EEUU investiga aún la matanza de Orlando y reabre debate sobre las armas

EEUU investiga aún la matanza de Orlando y reabre debate sobre las armas

REUTERS/Steve Nesius
REUTERS/Steve Nesius

Las autoridades de EE.UU. continúan la investigación sobre los motivos de la peor matanza con armas de fuego en este país, en medio del rechazo mundial por la tragedia en la que perdieron la vida 49 personas que asistían a una “noche latina” en una discoteca gay en Orlando.

EFE

El presidente Barack Obama llegó a declararse cada vez más “frustrado” con el Congreso estadounidense por la ausencia de medidas legislativas “de sentido común” para controlar la venta y posesión de armas de fuego.





Al iniciar hoy la jornada en Wall Street, sin embargo, los grandes fabricantes de armas de EE.UU. subían con fuerza: las acciones de Sturm Ruger & Company ganaban un 7,46 %, mientras que las de Smith & Wesson crecían un 6,31 %.

El presunto autor de los hechos, Omar Seddique Mateen, nacido hace 29 años en Nueva York de origen afgano y que murió por disparos de la Policía, juró lealtad al grupo terrorista Estado Islámico (EI) en sus conversaciones telefónicas con los negociadores policiales durante las tres horas que permaneció dentro del club nocturno con una treintena de rehenes, según informó la Policía.

Por segunda vez, el EI reivindicó, a través de su emisora de radio Al Bayan, la matanza, que calificó de “incursión de seguridad” en una “concentración de cruzados”, y señaló que Mateen era un “soldado del califato”.

El FBI reconoció este lunes que había investigado durante 10 meses, entre 2013 y 2014, al homicida, por su posible vinculación con grupos terroristas y analiza ahora dos viajes que Mateen realizó a Arabia Saudí.

Obama aseguró que no existen pruebas claras para afirmar que la matanza estuviera “dirigida” por extremistas ni que formara parte de un plan terrorista de mayor escala.

“Pensamos que es terrorismo e ignoramos el problema que tenemos con las armas”, explicó.

En alusión a las declaraciones de Obama, la aspirante demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, consideró que “si alguien está siendo investigado por el FBI, simplemente no debería poder comprar un arma”.

Además de incrementar el control sobre el acceso a las armas, instó a aumentar el contacto de las autoridades con las comunidades musulmanas dentro del país, en vez de “estigmatizarlas o aislarlas” del resto de la sociedad.

Por el lado republicano, Donald Trump prometió que, si llega a la Casa Blanca, suspenderá la inmigración procedente de zonas con un historial probado de terrorismo, urgió a mejorar la inteligencia para detectar a los “enfermos de odio” y a aquellos que han nacido en el país y se han radicalizado.

La condena a la tragedia no solo se dio desde la política estadounidense, varios líderes mundiales siguen rechazando el ataque, como el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, que garantizó la unidad de los aliados en defensa de unas sociedades “abiertas y libres”.

El secretario general adjunto de la ONU, Jan Eliasson, se mostró esperanzado en que el atentado no estimule las divisiones en la sociedad, ni fomente la separación en función de origen, intereses, religión u orientación sexual.

La jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Federica Mogherini, consideró que el ataque es “una tragedia no solo para la población americana, sino para todo el mundo, al igual que lo son en tantos países las masacres de personas asesinadas por su fe, por su orientación sexual o por sus creencias”.

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, también se unió a las condolencias a través de Twitter: “Europa llora a las víctimas del horrible ataque armado en Orlando”.

Asimismo lo hizo la Unión de Naciones Suramericanas, que publicó en esta misma red social: “#UNASUR condena la matanza en el Club nocturno de #Orlando y expresa sus sentidas condolencias a los familiares de las víctimas de semejante hecho de violencia”.

Desde Alemania, la canciller Angela Merkel abogó por la firmeza. “Frente a estos horrores nos mantendremos firmes en nuestros valores y convicciones: no vamos a claudicar de nuestra libertad, nuestra compasión y caridad y tampoco de nuestra vida en común”.

El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, repudió la tragedia e indicó que “lo que debe dejar este lamentable hecho es la condena a todos las expresiones que solo dividen, que generan confrontación y que provocan violencia”.

Raúl Castro expresó sus condolencias en una carta divulgada por medios oficiales en La Habana, en la que señaló que “con profunda consternación” Cuba conoció del ataque.

La presidenta chilena, Michele Bachelet, reconoció que “la violencia es una amenaza latente y en cada uno de nuestros países puede tener diferentes formas”.

Los Gobiernos de El Salvador, Honduras, Perú, Venezuela, Bolivia, República Dominicana, Puerto Rico y Argentina manifestaron su solidaridad con EE.UU.

Mateen utilizó un arma corta y un rifle de asalto AR-15, compradas legalmente a principios de mes; el mismo rifle fue usado en las matanzas de San Bernardino (2015) y de la escuela Sandy Hook (2012), en la que murieron una veintena de niños y seis adultos.

De las 49 víctimas mortales, 12 son de Puerto Rico, 3 de México, una de República Dominicana y otra de Guatemala; 53 personas permanecen hospitalizadas, algunas en estado crítico.

Cada año en Estados Unidos las armas de fuego causan más de 30.000 muertes en accidentes, tiroteos, casos de violencia doméstica y suicidios, según datos oficiales.