Ante el panorama tan dantesco que se perfila para los próximos días, producto de la actitud delictiva de un gobierno mafioso que para mantenerse en el poder, ha apelado a toda clase de argucia y trampa jurídico electoral, es menester propiciar la construcción de una propuesta más allá de la unidad que involucre a todos los sectores de la sociedad, y que se haga eco de los principales problemas que hoy agobian al pueblo venezolano, como son el hambre, la crisis de salud, la inseguridad, la escasez, el desabastecimiento y la crisis monetaria, entre otros.
Por Ismael García / @ismaelprogreso
Por supuesto, que esa ruta o vía democrática debe tener como uno de sus principales objetivos, la salida de Nicolás Maduro de la presidencia de la República, porque sólo así detonaremos toda esta tragedia política, económica, social y moral que ha ocasionado su gobierno, con daños prácticamente irreversibles en el tiempo. Es el momento de actuar con mucha agudeza, es el momento de las propuestas colectivas que nos involucren a todos dentro de la sociedad, y no esperar que un mesías nos resuelva nuestros problemas, es el momento de la unidad nacional fortalecida y a prueba de balas, porque esta es una lucha del bien contra el mal y contra los designios satánicos de un gobierno que ha llevado a nuestra Venezuela a la ruina, a la miseria, a la desesperación y prácticamente a la muerte.
No obstante, insisto que debemos construir una propuesta que sea aprobada por el país, como lo fue la salida del Referéndum Revocatorio, que unió a toda Venezuela porque era un camino seguro, constitucional y pacífico para salir del MaduroCabellismo y lograr el cambio político que exige la sociedad en su conjunto. Estoy convencido que con una propuesta bien elaborada, producto de una tormenta de ideas y de planteamientos concretos de todos los sectores del acontecer nacional, como la iglesia, los partidos políticos, los gremios, las federaciones, las organizaciones no gubernamentales, las universidades y la sociedad civil en general, podemos exigir la renuncia de Nicolás Maduro.
Pues bien, esta propuesta debe ir acompañada por contundentes movilizaciones de calle y un gran movimiento de unidad nacional activado en cada región de nuestra geografía nacional las 24 horas del día, porque las circunstancias así lo ameritan, y Venezuela requiere el aporte histórico de cada ciudadano que quiere vivir en paz, con justicia y en democracia.
Debemos hacer un llamado a la Fuerza Armada Nacional y recordar a los funcionarios policiales que los delitos de lesa humanidad no prescriben y que son castigados individualmente. También debemos exigirle que cumplan con su juramento de resguardar la soberanía y a nuestro pueblo, y no obedecer a intereses y políticas de exterminio de una cúpula militar envenenada y corrompida por el poder.
Los días por venir deben ser para luchar sin descanso para la conformación de ese gran movimiento democrático de país, y desde cada rincón de Venezuela enfocarnos en esta cruzada histórica que dejará nuestra moral y nuestro empeño en lograr el cambio del modelo político del país, destruyendo para siempre las cadenas de la opresión y de la barbarie impuesta por la vergüenza más grande que ha pasado por Venezuela, como lo es la falsa revolución.
Así pues que nuestra consigna de lucha y nuestro accionar politico y social debe ser que Nicolás Maduro se vaya de la Presidencia de la República, y con él todos sus funcionarios corruptos e inmorales que nos sumergieron en la peor crisis jamás vivida; y la inmediata convocatoria a unas elecciones generales.
Ismael García
Diputado a la Asamblea Nacional
PJ-Unidad Democrática
@ismaelprogreso