El Defensor y la Fiscal, por @lmesculpi

El Defensor y la Fiscal, por @lmesculpi


De verdad se destacó en una época como luchador social, defensor de los derechos humanos. En los dolorosos días del Caracazo actuó, junto a otros, en consecuencia. Militaba en el PRV la organización que dirigía Douglas Bravo, la misma a la que pertenecía Adán Chávez y con la que inicialmente, su hermano Hugo estableció vínculos.

Fue diputado en el último periodo del anterior Congreso, allí siempre mencionaba en las conversaciones su militancia anterior. Fue designado presidente del denominado Consejo Moral Republicano, para impedir que la Fiscal quien ya venía marcando discreta distancia, encabezará el Poder Ciudadano.

La cúpula gobernante en su obsesión de conservar el poder a toda costa requiere mantener un férreo control de todas las instancias fundamentales para el cumplimiento de su principal objetivo. El Tribunal Supremo de Justicia, esencialmente su sala constitucional, constituye un soporte de sus propósitos, también el Consejo Nacional Electoral, la Fiscalía, la Contraloría y la Defensoría del Pueblo.

Más que los requisitos establecidos en la Constitución ellos valoran la condición obsecuente de los postulados. Quienes no toleran la más mínima diferencia, esa condición es adoptada en su lógica con toda normalidad.

Así el antiguo consecuente defensor de los Derechos Humanos se ha convertido en una pieza clave para justificar todos los atropellos y las violaciones del régimen. Ante el valiente y conmovedor testimonio de su hijo mayor, a raíz del asesinato del joven Juan Carlos Pernalete estudiante de la Universidad Metropolitana, donde expresó su preocupación “por la ruptura del orden constitucional en Venezuela”; el mismo día el flamante defensor envió un mensaje al conductor del programa ” Con el mazo dando”.

Según el texto leído en el programa su contenido fue: “Eres mi hermano, ayer hoy y siempre. Mi abrazo y agradecimiento poeta. No los defraudaré”.

El gobierno también respondió al joven Saab con un vídeo del hijo de Nicolas. Ahora Tarek William Saab viaja al Líbano para entre otras cosas; hablar sobre Constitución, Democracia y Derechos Humanos. Disertará según informa, sobre su experiencia en el cargo que ostenta, frente a 3000 delegados del mundo entero. No podrá apelar a la verdad, tendrá que nuevamente hacer gala de malabarismo y del cinismo característico de su actuación pública reciente.

También en el PRV militó la Fiscal de la República en sus años mozos, una famosa fotografía de la época recorre las redes sociales, donde ella habla por un megáfono, acompañada de otros jóvenes que reparten volantes. Su actuación frente al Ministerio Público en la década que ha estado al frente de él ha sido bastante polémica, durante años fue uno de los principales puntales del régimen para adelantar la judicialización de la política. De ello existen suficientes evidencias, los juicios contra los estudiantes en el año 2014 y la prisión a Leopoldo López son una clara expresión en ese sentido.

Desde hace ya algún tiempo en el Ministerio Público se ha venido sosteniendo un comportamiento más institucional, la Fiscal compareció ante la Asamblea Nacional para presenta su memoria y cuenta hace ya más de un año, donde un aspecto que destacó fue la alta cifra de muertes violentas ocurridas en el país. La Fiscalía no ha imputado algunos detenidos injustamente ejemplo: Coromoto Rodríguez y el periodista que en un acto público voló un drom. Su actuación más relevante fue cuando catalogó como “una ruptura del orden constitucional ” las sentencias 155 y 156 del TSJ.

Estas y otras actuaciones de Luisa Ortega Díaz indican una evolución que no puede ser ignorada, más allá de los cuestionamientos de sus otras actuaciones. No compartimos para nada, las expresiones extremistas en redes sociales que consideran las reacciones del joven Saab, la de la Fiscal y otras manifestaciones disidentes, como “operaciones del G2”. En la crisis se presentan divergencias genuinas que deben ser comprendidas y estimuladas. No se trata de intentar que la Fiscal se sitúe en el campo opositor, sino que efectivamente su actuación sea institucional. Hoy aunque el Defensor y la Fiscal tienen un mismo origen político, su comportamiento es absolutamente distinto. La transición a la democracia para su estabilidad y gobernabilidad requiere de una visión amplia que permita el reencuentro entre los venezolanos.

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