Juan José Moreno: Por fin, ¿estamos activados o desactivados?

Juan José Moreno: Por fin, ¿estamos activados o desactivados?

thumbnailjuanjosemorenoEsa palabrita que se ha puesto de moda durante los últimos mese en el país, nos tiene en vilo a todos. En primer lugar, nos preguntamos, ¿estamos por fin activados  en Venezuela para continuar el proceso de revocatorio presidencial al que aspira la mayoría de los venezolanos?  O será que es verdad lo que aseguran los tres “mosqueteros” del régimen, incondicionalmente apoyados por la “comadre” mayor, quienes aseguran  que ni este ni el año que viene se producirá la sacudida por vía constitucional de quienes hoy pisotean la dignidad de nuestro heroico pueblo. En segundo lugar, en el plano interamericano,  ¿está o no activada la fulana Carta Democrática contra el régimen?,  que –entiéndase bien- no es precisamente contra  el pueblo como pretenden hacernos creer los defensores de esta caricatura de gobierno.

Porque si bien es cierto que los venezolanos sufrimos la desactivación de la institucionalidad, por la vía del secuestro de todos los poderes del Estado, así como de una desactivación práctica de nuestros derechos a adquirir los bienes y servicios que hacían posible nuestra calidad de vida en niveles de aceptable a óptimo, hoy nos encontramos literalmente bloqueados; la mayoría atrapada en interminables colas en torno a expendios de alimentos y medicinas cuya oferta se ve cada día más reducida a extremos intolerables.

Pero en medio de una situación que no puede calificarse menos que trágica, con la fe y el optimismo que históricamente ha caracterizado al venezolano, el pueblo se ha aferrado a esa lucecita que por una parte se abrió en la Constitución de la República de 1999, con la cláusula del revocatorio de todos los funcionarios y representantes de poderes de elección directa, y se planteó acoger esa alternativa democrática y en sana paz para resolver problemas derivados de las pésimas gestiones gubernamentales. Sin embargo, de más está recordar,  las innumerables trabas impuestas por las usufructuarias del poder electoral, impiden que esta solución pacífica e institucional se active. Por eso, a nadie le podrá extrañar, que el próximo lunes la principal responsable de este permanente atropello contra la población, la señora Tibisay, anuncie al país que, pese a que se cumplieron todos los arbitrarios requisitos impuestos por ella y sus  camaradas del CNE, el revocatorio es tan solo un sueño del que debemos despertar. Es decir, estaríamos desactivados como ciudadanos que desean que se respeten su derecho a revocar a los responsables de la quiebra actual del país.





Y aunque en el plano internacional son grandes las intenciones de desactivar las relaciones con el gobierno venezolano, -entiéndase igualmente, con el régimen-, como se plantea en Europa y también entre los socios del país en organismos de la importancia de la Unasur,  que se niegan aceptar como presidente temporal, a quien pretende perpetuarse a la fuerza en la presidencia de una nación en crisis, no terminamos de entender lo que pasa entre los miembros del sistema interamericano ante la exigencia de un pueblo que le reclama su solidaridad para recuperar la institucionalidad y resolver la inhumana situación que la condena a la desnutrición y falta de medicamentos y servicios hospitalarios que cobran cada día más altas cifras de vida.

De Almagro escuchamos las alentadoras palabras de que está en marcha el proceso iniciado en la OEA para aplicar medidas que permitan encarrilar al gobierno por la vía que impone la Constitución del país. Es decir, la Carta estaría activada; pero, mientras aumenta la agonía del pueblo y su exigencia de inmediata atención, el representante del sistema intergubernamental latinoamericano no termina de decir en qué momento, se concretará la reunión para que los países miembros del organismo, expliquen qué les pareció el contenido del documento que se entregó a cada uno para su consideración,  y se proceda, de una vez por todas, a definir los mecanismos de sanción o de ayuda que se aplicarían. Presumimos que las imágenes de la crisis general  del país, que transmiten los medios de comunicación globales, han llegado a los sentidos de los testarudos líderes del continente para reforzar la versión impresa en el documento del secretario general, y que es tiempo para elaborar sus propias conclusiones.

Y cuando hablamos de activación y desactivación, no podemos dejar por fuera lo ocurrido en la reciente sesión de la Asamblea Nacional donde fue reactivada la representación indígena del Amazonas y pende sobre el Tribunal Supremo de Justicia, por otra parte, la desactivación de su  ilegalmente conformada Sala Constitucional.

Mientras, en términos generales, las dudas entre los venezolanos  persisten y crecen: ¿Será que también estamos desactivados como país?

@JJMorenoA