Theresa May trata de resolver el brexit entre crecientes presiones para que dimita

Theresa May trata de resolver el brexit entre crecientes presiones para que dimita

Primera ministra de Gran Bretaña, Theresa May / Foto REUTERS/Hannah Mckay

 

La primera ministra británica, Theresa May, confirmó que sigue tratando de llegar a un consenso con la oposición laborista que propicie la aprobación en el Parlamento del acuerdo de “brexit”, entre crecientes presiones de sus colegas conservadores para que dimita.

May compareció en la Cámara de los Comunes por primera vez tras el varapalo sufrido por los “tories”, y en menor medida por los laboristas, en las elecciones municipales del 2 de mayo, que beneficiaron a los partidos proeuropeos.





También después de que su Gobierno confirmara ayer que, ante la imposibilidad de poder ejecutar a corto plazo la salida de la Unión Europea (UE), el Reino Unido concurrirá a los comicios europeos del próximo día 23.

En su intervención parlamentaria semanal, May dijo que “trabaja” para trazar una hoja de ruta común con el Partido Laborista, sin que de momento haya indicios de avances significativos.

Los equipos negociadores del Ejecutivo y la oposición tratan de consensuar aspectos de la futura relación bilateral con la UE que propicien la aprobación en los Comunes del pacto de retirada.

Sin embargo, todo indica que persisten diferencias clave entre las partes, pues los laboristas insisten en permanecer en una unión aduanera con los Veintisiete, lo que resulta inaceptable para muchos conservadores.

Los laboristas acusan a los “tories” de mostrarse inflexibles en las conversaciones, y ambos partidos están presionados por sus respectivas bases para no hacer concesiones.

Durante la sesión en los Comunes, el Partido Nacional Escocés (SNP) escocés volvió a pedir un segundo referéndum del “brexit”, tras el que respaldó la salida del bloque en 2016, a lo que May dijo que el Parlamento “debe cumplir con el veredicto” de esa primera consulta.

En otro ataque a la mandataria, la diputada conservadora euroescéptica Andrea Jenkins la acusó de haber fracasado en su gestión y, como ya han hecho otros diputados de su bancada, le pidió que dimitiera.

May adujo que el bloqueo del proceso del “brexit” no tiene “nada que ver” con ella e incidió en que es el Parlamento el que no ratifica el acuerdo negociado con Bruselas.

La líder conservadora afronta crecientes presiones de su cada vez más dividido e impaciente grupo parlamentario para que precise la fecha exacta de su marcha de la jefatura del Gobierno y de la formación.

Sin embargo, un portavoz oficial de la dirigente reiteró hoy que, tal como ya prometió a sus colegas, ésta se quedará “para ejecutar el ‘brexit’ en su primera fase y cederá el paso en la segunda”, correspondiente a la negociación de la futura relación.

May dijo a sus diputados que dimitiría si se aprobaba el pacto de retirada, rechazado tres veces por el Parlamento, algo que aún no ha sucedido.

Los parlamentarios “tories” debaten si modificar sus normas internas para forzar la salida de su líder con la convocatoria de una nueva moción de confianza, después de que ella ganara una previa en diciembre, lo que significa que es intocable durante un año.

Por si acaso, varios ministros se van posicionando para sucederla, entre ellos el extitular del “brexit”, Dominic Raab, que lleva semanas “de campaña”, y la líder “tory” en los Comunes, Andrea Leadsom, que hoy admitió que se lo “plantea seriamente”.

Los presidentes de las asociaciones conservadoras de todo el país se reunirán además el 15 de junio para pronunciarse sobre el futuro de May, en una votación que, aunque no será vinculante, puede ser determinante.

En este contexto, los partidos británicos concurrirán el 23 de mayo a las elecciones al Parlamento europeo, que, según todos los pronósticos, castigarán a conservadores y laboristas en favor de nuevas formaciones pro y anti “brexit”. EFE