Tamara Adrían: La lucha por los derechos de la comunidad LGBT está estancada en Venezuela

Tamara Adrían: La lucha por los derechos de la comunidad LGBT está estancada en Venezuela

Tamara Adrián. Foto: Archivo / Prensa VP

 

Cuando Tamara Adrián se convirtió en la primera diputada transexual electa en Venezuela tenía grandes ambiciones. Pero sus sueños para avanzar en los derechos de la comunidad LGBT han chocado con el estancamiento político que vive el país caribeño.

Por María Elena BUCHELI / AFP

“La lucha a favor de la comunidad de Lesbianas, Gais,? Bisexuales y Transexuales (LGBT) está totalmente estancada en Venezuela”, lamenta esta abogada de 64 años en un encuentro en París, a donde viajó para participar en las Jornadas Internacionales de Sexualidad y Derechos Humanos de la Unesco.

Célebre por romper estereotipos, Tamara Adrián hizo historia en 2015 al convertirse en la primera diputada transexual en Venezuela y Latinoamérica, postulada por la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

La activista de la comunidad LGBT había prometido impulsar una ley contra la discriminación y en favor de los derechos de esa población, pero la realidad de los últimos años ha sido muy distinta.

“Hay un bloqueo total en la Asamblea… Y sin poder hacer acciones legislativas es imposible avanzar”, admite desolada.

Mientras que en otros países de la región, como Argentina, México, Colombia o Brasil ya se reconoce plenamente el matrimonio igualitario y el derecho al cambio de identidad de los transexuales, en Venezuela “no ha habido ningún avance desde hace 20 años”, asegura.

En 2017, el país caribeño admitió un recurso para reconocer el derecho a cambiar de identidad y sexo, previa consignación de exámenes médicos, psiquiátricos y psicológicos. Pero lejos de ser un avance, para Adrián es una “involución” ya que exigen requisitos que se pedían en los años 90 para ser tratados como una patología de la sexualidad.

’16 años sin identidad’

Tamara Adrián, que se define como “transheterosexual”, es decir que se siente como mujer pero le atrae el género femenino, vive en carne propia los obstáculos de la comunidad LGBT para ser reconocida por las instituciones venezolanas.

Pese a una batalla legal de más de una década en el Tribunal Supremo de Justicia, no ha podido cambiar su identidad y en su cédula sigue apareciendo bajo su nombre masculino, Tomás Adrián.

“Hace 16 años no tenía identidad y hoy tampoco”, dice esta mujer de cabello caoba, vestida íntegramente de negro.

Para ella, la situación de la comunidad LGBT es un ejemplo más del “resto de circunstancias terribles que afectan actualmente a Venezuela”, que vive una crisis política, económica y social inédita.

“La gente está saliendo despavorida del país”, afirma. Según la ONU, unos 2,3 millones de venezolanos (7,5% de la población de 30,6 millones) ha partido del país en los últimos años debido a la crisis.

Aunque se dice opuesta a una “intervención militar”, llama a los países de la región a “tomar medidas”. “Los países no pueden ser indiferentes”, estima, advirtiendo que “la situación en Venezuela es más terrible de lo que se puede ver desde fuera”.

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