Carlos Flores: Paralizar el país durante una semana demuestra la ineptitud de Maduro

Carlos Flores: Paralizar el país durante una semana demuestra la ineptitud de Maduro

Foto: Nota de prensa
Foto: Nota de prensa

 

Más de veinte años pateando redacciones de medios nacionales e internacionales, tres libros publicados y una buena cantidad de escándalos apuntalados por su firma, colocan a Flores como una de las figuras más representativas de la ya legendaria corriente del “nuevo periodismo” y del periodismo “gonzo” en Venezuela.

Autor de La moda del suicidio (EXD, 2000), Temporada Caníbal (Random House Mondadori, 2004) y Unisex (Santillana, 2008), aguarda por la publicación –este año- de su obra más ambiciosa. Una novela titulada Patetic Landia, que el autor resume como una “sátira exagerada, desvergonzada, de la Venezuela donde crecí; la misma que he visto consumirse como la colilla de un cigarrillo durante las últimas dos décadas. Es un libro sobre ricos, pobres, locos, cuerdos, dañados, psicópatas y hasta Misses; un vistazo al zoológico que somos los venezolanos… Es decir, es una novela sin héroes”. Flores recientemente fue country editor del portal Newsweek En Español Venezuela y continúa escribiendo para la edición latinoamericana de esta publicación.

– Eres valenciano y entiendo que te iniciaste como redactor en el diario El Carabobeño, ¿qué opinas con respecto a que ayer se publicó su última edición impresa?


-Es algo terrible. Ciertamente El Carabobeño fue mi escuela, el primer medio donde trabajé y creo que todavía no computo el hecho de no volver a conseguirlo en los kioscos de periódicos. Es una tragedia para la comunicación, para el periodismo; es una cachetada más que se le da a la sociedad venezolana. Y a pesar de la proliferación de estos crímenes contra la libertad de expresión, todavía escuchas las absurdas excusas de los “revolucionarios”, hablando de guerras económicas y mediáticas… Tomemos este ejemplo, en Carabobo se las arreglaron para prácticamente eliminar a El Carabobeño negándole el papel, y el otro diario importante, Notitarde, ahora es controlado directamente desde la Gobernación del estado. Es una situación lamentable, patética.





-¿Qué opinas de los que comunican en el “otro lado”, en medios como VTV; ejemplo Miguel Pérez Pirela o los moderadores de Zurda Konducta?

-Bueno, en mi experiencia con ambos solo puedo decirte que son unos cobardes. Intenté contactarlos para entrevistarlos en Newsweek Venezuela y nada. A ver, lo que pasa es que es muy fácil estar metido en un estudio de televisión rodeado de tu gente sin que nadie te pueda debatir. Así cualquiera.

¿De qué le sirve a Pérez Pirela su CV, jactarse de que es el filósofo de la revolución, si ni siquiera se atreve a dar una simple entrevista, si no aguanta responder preguntas?… porque eso es lo único que yo buscaba. Oye, sentarnos, debatir, exponer ideas… todos ellos se esconden. Le invité por Twitter y nos bloqueó. Incluso acudí a personas que le conocen y se negó a la entrevista. Algo similar ocurrió con Pedro Carvajalino, de Zurda Konducta.

Le escribí un mensaje directo al twitter, solicitándole una entrevista. Inicialmente accedió. Luego se negó. Le di la opción de enviarle un cuestionario… él aceptó… ¡le envié un cuestionario! O sea, le envié las preguntas. El tipo pudo sentarse con todos sus amigos, expertos, qué sé yo, a responder las preguntas… ¡y nada! Luego me escribió, manifestando que prefería la entrevista en persona pero en una locación que él señalaría. Le dije, ok, vamos a darle. Le di mi número de teléfono… todavía sigo esperando. ¿Entonces cuál es el chiste? ¿Qué se supone que yo quería, montarle una trampa, salirle con una vaina rara? ¡Hasta le pasé las preguntas! Igual ocurrió con Juan Barreto. Creo que todas las semanas hablaba con su asistente. Igual, le envié un cuestionario. Y nada, mil excusas, que la próxima semana sí, que esta semana habló demasiado… de verdad me hubiera gustado sentarme a conversar con alguno de ellos. Porque aquí todos venezolanos. Es más, la invitación sigue abierta: yo pago la primera ronda.

– ¿Cómo ves la situación en la nueva Asamblea Nacional?

-¡Chévere!, es como una gran novela… que hasta este momento no sirve de nada. Por un lado, la tropa roja que ahora solo puede gritar y seguir gritando porque carecen de poder. Pero por el otro lado, la bancada de la MUD que olvidó que fueron los ganadores el 6D. Es decir, ¿cómo va Aristóbulo a explicar la prórroga de un decreto que ni siquiera fue aprobado por la AN? ¿Cuál es la seriedad? Y luego todo el show de la enmienda; Capriles con su revocatorio… epa, ya va, que yo sepa ya voté el 6 de diciembre y ese día nadie me habló de más elecciones.

Yo sigo esperando que se enfoquen en lo prometido: meterle el pecho a la economía, al hambre de los venezolanos, a la terrible emergencia humanitaria que estamos atravesando; además de liberar a los presos políticos, ¿ése no era el plan? Señores, ¡stop!, no más leyes. Pongan a funcionar las que tenemos y eliminen las que no sirven. ¡No más habladera!, se requiere de acción.

-¿Pero con Maduro es posible alguna mejora?


-La mayoría del país votó el 6 de diciembre contra un régimen que ya no quiere. Esa fue su solicitud de: lárguese. Lo que sigo sin entender es cómo no se habló antes de las elecciones del mecanismo para salir de Maduro… y creo que incluso ahora el tema no se aborda con seriedad. Cuando la MUD dice aquí vale todo, apoyamos lo que sea, cualquier idea para salir de Maduro, pues, eso suena a incoherencia.

No es práctico. Es algo disperso que solo podría servir para apaciguar el elemento más necesario para ponerle fin a esta pesadilla: el pueblo, manifestando y exigiendo justicia. Pero basta ver el día a día de cada uno de nosotros: las falta de todo, ya no hay nada: no hay medicinas, comida… lo menos que podría hacer Maduro es agarrar sus corotos y renunciar. Ser hombre y admitir que no pudo con el compromiso. Incluso creo que se le respetaría por eso. Pero aquí ya no hay intento de “mejorar” que tenga validez alguna, para muestra esta locura de paralizar el país durante una semana –en medio de la crisis más ruda de nuestra historia contemporánea-, eso demuestra la ineptitud de Maduro.

Además, nos estamos olvidando de algo clave, del epicentro de este desastre… después de todo, un país no se gobierna con labia y retórica, sino con cerebro, formación y sentido común.

-¿Crees que se debe celebrar el legado de Chávez?

– El legado de Chávez es dejar un país con una cantidad importante de flojos. La revolución le metió en la cabeza a la gente que el Estado le debe regalar de todo y así no crece ninguna nación. Su legado es hueco, vacío. Entonces saldrá alguno a decir el mismo cuento del millón de viviendas y las canaimitas. Bueno, algo tuvieron que hacer con los reales que no pudieron robarse.

Chávez llegó para sembrar odio, para separar, para abrir heridas… hay que ser un tarado para pensar que dividiendo y no uniendo, se puede desarrollar un país. No incentivó la necesaria actitud al trabajo, al esfuerzo… Chávez es el gran ejemplo de lo fallido. De lo que no puede repetirse.

Lastimosamente los partidos que hacen vida en Venezuela siguen amparando el populismo a cuenta de tener miedo para afrontar posibles costos políticos. Les da miedo que los llamen “capitalistas”, a pesar que no hay sistema más capitalista que el chavismo, que es petróleo y el establecimiento de una nueva boliburguesía que se maneja con la ley del billete sobre billete.

-¿Considerarías lanzarte al ruedo político?

-Aquí no hay ruedo político. Hay desorden político. Hay politiquería. No me veo en eso. Pero lógicamente quiero ayudar al país de la mejor manera que pueda, ¿por qué?, no porque tenga una conciencia especial, eso sería caerle a mentiras a la gente. Sino que no me quiero ir a otro país. Pero ya es casi imposible vivir aquí. Entonces el que quiera vivir mejor debe afrontar este paquete, debe hacer lo suyo, dar la cara.

-¿Qué le dices a todas las mujeres, madres, que están haciendo colas porque no consiguen comida ni medicamentos?

-Que no lo olviden. Que recuerden cada minuto, cada segundo. Que sientan el calorón y la impotencia… y que entiendan que cada lágrima que han tenido que derramar es culpa de la revolución chavista. Es culpa de Maduro y de todos ellos. Y que si un gobierno trata así a su pueblo, a la gente que los colocó en el poder, pues lo único que merecen es cárcel.