Donald Trump y la Casa Blanca: una vieja atracción

Donald Trump y la Casa Blanca: una vieja atracción

El empresario Donald Trump, aspirante a la candidatura republicana a la presidencia de EEUU, describe cómo estaba listo para pegar un puñetazo a una persona que se lanzó hacia el escenario durante un acto de campaña ese día, en un mitin en Kansas City, Missouri, Estados Unidos, el sábado 12 de marzo de 2016. (AP Foto/Nati Harnik)

¿Es el éxito político de Donald Trump una sorpresa? No para el hombre de negocios que se ve ‘ad portas’ de la Casa Blanca y que ahora está a punto de completar la primera parte de su plan: ganar la nominación del partido Republicano en julio.

AFP





– Génesis –
7 de octubre de 1999. Bill Clinton ocupaba la Casa Blanca. Donald Trump, tras sortear varias declaraciones de quiebra, anuncia que buscará la nominación presidencial a nombre del pequeño partido de la Reforma.

El flamante promotor inmobiliario, cuya imagen era habitual en los tabloides, dice en broma que Oprah Winfrey podría ser su compañera de fórmula.

Anuncia su salida del partido Republicano. Su discurso es ya abiertamente populista: “los republicanos son prisioneros de su ala derechista; los demócratas son prisioneros de su ala izquierda. No escucho a ninguna persona hablar de los hombres y mujeres trabajadoras de centro”.

Sin embargo su candidatura se apaga y Trump tira la toalla cuatro meses mas tarde culpando, obviamente, a los demás, en este caso al partido de la Reforma.

– Los años Obama –
27 de abril de 2011. El presidente Barack Obama convoca una conferencia de prensa para publicar su certificado de nacimiento y poner fin a los rumores alimentados por Donald Trump sobre su nacimiento en el extranjero. “No tenemos tiempo para esas tonterías”, se lamenta. Triunfo para Trump: ha obligado al presidente a responder.

Obama se venga dos meses después en la tradicional cena de corresponsales de la Casa Blanca: “El Donald”, dice en tono irónico el presidente, “podría finalmente interesarse en los verdaderos problemas: ¿hemos enviado realmente un hombre a la Luna? ¿Qué es lo que pasó realmente en Roswell? (Ndlr en referencia aun supuesto choque de una nave extraterrestre cerca a esa ciudad de Nuevo México).

Pese a ello, Trump conserva su atractivo político. El aspirante republicano Mitt Romney viaja a Las Vegas en 2012 para obtener su apoyo ante las cámaras.

14 de marzo de 2014. Después de haber preparado cuidadosamente su candidatura para gobernador de Nueva York, Trump se da por vencido y se retira aunque advierte en Twitter: “tengo proyectos más grandes en mente, permanezcan atentos”.

– Candidato ascendente –
– 15 de de junio del 2015. Jeb Bush anuncia que intentará ser candidato a la Casa Blanca. “¿Necesitamos realmente otro Bush en la Casa Blanca?”, Escribe Donald Trump en Twitter. Hijo y hermano de presidentes, exgobernador y político de carrera que encabeza los sondeos, Jeb Bush no sabe lo que le espera.

Al día siguiente, Trump convoca a la prensa en la Torre que lleva su nombre en Nueva York, aparece en su famosa escalera mecánica y anuncia su candidatura presidencial. Su lema: “hacer a Estados Unidos grande de nuevo”. Promete construir una “gran muralla” en la frontera con México.

“Esperamos aprender más sobre sus ideas para el país”, bromea un portavoz del partido Demócrata.

El primer sondeo que lo muestra a la cabeza del grupo de 15 aspirantes republicanos aparece el 14 julio de 2015 en el diario USA Today, aunque todavía con un apoyo marginal.

Cuando acude al primer debate entre republicanos, el 6 de agosto, sus escándalos ya son una legión: acusó a México de enviar violadores y criminales a EEUU, rompió sus lazos con la NBC y dijo que el senador y veterano John McCain no fue realmente un héroe pues había sido capturado en Vietnam.

Entre otros insultos a sus detractores, insinúa que una periodista de Fox News lo trata con hostilidad pues tenía su período y se burla en privado de su rival Carly Fiorina (“¡mira esa cara! ¿Quién votaría por ella?”).

Al tiempo que aumentan sus “meteduras de pata también” mantiene una curva ascendente en las encuestas. Su favoritismo pasa del 25% al 30% y llega a superar el 35%.

La clase política no puede creer lo que dice cuando el 7 de diciembre propone cerrar las fronteras al ingreso de musulmanes a Estados Unidos.

Trump produce una diatriba sensacionalista cada día, se contradice, retuitea falsas informaciones, pero nunca se disculpa. Su rostro aparece así todos los días y a todas horas en los canales de noticias, ahorrándose decenas de millones de dólares en publicidad.

– La ofensiva –
1 de febrero de 2016. El “stablishment” político tradicional respira y llega a creer que la candidatura de Donald Trump puede convertirse en un castillo de naipes cuando queda en segundo lugar en Iowa.

Pero Trump se repone y triunfa en 19 de las 31 primarias republicanas realizadas hasta ahora. Jeb Bush, su mayor crítico, abandona la carrera presidencial el 20 de febrero.

Su apoyo electoral no se desvanece tampoco cuando Trump reacciona de forma agresiva contra los manifestantes que irrumpen en sus mítines.

“Un día, ellos van a comprender. El día en que ganemos todo, van a entender”, dijo en alusión a los comentaristas de prensa tras su victoria el martes en Florida, saboreando su venganza.