La pérdida petrolera de Venezuela ha sido brutal, incalculable e imperdonable

La pérdida petrolera de Venezuela ha sido brutal, incalculable e imperdonable

PdvsaSocialista

 

Leemos con atención una información que vemos publicada en Petroguía, relacionada con la producción de Venezuela y queremos compartirla con algunas precisiones y nuestro comentario al final.





Por Horacio Medina @unape 

La producción petrolera venezolana registra una caída continua que alcanza 18% entre 2012 y 2016, que se corresponden a los cuatro años que lleva Nicolás Maduro en el gobierno después de la salida de Hugo Chávez. Según la cifras oficiales de OPEP, en diciembre de 2012, la extracción de crudo de Venezuela estaba en 2 millones 769.000 barriles diarios, de repetimos,  cifras entregadas por las autoridades oficiales a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y el reporte de esa organización para diciembre de 2016 arroja un volumen de 2 millones 270.000 barriles por día, lo que implica una disminución en números absolutos de 499.000 barriles.

Los datos entregados por el Ministerio de Petróleo (ente oficial totalmente desvirtuado y destruido, carente de credibilidad) a la OPEP señalan que el primer año de gobierno de Maduro en 2013 fue cuando se registró un repunte en la producción al elevarse en 125.000 barriles para colocarse en 2 millones 894.000 barriles por día, pero en 2014 cayó a 2 millones 733.00 barriles y en 2015 a 2 millones 364.000 barriles diarios. Las cifras del Banco Central de Venezuela (BCV) (otro ente que lamentablemente carece de credibilidad, otra víctima de estos 18 años de destrucción) con respecto al comportamiento del producto interno bruto petrolero se desconocen toda vez que ese organismo no ha entregado la data completa del año 2015 sino hasta el tercer trimestre con una reducción de este sector de 0,9%. El BCV tampoco ha suministrado información sobre la variación del PIB durante el primero, segundo y tercer trimestre de 2016.

Nuestro comentario

Ante esta información consideramos importante hacer algunas precisiones. Cuando desde el Ejecutivo y de acuerdo con el plan trazado, Hugo Chávez decidió apoderarse de la renta petrolera, le resultaba imprescindible, tomar PDVSA. Luego de varios intentos, finalmente logra hacerlo a comienzos del año 2003. Era mandatorio para su nefasto proyecto.

Al momento de la llegada de Hugo Chávez al poder el 02 de febrero de 1999, la capacidad máxima de producción (potencial) de Venezuela era 3 millones 530 mil barriles diarios y la producción, luego de algunos ajustes para cumplir los acuerdos OPEP, era de 3 millones 250 mil barriles diarios, de los cuales 450 mil barriles correspondían a producción proveniente de Convenios Operativos y los Proyectos de la Faja del Orinoco. La producción correspondiente al esfuerzo propio de PDVSA era de 2 millones 800 mil barriles diarios (según algunas estimaciones hoy el esfuerzo propio, con ayuda disimulada, alcanza 1 millón 250 mil barriles diarios).  Vale decir que el Plan de Negocios, vigente en ese momento, vislumbraba un crecimiento de la capacidad máxima de producción (potencial) de Venezuela de 6 millones 400 mil barriles  para el 2010, basada en 1 millón 300 mil barriles de la Faja, 800 mil barriles de Convenios Operativos y 4 millones 300 mil barriles para el esfuerzo propio de PDVSA.

Lo que debe quedarnos muy claro es que la pérdida ha sido brutal, incalculable e imperdonable. La destrucción ha sido masiva que incluye decenas de fallecidos y centrares de heridos en accidentes por negligencia; destrucción irreversible en muchos yacimientos; deterioro de la infraestructura e instalaciones de la industria; quiebra de decenas de empresas de servicios y de industrias conexas; la desprofesionalización criminal del personal, en todas acepciones, directivo, gerencial, técnico, administrativo y obrero; la corrupción institucionalizada y la pérdida absoluta de principios y valores institucionales. En fin, una verdadera desgracia, una tragedia que subyace en la quiebra moral e institucional del país.

La pérdida ha sido pero muchísimo mayor que 500 mil barriles de producción de crudo. Solo deténganse usted, unos minutos a pensar lo que podría haber sido Venezuela, de no haber ocurrido esta catástrofe que comenzó el 02 de febrero de 1999.