A través de un comunicado, la Red por la Defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución señaló que el nivel de pobreza en el país continúa en aumento y que la extrema se ha triplicado en los últimos dos años.
A continuación lea el texto completo:
Cuando analizamos los niveles de POBREZA nos encontramos que en los últimos dos años estos han crecido de una manera preocupante. Lo observamos en la reducción de la capacidad adquisitiva de las familias, la cual se hace evidente al ser afectada por el sostenido crecimiento de la inflación.
Estimamos que los alimentos subsidiados por el estado, apenas cubre a una cuarta parte de la población y solo un tercio de sus necesidades de alimentos, el resto que consumen lo adquieren a los precios de mercado.
Consideramos pobres aquellas familias cuyos ingresos solo le permite adquirir una reducida parte de sus necesidades básicas en alimentos, transporte, ropa, zapatos y algunas medicinas.
Hace 5 años en el 2011 la pobreza total afectaba a solo el sector E, más o menos un 40%de la población. En el 2014 alcanzo a todo el sector E y buena parte del sector D, casi el 60% de las familias. Pero lo preocupante es que en Octubre del 2016 cubre los sectores E y D así como más de la mitad del sector C lo que nos indica que alrededor del 80% de la población se encuentran actualmente en pobreza.
De seguir la actual tendencia creciente inflacionaria se estima abarcara todos los sectores E, D y C que somos el 90% de los venezolanos para 2017.
Estimamos que el poder adquisitivo se ha reducido de enero 2014 a noviembre 2016 a menos de la mitad y lo podemos evidenciar al comparar la capacidad de compra de los productos que podemos adquirir actualmente y los que se obtenían anteriormente. A pesar de los ajustes salariales y los incrementos del bono de comida, la merma de cuanto podemos comprar es evidente al ver como los precios de los productos esenciales han aumentado casi tres veces a los incrementos recibidos por los trabajadores.
Su efecto en la capacidad de consumo es evidente, ya que nos encontramos que casi la mitad de la fuerza laboral del país, se encuentran ejerciendo la actividad informal, un 9% está desempleado y apenas un 44% está trabajando fijo y recibe los beneficios laborales.
La caída en la CANTIDAD DE ALIMENTOS QUE COMEMOS diariamente es lo más preocupante de esta crisis, donde observamos que los sectores E y D de la población consumen apenas unos 400 gramos promedios y el sector C unos 500 gramos diarios.
El requerimiento establecido por la Organización Mundial de la Salud es de un kilogramo al día por persona. Los efectos se hacen evidente en la mayoría de los sectores populares donde se observa un creciente cuadro de desnutrición con pérdida de peso. Esto nos indica que más del 80% de las familias se alimentan por debajo de los requerimientos necesarios para encontrarse saludables, sobre todo en proteína (carnes, pollo y pescado).
Los niveles de INGRESOS por familia mensuales han disminuido en términos reales, en la medida que la inflación alcanza niveles de HIPERINFLACION.
Hemos estimado que el sector E de la población sus ingresos son de unos Bs 100 mil o más al mes. El sector D supera los Bs 180 mil. El sector C más de Bs 300 mil. Sector B sobre los Bs 500 mil y el sector A supera los Bs 700 mil mensuales. Lo cual nos indica la dramática caída del ingreso y perdida poder adquisitivo de nuestros distintos sectores sociales que integran la familia Venezolana.
Lo cual se demuestra al compararlo con el valor de nuestra canasta básica, con el resultado que la gran mayoría de las familias Venezolanas pueden cubrir apenas una reducida parte de sus necesidades básicas.
La POBREZA EXTREMA está conformada por aquellas familias cuyos ingresos están por debajo de los Bs 100.000 al mes, estimamos que son alrededor de una cuarta parte de los venezolanos. Viven en situación dramática al tener limitaciones severas para alimentarse y estar altamente dependientes de los productos ofrecidos por los organismos públicos, presentan los mayores cuadros de desnutrición y afectaciones de su salud, por la misma falta de alimentación adecuada al solo consumir un promedio de una comida diaria y uno a dos paliativos adicionales al día conformado por apenas uno o dos tipos de cualquier alimento.
Si como Nación no somos capaces de cambiar el modelo económico y de desarrollo social, cada vez la situación será peor de la que en la actualidad nos encontramos.
Vicente Brito
Presidente
Red por la defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución