Leonardo Morales: Realidad sin tonalidades

Leonardo Morales: Realidad sin tonalidades

thumbnailleonardomoralesCuando el régimen actúa lo hace coordinadamente, y esta semana que recién termina aparecen dos declaraciones del régimen, casi que tomados de la mano, insinuándoles a los electores que hay una parte de los candidatos y de los partidos políticos participantes que pudieran desconocer los resultados, y en esa dirección descalifican a algunas instituciones que actúan inmaculadamente, por lo que cualquier reproche ofende.

Las encuestas no se totalizan, no sirven, al menos dentro de la democracia formal, para declarar ganadores o perdedores, sin embargo, contribuyen a saber la opinión de una sociedad en un momento determinado sobre asuntos públicos y también para corregir el curso de una determinada campaña política.  Los sondeos de opinión, que muchos usos tienen, ayudan a determinar la realidad que percibe la sociedad, esto es: “aquello que acontece de manera verdadera o cierta, en oposición a lo que pertenece al terreno de la fantasía, la imaginación o la ilusión.” Lo real, por lo tanto, es lo que existe efectivamente.

La realidad se corresponde con la matriz de opinión que los individuos tienen en un determinado momento vinculada a la evolución sociopolítica, económica y cultural de una determinada sociedad, de allí que Rovigatti afirme que: “La opinión pú­blica matriz tienen por tanto una dimensión histórica, es un continuo hacer y rehacer del hombre.” Así las cosas, la realidad es una y solo una y quizás sea eso lo que angustia al régimen, pues, como vuelve a señalar el citado especialista: “Es en esta matriz donde se cuecen los grandes movimientos y las grandes transformaciones sociales.”





Esa realidad “confeccionada” por los propios individuos es la que hace reaccionar al régimen coordinadamente, casi que dirigidos a la perfección por el maestro Dudamel quien, con batuta en mano, hace que Maduro pida firmar un acuerdo de respeto de los resultados electorales, precisamente no fundamentado en los votos sino en las cifras dramáticas que ofrecen todas las encuestadoras sobre la credibilidad del régimen y por la convicción de que las cosas no variaran.

Pero la firma anhelada por Maduro- cosa que es un invento de campaña- no debe ser solo sobre los resultados sino sobre las garantias electorales que deben prevalecer en condiciones de igualdad para todos los participantes, para lo cual surgen una serie de interrogantes: ¿Firmaría Maduro un acuerdo en el que la campaña y las elecciones se realizarían sin estados de excepción? ¿Estaría de acuerdo Maduro y su partido, más concretamente su socio Cabello, en reconocer los resultados electorales y hacer la debida entrega de la AN sin que se produzcan saqueos ni vandalismo sobre los bienes de la nación? ¿Respaldarían la sanción del uso de los bienes públicos por parte de los candidatos del PSUV? ¿Respaldarían que las prórrogas, de ser necesarias durante el día electoral, fueran otorgadas por decisión unánime de los integrantes del CNE?

Hay muchas más interrogantes y quizás hemos debido comenzar por la más importante de todas a la luz de la baja credibilidad que las encuestas dan al régimen y a su jefe de gobierno: ¿Está Maduro dispuesto a firmar un acuerdo sobre respeto de las condiciones electorales y sus resultados frente a testigos de relevancia internacional? Lo cual implica que un acuerdo de esta naturaleza debería contar con la  presencia de un representante de la CAN, de la OEA, de UNASUR, de la Unión Europea, entre otros. ¿Haría realidad el gobierno un acuerdo electoral en conocimiento de que los testigos solicitaran presencia antes, durante y luego de los comicios?

@leomoralesP