Juan  Guerrero: Periodismo vecinal

Juan  Guerrero: Periodismo vecinal

 

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  Esto de la democratización de las redes sociales (RR.SS) es bien delicado. Sobre todo porque le resta poder a los dueños de medios de comunicación tradicionales, y también porque le arrebata de las manos a ciertas eminencias, la falsa creencia según la cual para comunicar públicamente hay que ser periodista y colegiado.





  Los defensores de semejantes principios han estado controlando, junto con gobiernos y demás estructuras de poder, a las comunidades y la ciudadanía en general penetrando en sus hogares sin su permiso. Además, creando fenómenos comunicacionales (“hoax”) generando en las personas creencias ajenas a sus intereses como ciudadanos.

  En fin que esto de las RR.SS es asunto bien interesante porque desde hace cierto tiempo los ciudadanos, organizados en grupos de opinión, han decantado sus temas de conversación, filtrado sus noticias y generado formas novedosas de comunicación que les permiten estar informados de manera veraz y al instante, antes que los medios tradicionales, tanto clásicos como portales y páginas electrónicas.

  Es cierto que las matrices de opinión en las RR.SS resultan muchas veces dudosas y manipuladas, pero es que eso también se nota en las noticias, imágenes y artículos de opinión, tanto en periódicos impresos como electrónicos.

  En la Venezuela de la guerra de quinta generación, asimétrica en sí misma, los denominados “guerreros del teclado” se han convertido en verdaderos agentes de inteligencia y contrainteligencia informativa.

  En la generalidad de los casos se parte de la buena fe de sus escritos y suministro de imágenes. Bien que si después mucha de esta información generada resulta desechable o falsa. No es jamás comparable a la generada por los llamados “laboratorios de la comunicación” creados especialmente para desinformar (fake-notice) y desarmar comunicacionalmente al internauta.

  Las RR.SS están desempeñando en Venezuela una decisiva forma de comunicar, en uso de las comunidades organizadas, para los grupos de la llamada Resistencia contra la dictadura. Su organizada y sofisticada clasificación de información, selección de miembros y vínculos con otros grupos de opinión (red de redes) tiende a filtrar, buscar datos, indicar lugar-fecha y hasta hora, y verificar fuente de información.

  Esto se hace intercambiando y contrastando información y se observa, tanto en la información escrita, imágenes y audio. En esto último se ha trabajado con mayor precisión, por ejemplo, para identificar y dejar al descubierto los laboratorios del llamado G2 cubano. Han sido las comunidades organizadas en su periodismo vecinal, que poseen grupos de opinión activos, donde aparecen los rasgos de un novedoso poder comunicacional que responde a las necesidades –sobrevivencia- de sus miembros. Porque las noticias en la inmensa mayoría de ellas, tratan de la seguridad real de vida/muerte en los ciudadanos.

  Estamos hablando de un tipo de periodismo de guerra. De defensa y autodefensa donde la comunicación, como derecho humano, determina la seguridad de una comunidad. Ya hace tiempo se superó el escalón de la banalidad en el uso de las RR.SS para el ejercicio de la información como farándula, bulo, chanza o chisme vecinal. Obviamente que ello seguirá existiendo pero ahora los temas que desbordan las RR.SS son eminentemente económicos y político-militares. Una ciudadanía que día a día ejerce su derecho a la información, construida y consumida en el mismo lugar de los hechos.

  Esto debe llamar la atención, no tanto a los investigadores de la comunicación como a los centros del poder, empresarios-periodistas, quienes pareciera que siguen transitando, en su mayoría, por sitios de papel y tinta mientras los usuarios cada vez más, se integran a una sociedad cibernética donde encuentran refugio, reconocimiento y son visibilizados.

  Es muy posible que la dictadura judicial venezolana censure y niegue a los ciudadanos su derecho a la libre comunicación en Internet, pero también es seguro que ya muchos vecinos y grupos de opinión, previendo esta ofensiva del régimen, han diseñado sus estrategias para burlar la censura. Después de todo, siempre la inteligencia de los ciudadanos organizados será superior a la bota militar del gorila rojo-rojito.

(*)  camilodeasis@hotmail.com   TW @camilodeasis   IG @camilodeasis1