Al menos 14 muertos en un ataque contra un centro para discapacitados en EEUU

Al menos 14 muertos en un ataque contra un centro para discapacitados en EEUU

(foto @CNNEE)
(foto @CNNEE)

Al menos 14 personas murieron hoy y 17 resultaron heridas en un tiroteo registrado en un centro de ayuda para discapacitados en San Bernardino (California, EE.UU.), cuyos presuntos sospechosos, un hombre y una mujer, fueron abatidos por la Policía horas después tras una espectacular persecución.

Las fuerzas de seguridad no facilitaron las identidades de los sospechosos y desconocen, de momento, el móvil del ataque, por lo que el director asistente del FBI en Los Ángeles, David Bowdich, no descartó la “posibilidad” de que se trate de un acto terrorista.

Una tercera persona, que salió corriendo del intercambio de disparos entre la policía y los presuntos implicados, fue detenida pero no se confirmó que esté relacionada con la matanza de San Bernardino, una ciudad de más de 200.000 habitantes y que está situada a unos cien kilómetros al este de Los Ángeles.





Según el relato de las autoridades, los hechos comenzaron a las once de la mañana (hora local), cuando se dieron los primeros avisos de un tiroteo en el Inland Regional Center, un centro de ayuda para discapacitados donde se celebraba algún tipo de fiesta por las vacaciones.

En ese momento, se activaron los dispositivos de emergencia y seguridad para proceder a la evacuación de la zona, donde se desplegaron numerosos vehículos de policía, bomberos y ambulancias.

Varios cientos de personas fueron evacuadas del edificio atacado, muchas de ellas saliendo en fila y con las manos en alto, y trasladadas a lugares seguros.

La oficina del sheriff de San Bernardino informó, en un primer momento, de la existencia de “hasta tres” sospechosos que irrumpieron en el centro y abrieron fuego, los cuales estaban bien preparados y equipados con “armas largas” y vestuario militar.

“La información que tenemos es que vinieron preparados e hicieron lo que hicieron como si estuvieran en una misión”, dijo en una rueda de prensa el jefe de la policía de San Bernardino, Jarrod Burguan, quien detalló que los sospechosos habrían huido en un vehículo de color oscuro.

Más adelante, ya por la tarde, los investigadores localizaron una vivienda en la cercana población de Redlands, de la que salió un vehículo también oscuro y aparentemente vinculado al tiroteo, lo que desembocó en una persecución y un posterior tiroteo entre los sospechosos y la policía en una urbanización.

En este tiroteo, murieron un hombre y una mujer, que vestían “ropa de asalto” y portaban fusiles y granadas, mientras que un agente resultó herido.

Un tercer individuo que salió corriendo de ese lugar fue detenido, sin confirmación oficial de que esté implicado en la masacre de San Bernardino.

Tras este intercambio de disparos, la Policía desplegó un dispositivo especial de vigilancia y estableció un perímetro de seguridad en el barrio de Redlands, para rastrear casa por casa hasta que se determinó que la zona era segura.

Por otra parte, Barguan añadió que continúa la investigación en el centro de asistencia a discapacitados, donde se encontró lo que “se cree puede ser un dispositivo explosivo”, por lo que aseguró que las indagaciones en este sentido proseguirán “con cautela”.

El suceso de San Bernardino es el tiroteo con más muertos en Estados Unidos desde la matanza en 2012 de la escuela Sandy Hook de Newtown (Connecticut), donde murieron asesinados a tiros 20 niños y 6 mujeres.

La masacre, además, sucedió apenas cinco días después de que tres personas fallecieran en un ataque a una clínica de abortos en Colorado Springs (Colorado).

En este sentido, el presidente de EE.UU., Barack Obama, urgió hoy a acabar con la “pauta” que convierte a los tiroteos masivos en algo que ocurre de forma “normal” en el país, ya que esta situación “no tiene ningún paralelo en ningún sitio del mundo”.

“Deberíamos unirnos y actuar de forma bipartidista para hacer que esto sea algo raro, en lugar de algo normal. Nunca deberíamos pensar que esto es algo que está dentro de lo ordinario, porque no pasa tan a menudo en otros países”, añadió Obama, en una entrevista con la cadena de televisión CBS.

Por su parte, el alcalde de San Bernardino, R. Carey Davis, emitió un comunicado en el que afirmó que la ciudad había sufrido una “severa pérdida” y “un severo shock”.

“Nuestros corazones están con las víctimas, familias y amigos de este trágico suceso”, aseguró en la red social Twitter el sheriff de la ciudad, John McMahon.

Sobre la situación de los heridos, la vida del policía que fue alcanzado en el tiroteo con los sospechosos no corre peligro, mientras que el hospital Loma Linda Medical indicó que dos personas están en estado crítico, sin detallar cómo se encuentran el resto de los heridos. EFE