puso mucho énfasis en la necesaria e indispensable unidad de la oposición, en otras palabras, en lo fundamental de que todos nos  incorporarnos a la Tarjeta de la Unidad.





Felipe González deja a Venezuela sin haber podido hablar con Leopoldo y Ceballos. Tal vez  si lo hubiera visto y hablado con ellos, los hubiera convencido de la inutilidad de la huelga de hambre ante un régimen deshumanizado, sobre todo, porque ha  involucrado a jóvenes que corren el riesgo de perder sus vidas o de maltratarlas como consecuencias de ella. Esta es una tarea todavía pendiente que le quedo a  Felipe González y que solo él puede lograr, porque esta es una decisión absolutamente personal en la que la MUD no puede ni debe intervenir pero si acompañar. Ojala que la visita de Felipe logre persuadir a aquel o aquellos partidos de la Mesa Democrática que todavía no han logrado interiorizar la importancia estratégica de la unidad para poder garantizar el cambio que nos exige el pueblo venezolano. Si terminamos todos en la Tarjeta de la Unidad podemos decir que la visita de Felipe fue en verdadero éxito; no obstante, quien rompa y  quede fuera de la unidad, por mucho sacrificio que haya hecho, será definitivamente castigado por nuestro pueblo, aunque ello solo disminuirá la posibilidad de alcanzar los dos tercios de la Asamblea Nacional y hará más cuesta arriba el cambio que todos esperamos, pues sin lugar a dudas, con esta actitud demostrará que  está jugando con el  gobierno.