La trampa que le tendieron al General en Jefe Padrino López, por Exequíades Chirinos

La trampa que le tendieron al General en Jefe Padrino López, por Exequíades Chirinos

thumbnailexequiadeschirinosCuando el presidente Nicolás Maduro le preguntó en cadena nacional al General Vladimir Padrino López, ¿cómo vamos, Padrino?, fue evidente que la trampa contra el militar estaba en plena ejecución.

En la historia reciente, el difundo mandatario Hugo Chávez Frías le abrió la compuerta política al sector militar venezolano con la inclusión en la Constitución Bolivariana de Venezuela del derecho al voto de los militares y fue una mera apariencia, una ilusión que pronto se desvaneció porque en la praxis ejerció con férrea mano las políticas de vigilar y castigar al mundo militar, sobre todo con el apoyo del estamento militar cubano.

Las evidencias de esa apariencia de otorgarles a los militares poder político sucedió cuando designó a un General, a Manuel Rosendo, al frente del Plan Bolívar 2000, proyecto orientado atender las necesidades sociales del país, aun cuando las atenciones de las necesidades sociales competían más directamente al propio Jefe de Estado y propiamente al sector civil, a través de uno de los tantos ministerios distintos al Ministerio de la Defensa.





Cuando fracasó el Plan Bolívar 2000, el militar de alto rango se transformó en un fracasado y todas las culpas recayeron en él, inclusive de corrupción administrativa, salvándose de la responsabilidad social el Presidente Chávez, cuya popularidad se mantuvo intacta, no así el sector militar que comenzó a ser criticado por la gente.
El hecho más notorio de las trampas tendidas a los militares recae en la figura de su compadre, jurador del Samán de Güere y salvador, el General Raúl Isaías Baduel, quien nada más y nada menos fue la figura principal en la operación que permitió restituir en el poder a Chávez en el 2002.

Después de ser alabado, promocionado como héroe, ascendido a la categoría de General en Jefe (igual que la jerarquía de Simón Bolívar), nombrado Ministro de la Defensa y después de haber hecho todas las tareas de apoyar al Presidente y sus nefastas políticas, incluida la política de meter a los militares cubanos en los cuarteles, Baduel fue hecho prisionero en el 2009 y confinado a la cárcel por su compadre – Presidente, por el solo hecho de estar en desacuerdo con la forma como implantaban el Socialismo de Estado.

Sencillamente, Baduel cayó en la trampa al creer en la ilusión de poder que le ofreció el Presidente de la República, entonces Hugo Chávez Frías, al ascenderlo, adularlo todos los domingos y darle el más alto cargo en el estamento militar porque cuando dejó de ser un funcionario necesario para las intenciones presidenciales, fue apartado de la peor manera porque hoy día, en el 2016, el General en Jefe sigue preso, aunque en su casa, con el agregado que también está detenido su hijo.

En la actualidad la receta pareciera volver a repetirse dado que el presidente Nicolás Maduro recurrió a los servicios del General Vladimir Padrino López quien, al igual que sucedió con Baduel, fue “premiado” primero con el ascenso a General en Jefe y el cargo de Ministro de Defensa de Venezuela.

Ello parque a Padrino López le dieron ahora la responsabilidad de atender el principal problema que en la actualidad aquejan a los venezolanos: proporcionar comida, abastecer de alimentos a las familias,complicación que tiene visos de hambruna en elpaís. En apariencia, le está dando al militar un gran poder político cuando luce que en verdad lo está enviando directamente al cadalso, al odio de la gente y de su propio sector militar.

Maduro designó a Padrino López en el cargo de jefe de la Gran Misión Abastecimiento Soberano, cuando esta altísima responsabilidad es competencia directa de Nicolás Maduro y de varios de los tantísimos ministros integrantesdel gabinete del Presidente, cobradores de jugosos sueldos de quince y último.

Porque para atender el problema alimentario existen en el alto gobierno de Maduro los siguientes cargos: Vicepresidente Sectorial de Economía y los Ministerios de Industrias, Comercio, Alimentación, Agricultura, Tierras, Pesca y Acuicultura (según Wikipedia) y cualquiera de esos flamantes ministros tiene la responsabilidad de estimular y proporcionar alimentos a la gente.

No es esta la competencia del sector militar, el cual tiene la gran competencia de cuidar al país y sus ciudadanos, en vez de ser usados como especie de perseguidores de productores y empresarios del sector de los alimentos y medicinas o de magos de la producción.

Este escenario de militares atendiendo una altísima responsabilidad, el principal problema que tiene en un hilo la continuidad del mandato de Maduro, pareciera más bien una nueva trampa contra los miembros del sector castrense en vez de una delegación de poder.

Especialmente contra Padrino López, quien acaba de anunciar la designación de militares para atender cada uno de los 18 rubros principales de alimentos del país como si la solución de estos rubros descansara en la aplicación de políticas castrenses, como si la producción de papa, arroz, leche o maíz necesitaran sólo de las órdenes de “atención…fir”, para aparecer como por arte de magia.

La conversión de Padrino y su estamento militar en gestores o productores de alimentos es objeto de risas a nivel mundial porque Venezuela es el único país del mundo que tiene General del Arroz, un General del Queso, un General de la Papa, un General de la Leche, etc. hecho que estoy seguro tiene incómodo a los oficiales de menores rangos porque nada saben de cómo se cría una gallina, un pollo.

En esa reunión militar, los parte que darán los 18 generales serán sobre kilos de harina, de yuca, carne, en vez de la vigilancia de las fronteras, de los cuidados del narcotráfico.

Más allá de la burla internacional que despiertan estas misiones dirigidas por el Generalato venezolano, la designación por parte de Maduro de un General en Jefe, equivalente al rango de Simón Bolívar, y de 18 generales dedicados a otros asuntos para los cuales fueron formados es, en el fondo, motivo de preocupación porque resulta muy difícil que estén preparados para atender las tareas de producción, distribución y comercialización de bienes alimentarios.

De nuevo, todo indica que el Presidente (Nicolás Maduro) se desliga de su altísima responsabilidad que le corresponde constitucionalmente porque es él y nadie más quien debe garantizar la comida y los alimentos para el pueblo venezolano.

Cuando fracase esa Gran Misión Abastecimiento Soberano entonces el único responsable será Padrino López y los militares. Entonces todos los militarespagarán todos juntos por pecadores, por haber aceptado su Ministro de la Defensa una tarea que verdaderamente le corresponde a uno de esos tantos Ministros cobradores de sueldos por el solo hecho de ocupar un puesto en el gabinete ministerial cada semana.

Esa cándida pregunta de Maduro a su militar de más alto rango, lanzada en transmisión nacional de¿cómo vamos, Padrino?, encierra que en el fondo el Ministro de la Defensa cayó en la misma trampa que le tendieron, entre otros, a los generales Rosendo y Baduel, guardando las distancias entre los tres militares y sus respectivas fojas y desempeños.
@exequiades