Conflicto en Mercosur: Lucha por la presidencia pro tempore, por María Auxiliadora Dubuc

Conflicto en Mercosur: Lucha por la presidencia pro tempore, por María Auxiliadora Dubuc

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Durante las últimas semanas y gracias a la crisis política, económica y social que atraviesa Venezuela, el Mercosur está enfrentando uno de los altercados más significativos de su historia: Nicolás Maduro Moros, Presidente de Venezuela, pretende asumir la Presidencia Pro Tempore del organismo, en su mejor estilo, a la fuerza y sin contar con el apoyo de los países miembros, sin consenso pues.

El Mercado Común del Sur, Mercosur, fue creado el 26 de marzo de 1991 a través de la firma del Tratado de Asunción por parte de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, miembros fundadores del organismo. El Mercosur no es más que un proceso de integración regional, basado en los principios consagrados en la Carta Democrática, por lo que no se permite la incorporación al mismo de países no democráticos.





En fases posteriores, se incorporan otros países como estados parte, a saber: Venezuela y Bolivia, este último aún en proceso de adhesión con derecho a voz pero no a voto en las decisiones del organismo. Sin embargo, también pertenecen a este organismo los llamados “Estados Asociados” como Chile, Colombia, Ecuador, Perú, Guyana y Surinam e igualmente, se incorporan “Estados Observadores” como México y Nueva Zelanda.

El Mercosur estableció una zona de libre comercio y acuerdos de arancel común, así como diversos mecanismos de complementación productiva y de integración económica, social y cultural, incluyendo la libre circulación de los ciudadanos del bloque y convirtiendo el mercado en la zona, en uno de los mercados más dinámicos, competitivos y desarrollados, no solo de Latinoamérica, sino de todo el hemisferio sur, razón por la cual pasó a ser considerado como el cuarto bloque económico más importante del mundo.

Entonces el Mercosur funciona bajo la dirección de una Presidencia Rotatoria Pro Tempore, la cual se constituye como la representación política y legal temporal del organismo. La misma se ejerce durante el periodo de 6 meses, por rotación de estados miembros en orden alfabético.

La situación ocurre el 29 de julio de 2016, fecha en que Uruguay emite un comunicado donde participa la finalización de su período a cargo de la Presidencia Pro Tempore del Mercosur; una vez vencido el período de seis meses correspondiente, período que en realidad estaba vencido desde el 21 de junio, ya que Uruguay asumió la misma el 21 de diciembre de 2015.

Casi de inmediato, en fecha 30 de julio, Venezuela se pronuncia, dado que de acuerdo al proceso rotatorio por orden alfabético, es su turno al mando del organismo, de modo que a través de un comunicado la cancillería venezolana en cabeza de Delsi Eloina, notifica a los demás países miembros que la República Bolivariana de Venezuela, asume con beneplácito el ejercicio de la Presidencia Pro Témpore del Mercosur.

El comunicado de Venezuela genera entonces reacciones. Paraguay no reconoce el asunto, porque considera que quien presida el Mercosur tiene que tener un determinado perfil, es decir, las credenciales democráticas, de respeto a los derechos humanos y debe gozar de mucha estabilidad económica, situación que está por analizarse en el caso venezolano; por lo que ante el vacío propone que sea Argentina quien asuma la Presidencia. Por otro lado, Brasil señala que para poder asumir la presidencia temporal, Venezuela debía completar primero el proceso de adaptación al Mercosur, lo que se traduce en la incorporación al ordenamiento jurídico venezolano de buena parte de la normativa aprobada en el mercado común, en consecuencia haría falta que la Asamblea Nacional dictara leyes aprobatorias de los instrumentos del Mercosur pendientes de adopción, cosa que aun no se ha hecho.

La cancillería Venezolana aclara que la normativa sobre la estructura institucional de la organización no establece expresamente que todos los países deben estar de acuerdo para que la presidencia temporal sea traspasada, por lo que la misma se asume por Venezuela automáticamente, una vez que Uruguay deje su puesto. Sin embargo, olvida que el protocolo sobre la estructura institucional del Mercosur, también establece en su artículo 37 que “las decisiones de los órganos del Mercosur serán tomadas por consenso y con la presencia de todos los Estados Partes”, esto es, de los 4 países miembros.

En consecuencia, es evidente que no existe un consenso ni acuerdo sobre el traspaso de la Presidencia Pro Tempore del Mercosur a Venezuela. Forzar el traspaso de la dirección del Mercosur traerá consecuencias graves de toda índole que afectarán, sin duda alguna, a toda la región. En primer lugar porque el país que lo preside es donde se realizan las reuniones de todos los comités de la organización, por lo que si al final ni Brasil ni Paraguay envían a ningún delegado a las reuniones que Venezuela convoque, la organización no podrá tomar ninguna decisión. Adicionalmente esta situación causará que el mercado común entre en una situación de parálisis, todo lo cual afectará el avance en la gestión más importante que tiene actualmente la organización: tratar de concretar un tratado de libre comercio con la Unión Europea.

La propuesta más sensata en aras de mantener la paz, a la fecha, es aquella de establecer un lapso de gracia, a través del cual Uruguay continúe con la Presidencia Temporal hasta agosto, mientras se sigue evaluando la crisis venezolana y analizar la posibilidad o no que asuma la Presidencia del organismo. Lo cierto es que nos encontramos ante una situación complicada y con posiciones evidentemente encontradas. A través de un comunicado el Mercosur fija posición con relación a que el organismo no puede, ni mucho menos debe ser espacio para la lucha política, porque esto afecta la unidad y la integración de los países integrantes del Mercosur, por lo que establecen el traspaso de la Presidencia Pro Tempore a Venezuela, exhortando al país a asumir su responsabilidad e instando a los gobiernos de los países miembros a cumplir con la normativa que rige el organismo.

Sin embargo, el conflicto continua porque Paraguay sigue oponiéndose, asegura que no reconoce la autoproclamación de Venezuela en el cargo, es decir, el traspaso de la Presidencia a manos venezolanas y por tanto en consecuencia para ellos, lo que hay es una vacante porque la misma no puede estar en manos de un país que no cumple con los derechos humanos.

A decir verdad y en virtud de la situación de crisis de toda índole por la que atraviesa Venezuela sería absolutamente irresponsable otorgarle a Nicolás la responsabilidad de dirigir las políticas económicas de la región, toda vez que no ha podido sortear ni resolver la del suyo, sus políticas económicas absolutamente erradas son las que mantienen a los venezolanos en jaque por el sustento diario, no me atrevo a imaginarme lo que haría en seis meses a la cabeza del Mercosur