Los rasgos de las personas emocionalmente fuertes

Los rasgos de las personas emocionalmente fuertes

Foto Referencial
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En realidad, la fortaleza emocional no tiene nada que ver con la fuerza, tiene mucho más que ver con la resistencia, que no es lo mismo. A medida que el campo de la psicología positiva se ha ido interesando más por este tema en los últimos 15 años, ha quedado clara una cosa: lo que cuenta no es el nivel de caos que experimentemos, sino cómo respondemos a él. Estas son las características de las personas emocionalmente fuertes:

1. Irradian más paz que poder.

Las personas emocionalmente fuertes no se caracterizan por poseer los rasgos básicos del poder, la agresividad o el dominio. Saben que el poder de verdad reside en estar en su lugar de control. La paz interior es la fuerza más resistente, inquebrantable e indestructible. La gente tiene la necesidad de irradiar poder cuando cree que no lo tiene.

2. Están dispuestos a sentir dolor.

La mayoría de las personas pasan su vida intentando huir de las emociones. Se refugian en distintas relaciones, dinero, sexo, belleza o en un deseo de parecer socialmente superiores. Sin embargo, las personas emocionalmente fuertes tienen esa fortaleza porque se permiten a sí mismas sentir lo que necesitan. Perdemos el control cuando nos negamos a sentir algo o cuando suprimimos sentimientos, ya que, entonces, se acaban expresando de maneras más traicioneras.

3. Aceptan equivocarse.

Las personas emocionalmente fuertes confían en sí mismas y saben que no necesitan tener razón siempre para ser inteligentes, útiles, interesantes o respetables. La necesidad de tener siempre razón es igual a la de no ser cuestionado. Esta última es similar al miedo de que equivocarse destruya alguna parte esencial de tu persona o del modo en que te perciben los demás.

4. No se centran en los obstáculos, sino en cómo atravesarlos.

Si ven obstáculos en el camino, los interpretan como una señal para buscar un camino distinto, al contrario que mucha gente, que se paraliza y se queda atascada porque piensa que esas trabas suponen el fin del camino.

5. Quieren más respeto que atención.

El deseo natural de ser querido y aceptado por el grupo (la tribu) siempre acaba manifestándose, superficialmente o no. Las personas infelices tratan de conseguirlo intentando ser socialmente superiores. Sin embargo, lo que hacen las personas emocionalmente fuertes es intentar ganarse el respeto de los que les rodean.

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