El destino de Hanibal Gadafi, hijo del fallecido dictador libio Muamar Gadafi detenido en el Líbano, depende de la Interpol, según declaró hoy el juez libanés Zaher Hamade, encargado del caso.
El magistrado, que emitió ayer una orden de detención preventiva contra Gadafi, explicó a varios medios locales que espera la respuesta de la Interpol porque el detenido es demandado por la justicia de su país.
Hamade reveló al periódico As Safir que la respuesta de la Interpol podría llegar en 15 días y que de no obtenerla en ese plazo “la justicia libanesa podría liberar a Gadafi si no ha cometido un crimen en el Líbano”.
Sin embargo, señaló que tras la orden de detención preventiva por ocultar informaciones sobre la desaparición en Libia del líder espiritual de la comunidad chií, el imán Musa Sadr, Gadafi seguirá siendo interrogado en el Líbano para proseguir la investigación.
Gadafi fue liberado el viernes pasado tras ser secuestrado durante unos días y denunció que sus raptores eran seguidores del imán chií, que desapareció el 31 de agosto de 1972 durante un viaje oficial a Libia tras ser invitados por Muamar al Gadafi.
Las circunstancias sobre su secuestro no están claras, ya que, según varios medios libaneses, fue capturado la semana pasada en Siria por hombres armados leales a Suleiman Hilal al Asad, un primo de presidente sirio Bachar al Asad.
Ningún grupo ha reivindicado hasta ahora el secuestro de Hanibal Gadafi, nacido en 1975, militar de carrera y protagonista de varios incidentes violentos en Europa. EFE