Quien esto escribe ha sido respetuoso del cargo que ostenta el General Padrino López, por valorar el papel que está llamado a jugar la FANB en el desarrollo nacional. Jamás de los diputados que hoy integramos la mayoría calificada de la Asamblea Nacional va a salir un llamado a la intervención de potencia alguna, de ningún tipo, en Venezuela. Ello sería contradictorio de nuestra propia esencia. Lo que sí está claro es que ha habido una injerencia excesiva del Gobierno cubano en Venezuela. Ello es visible y hasta chocante. Ahora bien, aquí nadie quiere ni intenta hacerle el favor de derrocar al presidente más anti popular que ha conocido la historia de Venezuela, a quien es indudable que el país le quedó grande. Acá la solución es con votos, con el mecanismo previsto en la Constitución para salir de esta crisis que amenaza con disolver al país. Venezuela vive un proceso de quebrantamiento de su cohesión socio política: una inflación galopante, una economía destruida, una corrupción rampante y jóvenes sin querer vivir en el país que los vio nacer, incluyendo a los de oficiales del FANB.
El artículo 328 está muy bien redactado y su interpretación es una sola. La FANB es una institución profesional, sin militancia política y no puede estar al servicio de persona o parcialidad política. Por tanto, es contrario a la ley la participación de miembros del FANB en actividades partidistas. Decir “Independencia y patria socialista” es contravenir lo establecido en la Constitución. Además de todo General Padrino López, usted como hombre cultivado sabe que el socialismo dejó de existir y que su único referente, Cuba, está hoy arrullado en los brazos de los Estados Unidos, buscando sobrevivir con las divisas que esa economía les puede proporcionar, dado que ya exprimieron a Venezuela como antes a la URSS. Por ello, reivindico ese artículo 328 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Dios quiera que el altísimo rechazo al presidente Muduro no se transfiera totalmente a la FANB, como ha venido ocurriendo.