El Teniente David Cabello salió corriendo del Seniat a defender la revolución y en eso Jorge Rodríguez le advierte-“Teta que mano no cubre, no es teta, es ubre”, usted con esa mano e´ goma no puede garantizar la victoria en esta batalla de las tetas. Pero el refranero es sabio y también tiene el opuesto: “Teta que no cubre mano, no es teta, es grano”. Jejejeje, y se fue muerto de la risa el hermano de Diosdado y se lavó las manos como Poncio Pilatos. En eso Aristóbulo que ha hecho un estudio Comunal de las prepagos dijo- La solución está “en caso de duda, la más tetuda”.
Y salió el lujurioso de García Carnero “dime con quién andas… y si está BUENA, me la mandas”. Y ni corto ni perezoso Juan Guaido le dijo “El que se fue a la villa perdió su tetilla”, Ud. se la pasa rascado y así Ud. “arruga pero no plancha”
El sargento que manipulaba la Ballena se molestó y le dijo a la Sra. que se subió la blusa, en tono sarcástico-¡esos limoncitos!- Y la mujer envalentonada le riposto -escuche señor, no todas podemos tener “teutónicas” grandes.
Y llego el General Zavarce gritándole a la tropa –olvídense de esa pendejada que declaro mi General Padrino de “que a la mujer ni con el pétalo de una bomba, digo rosa” ¿por qué no zarandean a esas mujeres que son machorras?- y un guardia nacional raso le dijo -¿Cómo se puede ser machista con semejante par de tetas mi General?”
Y se apareció el director del Sebin en persona, el mismísimo González López, dicen que fue a bucear para ver cómo le jala bolas a Merentes y le recomienda un buen diseño, pero en eso vio a una mujer sospechosa de cargar explosivos y ordeno detenerla con sus esbirros, la mujer forcejeo, se barajusto como una vaca jorra pero arrecha y le espetó: “Yo lo único que tengo de verdad son los sentimientos y los kilos de silicona que me pesan como cristales.” González López intento tocarla para hacer una investigación profunda y de repente, raudo y veloz, se apareció el diputado Marquina y en defensa de la manifestante desafío al General González López diciéndole -¿Por qué no me tocas a mí? para que confirmes que esto no son tetas, ¡Son pectorales!”-
Padrino López carraspeaba por radio pidiendo un informe del tamaño de la manifestación-Cunaguaro uno a Venado 2, informe si esa marcha tiene fuerza-, y venado 2 respondió después de echar un vistazo, -cunaguaro uno, la verdad es que como gigante no es la concentración pero usted sabe que las tetas de mujer, tienen mucho poder.” Eso es lo que comenta Pedro Carreño cuando delibera con la Fiscal Susana Barreiro.
Diosdado llama a Darío Vivas y arrecho le reclama- ¿Por qué esa esmirriada movilización de las mujeres del Psuv, te dimos un realero y sales con esa chimberia de movilización?…Darío refunfuña, masculla que ya está muy viejo para que lo sacudan tan feo, como cuando era guachimán del MAS y Teodoro lo regañaba porque no aseaba bien su baño. Y sacando fuerza de su protuberante barriga se anima a ripostar, -bueno, mala, mala no está, lo que pasa es que si tú la estas midiendo por las figuras de las mujeres, la verdad es que las de aquí tienen “Rostro de horno, piernas de río, y tetas de frío.”, me tuve que fajar con “la fosforito” que estaba empeñada en quitarse la franela roja para mostrar su artillería-. Y Diosdado le pregunta,- ¿Y cómo hiciste para pararla?, -bueno le dije, mire Camarada la verdad es que “más tiran dos tetas que un par de carretas”, pero la suya ya no tiene ruedas, así que mejor mueva ese greñero que con esas mechas puede ser más efectiva en el combate-
El General Benavides monitoreaba la movilización y pedía desesperado informes para mantener al tanto de todo al ministro Reverol. Y radio en mano, casi que atragantándoselo, exigía al General Zavarce un reporte detallado. Éste se limitó a decirle-Por ahora todo tranquilo General Benavides, estas mujeres solo cantan-. Benavides, que utiliza la contrainteligencia le comenta al General Zavarce-yo no lo creo así, tan facilito, porque “cuando el río suena es porque piedras trae”-. No General Benavides más bien diría que “cuando este rio de mujeres suena es porque pantaletas traen”,
De repente comenzaron a volar por los cielos los pantalones de todas las marcas, aquello parecía un baratillo del mercado de Guaicaipuro donde más de uno de los efectivos militares-digo los pela bola de los guardias nacionales y los revolucionarios de los paramilitares que reciben salario mínimo- van de compras, y recordando esos tiempos en que escuchan-“meta la mano, meta la mano, lleve dos y pague uno”- de verdad, más de uno pensó que podía introducir su diestra entre las piernas de ese mujerero y la negra Rosaura acompañada de su marido, con una cara más seria que un flux, le dijo, -epa, que te pasa, el amor es ciego, pero ve a distancia, así que tranquilo que te tengo pillao- y se trataba del propio “cabeza é mango”, que groseramente le dijo a la Rosaura, -no te preocupes que yo no gasto pólvora en zamuros- y la negra se engrincha y lo carajea-Barájamela más despacio, cada oveja con su pareja y a ti lo que te sale es pedradas porque el que siembra mango guarataras le tiran, además yo tengo mi yunta que sabe que de noche todas las gatas son pardas-. Y apareció Kiara con las manos en jarra, desafiando al oficial que comandaba a los que lanzan las bombas lacrimógenas y el militar le decía –no se afloje el cinturón, deje ese cierre en su lugar, no se los baje, porque estos hombres “donde ponen el ojo ponen la bala”, digo la bomba-. En eso salto como una liebre Caterina Valentino y le grita-aja, “el pez muere por la boca”, esta convicto y confeso coronel porque está amenazándonos con “tirarnos” y eso es acoso, además hablando usted de cierre, vea sus pantalones, Jejejeje, lo tiene abajito y “en jaula abierta, pájaro manso”. Lo cierto es que aquello se convirtió en un berenjenal. Entre tetas y mujeres en pantaletas los colectivos quedaron “más perdidos que Adán el día de las Madres”. La manifestación no hizo que la sangre llegara al río Guaire, pero las pantaletas sí.
A María Corina un pelotón de soldados que dejaron las mangueras de la Ballena tiradas en la calle le gritaban –que se lo quite, que se lo quite- y María hizo el intento pero la verdad que no pudo porque esos pantalones le quedan “más apretado, que tuerca de submarino”. Mientras que en el jolgorio de las mujeres chavistas no se querían quedar atrás, porque ellas también tienen su María. Y estridentemente decían “pantaletas con pantaletas se pagan” Y María León acepto el petitorio de un grupo de jodedores de la Policía Nacional que estaban “más aburridos que un paseo en aplanadora”, fastidiados, pensando como bueno el refrán de que “a caballo regalado no se le ve colmillo” y aquello como era de esperarse fue “más la bulla que la cabuya”. En eso Darío le reclamó furioso al policía -mire compatriota “La ropa sucia se lava en casa, además lo que es igual no es trampa”, porque allá, en la marcha de esas escuálidas Ely Ojeda no salió muy bien parada, que digamos, y la vamos a acusar de “homicidio intencional en grado de frustración” porque al capitán Nereo Gómez le dio un soponcio cuando soltó la bazuca para meterle un ojo a las que te conté de Ely Ojeda, y el impacto le provoco un ACV, ella es responsable de la salud de ese funcionario experto en lanzar bombas a los pechos-remato balbuceando Darío. En eso se entromete villeguita dándoselas de pudoroso-eso de que nuestras tropas se afanaran por ver una que otra teta es decepcionante y nuestras tropas quedaron decepcionadas porque que esperaban que Norkis Batista les explicará cómo es eso del orgasmo y quien quiso hacerle la suplencia fue Tamara Adrían y le tiraron unos gases, pero no lacrimógenos-.
Al final de la tarde se reunió el alto mando cívico-militar y la conclusión de Reverol fue decepcionante para la revolución:-camaradas, esta batalla la perdimos, yo no soy escaparate de nadie, esa es la verdad y es hora de que se informe a donde fueron a parar los miles de millones que dispuso Merentes para preparar las tetas del siglo xxi. En eso salto como corcho e limonada Merentes y le dijo a Reverol-Cachicamo diciéndole a morrocoy “conchúo”, tu tendrías que explicar en que se gastaron los churupos para el mejoramiento físico de las camaradas, porque en vez de traer tantas lacrimógenas y perdigones no importas silicona.