Panamá y Costa Rica piden “multilateralismo” y cese de violencia en Nicaragua

Panamá y Costa Rica piden “multilateralismo” y cese de violencia en Nicaragua

 REUTERS/Andres Martinez Casares

 

Panamá y Costa Rica apostaron hoy por el “multilateralismo” y el “diálogo” como única salida a la crisis sociopolítica que azota Nicaragua desde hace dos meses y pidieron el cese “inmediato” de la violencia, que ya se ha cobrado la vida de más de 200 personas en ese país.

EFE





Las vicepresidentas y cancilleres de Panamá y Costa Rica, Isabel de Saint Malo y Epsy Campbell, respectivamente, mantuvieron este jueves un encuentro en la capital panameña durante el que abordaron la “preocupación” que el conflicto nicaragüense genera en la región.

“Hay mucha preocupación por Nicaragua, no vemos que haya realmente un cese a la violencia, que es lo más importante siempre, salvaguardar la vida y los seres humanos, apostando al diálogo”, dijo De Saint Malo.

Campbell, por su parte, explicó que Costa Rica “tiene una estrategia interinstitucional” para abordar la crisis no solo desde el punto de vista migratorio, sino también para contrarrestar los “impactos económicos” que esta ocasiona en la región, por donde cada mes transitan “más de 5.000 camiones de carga”.

La vicepresidenta costarricense recordó que el país ha ofrecido “visas diplomáticas de cortesía” para los familiares de los diplomáticos en Nicaragua y que “ya una de esas familias ha iniciado el trámite”

“El planteamiento es una salida democrática, buscar puentes para que no haya más derramamiento de sangre, llamar al cumplimiento de las recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), garantizar que haya un cese al fuego y, por su puesto, usar el multilateralismo como el camino para contribuir a la situación que vive Nicaragua”, indicó.

“Es la única manera y es nuestra responsabilidad”, agregó Campbell, quien realiza su primer viaje oficial al extranjero desde que comenzó el Gobierno costarricense del presidente Carlos Alvarado el pasado 8 de mayo.

Nicaragua está sumida en su crisis más sangrienta desde 1980, cuando también estaba en el poder el presidente, Daniel Ortega, y sufre desde hace dos meses protestas antigubernamentales diarias, que son brutalmente reprimidas por la policía y grupos paramilitares.

Las manifestaciones, que han dejado cerca de 200 víctimas, comenzaron por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en un reclamo para que Ortega, quien lleva once años en el poder, renuncie al cargo.

El presidente saliente de Colombia, Juan Manuel Santos, pidió el miércoles al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, y al Consejo Permanente de esa organización intervenir en la crisis “para que ese huracán no siga creciendo y no siga produciendo víctimas”.

El Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) celebrará este viernes una sesión extraordinaria para abordar el conflicto en este país centroamericano, ya que deja al menos 200 muertos.

En esa sesión, la CIDH presentará un informe sobre su visita en mayo pasado a Nicaragua y los hallazgos y recomendaciones acerca de la crisis actual.

En su informe preliminar, presentado el 21 de mayo pasado, en Managua, la CIDH afirmó que en su visita de campo de cuatro días encontró evidencias de “graves violaciones de derechos humanos” con “al menos 76 personas muertas” en ese entonces.