Luis Eloy Añez: Islandia en la Eurocopa… ¡un modelo a tomar en serio!

Luis Eloy Añez: Islandia en la Eurocopa… ¡un modelo a tomar en serio!

thumbnailLuisEloyAñezUna mina de talento, emerge desde los glaciares… ¡un modelo a tomar en serio!

Entre las más esperanzadoras sorpresas, digna de admiración, ha surgido en el  mundo futbolístico mundial Islandia, país vikingo de tan solo 330.000 habitantes, compitiendo y midiéndose por primera vez en su historia, en esta recién concluida decimoquinta edición de la Eurocopa 2016, con las grandes potencias del fútbol europeo. Inclusive, como un chiste, a través de las redes sociales, tomaban al diminuto país, refiriéndose a cómo fueron descartando a los no aptos de toda la población para jugar en la selección, hasta que solo quedaban los 23 que integran el equipo… ahora, cabe preguntarse: ¿qué hay detrás de este surgimiento? ¿sobre qué pilares se sustenta este modelo? Y, sobre todo, ¿qué podemos aprender y extrapolar de esta experiencia?

Para ubicarnos en el contexto-país, haciendo una investigación y breve recorrido por la geografía, clima, economía, historia y otros aspectos generales de esta remota isla, nos encontramos con datos de interés. Sobre su territorio: un país nueve veces más pequeño que Venezuela en superficie y con menor población que la ciudad de Barinas. El porcentaje de tierra cultivable es del 0,07% y un 11%  de su territorio está cubierto de glaciares. Es uno de los  países más volcánicos del planeta tierra: más de 200 volcanes, muchos de ellos activos. No tiene ejército, ni armada, ni fuerzas aéreas. Sobre su clima, en verano hay 24 horas de luz y en invierno entre 3-4 horas. Más de la mitad del año su temperatura se encuentra bajo cero. Con esta descripción, para algunos podría resultar hasta inhóspito pensar en vivir en Islandia, sin embargo, en las encuestas globales, siempre salen posicionados con altos índices de felicidad. Es uno de los países con mayor longevidad del planeta: 85 años las mujeres y 81 los hombres. Suponemos que respirar aire puro y la vida tranquila del islandés ayuda a vivir más.





Continuemos. Desde hace 16 años, su modelo económico es de libre mercado. A partir de entonces, muchas empresas estatales fueron privatizadas y se introdujo la competencia en sectores antes monopolizados por el Estado. La pesca es la mayor industria del país y el pescado el principal producto de exportación. En los últimos años, sin embargo, el turismo, capitalizando su naturaleza deslumbrante,  se ha convertido en uno de los principales motores de la economía, creciendo a tasas de entre el 15% y el 20% por año. Durante  la crisis económica del 2008, fueron los primeros en tocar fondo, pero, eso sí,  fueron los primeros en salir. Hoy, no solo prácticamente no existe el desempleo, sino que la economía de esta gélida isla se encuentra entre las más prósperas del mundo y con mayor nivel de bienestar social. En el plano político, la derecha y la izquierda han logrado conformar una gran coalición en la conducción del país. Los poderes públicos son independientes y su banco central es autónomo.

Sobre sus antecedentes futbolísticos, en el libro Soccernomics (Simon Kuper & Stefan Symanski, 2012), ubican a Islandia entre los países mas apasionados y fanáticos del futbol, como cualquier otro entre los más reconocidos… esta clasificación es medida en función del número de habitantes que practican el deporte, asisten a los partidos y los ven por televisión. Bajo esos parámetros, Islandia se sitúa entre los primeros 15 del mundo. Por otro lado, de acuerdo al ranking de la FIFA, la evolución que ha tenido Islandia desde los últimos 10 años ha sido sorprendente. En el 2006, se ubicaba por debajo del puesto cien en el ranking FIFA tras selecciones como Siria, Gambia, Malaui o Botsuana. Hoy en día, se encuentra ubicada en la posición  # 22, su mejor nivel histórico, escalando 90 posiciones en los últimos 5 años. Un dato curioso, como reflejo de su afición, para el partido de cuartos de final de la reciente Eurocopa, un 10% de los islandeses viajó a Francia para apoyar a su equipo, que, por primera vez en su historia, participaba en la Eurocopa, contra la selección local… Si alguna vez tuvieron complejos frente a las grandes selecciones, ya no. Tienen suficientes razones para celebrar. Ha sido una victoria contra todo pronóstico, que debe alentar a las selecciones de muchos países a seguir luchando por sus sueños.

Entonces, ¿cuál es el secreto? ¿qué hay detrás de este surgimiento? ¿cuáles han sido los factores que han posicionado a Islandia en el mapa de los mejores ocho del continente europeo? De acuerdo a distintas fuentes bibliográficas, mi experiencia en el ámbito gerencial, promotor de campamento de fútbol vacacional y padre de ex futbolista junior (ahora tenista), me permito identificar y resumir los 4 principales ingredientes que considero han contribuido a este fenomenal surgimiento:

  1. Visión y foco: Desde hace al menos 15 años, motivados por esa gran pasión por el fútbol, soñando en convertirse en una gran potencia futbolística, su principal  visión, para la cual se trazaron objetivos claros y un plan de acción concreto, fue crear las condiciones y el entorno necesario para desarrollar el máximo potencial de sus jugadores, desde su etapa más primaria, con la mejor formación posible. Condiciones que se sustentan sobre la filosofía de la búsqueda permanente de la excelencia y el uso eficiente de los recursos. Todas las instituciones y personas que tienen que ver con el fútbol islandés, se han focalizado en construir con mucha disciplina y responsabilidad esta base fundamental, para que permita su desarrollo y perdure en el tiempo.
  1. Inversión en infraestructura.  Como producto de esa visión, un  factor clave fue la inversión en la creación de una excelente infraestructura para el desarrollo continuo del fútbol base. Se estableció una alianza entre la federación de fútbol y las autoridades locales para invertir y construir campos techados de grama artificial por todo el país (hay más de 20). La FIFA inclusive hizo un aporte, como parte de su programa de apoyo internacional. Así, los chicos, a un costo bajo, podían jugar todo el año y desarrollar sus habilidades físicas y técnicas, practicando muchas más horas diarias y sin interrupciones por las estaciones. Esto  antes era imposible de hacer al aire libre con el frío y la lluvia que convierte a los terrenos de la isla en campos de barro.
  1. Profesionalización y capacitación de entrenadores: La federación de fútbol de Islandia trabaja duro y ha hecho una importante inversión para asegurarse de que todos los entrenadores estén certificados con las licencias A o B de la UEFA (Unión Europea de Asociaciones de Fútbol), la certificación más alta de coaching del mundo, aparte de la licencia UEFA Pro (requerida para dirigir algún club europeo profesional). Se asegura también de que asistan a todas las conferencias y cursos internacionales de actualización. Aunado a esto los islandeses mantienen un fanático empeño por aprender estudiando a los mejores equipos europeos. Se han concentrado en las mejores prácticas para fomentar el desarrollo integral de los atletas, desde su etapa inicial, que comienza a partir de los 6 años de edad. Es decir, la calidad de la enseñanza que reciben los niños desde que tocan por primera vez el balón es óptima. Luego, a partir de los 14-16 años, los entusiasman a jugar en equipos europeos para continuar con su desarrollo. Cabe destacar que existe un entrenador certificado (y bien remunerado) por cada 50 niños registrados. Sin duda que si la enseñanza y aprendizaje no comienza  siendo la mejor desde una temprana edad, luego es muy difícil construir y desarrollar sobre unas fundaciones débiles.
  1. Creación de una cultura orientada a la excelencia y uso eficiente de los recursos.  Una cultura y entorno orientado a la excelencia y abierta al aprendizaje  fue un paso fundamental. Una decisión que dio como resultado la lucha por lo mejor. La combinación de una gerencia eficiente de sus dirigentes federativos, junto a  padres, entrenadores y atletas, alineados y comprometidos en alcanzar el mismo objetivo, compartiendo el mismo sueño, permitió que la visión se volviese una realidad. Han funcionado como un equipo de alto desempeño, donde todos los integrantes, desde sus respectivas posiciones, están haciendo lo mejor y entregándose al máximo por su equipo. Un celoso cuidado y uso racional de los recursos e inversión en el capital humano, también ha sido clave. Ahora, rumbo al clasificatorio de Rusia 2018, ahora que todo apunta a un futuro brillante para  el fútbol islandés, muchos nos preguntamos: ¿qué vino primero, el huevo o la gallina?… o mejor: ¿dónde está o quién fue el gallo?

Viendo entonces el caso exitoso de esta aguerrida selección, proveniente de una diminuta y remota isla, ¿qué podemos aprender y extrapolar de esta experiencia para Venezuela? ¿qué nos ha pasado, siendo un país casi 100 veces más grande en población? Lo que sí podríamos señalar es que no ha sido por falta de talento (tenemos una mina de oro en potencia). Ni de recursos económicos (hasta hace un par de años, disfrutamos de una bonanza y renta petrolera sin precedentes). Si claramente vemos un área de oportunidad inmensa para trabajar es en mejorar el nivel de formación de nuestros entrenadores (son muy pocos los que tienen alguna certificación equivalente a la de la UEFA) principalmente en el fútbol menor.  Entrenadores que deben tener acceso a la mejor formación disponible del fútbol internacional. Con lo que contamos es insuficiente y de calidad muy por debajo de los estándares mundiales, europeos e inclusive latinoamericanos. Más cuando recae en nuestros formadores la responsabilidad de identificar y desarrollar, desde una muy temprana edad, el máximo potencial de nuestro talento nacional.

Necesitamos invertir en infraestructura de calidad, para que muchos más chicos practiquen bajo los estándares internacionales. Una gran cantidad de canchas públicas, a nivel nacional, se encuentran en muy malas condiciones y se siguen deteriorando por falta de mantenimiento. Asimismo, vemos como nuestros potenciales talentos de bajos recursos no se pueden desarrollar, y ni siquiera jugar, por falta de equipamiento básico (desde un par de zapatos hasta una canillera).

Ahondando más, el Dr. Richard Páez, destacado exdirector técnico de nuestra selección, en entrevista concedida al Diario Los Andes, comenta sobre la necesidad del fútbol de organizarse desde las bases, en las comunidades, con los equipos, registrándolos para participar en los procesos electorales y renovar la dirigencia para empezar desde abajo la transformación. Señala debilidades y vicios que desde hace décadas abundan en la institucionalidad de nuestro fútbol nacional. En este sentido menciona “¿por qué si han cambiado los futbolistas, los entrenadores y las selecciones, los dirigentes no quieren cambiar?”

La posición del Dr. Páez, es muy crítica y frontal, como estos casos ameritan. Nos hace reflexionar más sobre los cambios que se requieren  para lograr la transformación de nuestro fútbol. Entonces, ¿por dónde empezamos? ¿será que nos hace falta una mezcla o inyección de sangre vikinga o mejor, gaucha, que habla nuestro idioma? Podemos a lo mejor empezar desde una escala pequeña, haciendo las cosas bien, con los mismos ingredientes que están haciendo de Islandia una potencia futbolística. Entre las cosas buenas que hemos visto están las iniciativas y programas implementados por Empresas Polar, trayendo a entrenadores y representantes del equipo Real Madrid, para identificar a nuestra mejor cantera entre 14 y 16 años, ofreciéndoles a los seleccionados un entrenamiento corto y una experiencia muy enriquecedora en su sede principal en Madrid. Asimismo, los cursos de actualización dictados por el Gatorade Sports Science Institute (con expertos ponentes internacionales y nacionales) para nuestros entrenadores y personas ligadas al fútbol nacional.  Todo maravilloso y motivador, pero deja una gran sensación de vacío al ver toda la oportunidad y talento que estamos perdiendo por falta de una estructura base sólida que asegure el desarrollo integral y continuo de nuestras jóvenes promesas, nuestros futuros Arango, Rondón, Peñaranda, Rosales, Vizcarrondo, de los cuales hay muchos.

Vamos a necesitar conformar un gran equipo multidisciplinario (profesionales dolientes del ámbito deportivo, gerencial, institucional público y privado, empresarios), una selección aguerrida, renovada, comprometida y alineada con una visión transformadora, objetivos claros y de primer mundo. Así, impulsaremos el salto cuántico necesario. Bienvenidos serán todos aquellos que seriamente quieran aportar y sumarse al rescate  de nuestro talento emergente. Ya tenemos una selección de básquet que nos está representando en las olimpíadas de Río 2016. Apostemos y trabajemos duro para que el fútbol también nos represente en una cita mundial. Imagínense que  lo podemos lograr. ¡Vamos que sí!

 

Luis Eloy Añez L.

Gps4sports@gmail.com