Hacer mercado en Colombia es más barato que en Venezuela, según Econométrica

Paso por el puente fronterizo Simón Bolívar / Foto lapatilla

 

La frontera colombiana además de convertirse en un corredor de migrantes venezolanos en los últimos años, también es una vía para adquirir productos más económicos que en Venezuela. A partir del 7 de septiembre de 2015, cuando el gobierno de Nicolás Maduro de forma unilateral ordenó el cierre de la zona, el intercambio comercial se detuvo para comerciantes y productores de ambos países. Ahora las actividades son más informales y los venezolanos viajan hasta Cúcuta para comprar medicinas y alimentos, que dentro del país o no se consiguen o son muy costosos. Así lo reseña cronica.uno

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Un kilo de harina de maíz para preparar arepas costaba este 10 de julio alrededor de 0,83 dólares en Colombia, mientras que en Venezuela su valor era 102,40 % superior, al ubicarse en 1,68 dólares, calculado a la tasa oficial del Banco Central de Venezuela que para la fecha se mantenía en Bs. 7103. Para calcular el precio del dólar colombiano se usó la página capitalcolombia.com donde la tasa era de 3223 pesos.

En Venezuela un kilo de pasta comestible valía 2,11 dólares este miércoles, lo que representa 71,54 % más que en Colombia donde el precio del artículo era de 1,23 dólares. El salario mínimo de los venezolanos al mes es de menos de 6 dólares a tasa oficial.

Un estudio de la firma Econométrica, realizado en junio de 2019, reveló este miércoles que adquirir 15 productos como cremas de belleza, avena y derivados, bebidas gaseosas, pan integral, detergente en polvo, lavaplatos, malta, cubitos, arvejas, entre otros, era más costoso en Venezuela que en el país neogranadino.

Al atravesar el Puente Internacional Simón Bolívar están los puestos de vendedores informales. Sobresalen las salchichas a granel, las marcas que dejaron de verse en los anaqueles venezolanos como la leche en polvo La Campiña y también las casas de cambio. Los caleteros son otros que abordan a los viajeros para ayudarles con el equipaje. Las temperaturas en Cúcuta no tienen relación con la de los Andes. En ese tramo colombiano el sol es inclemente, sin embargo, esto no detiene el paso de los migrantes ni de las transacciones comerciales.

Este fin de semana el pasaje ida y vuelta hasta la frontera colombo-venezolana, le costó unos 28 dólares a Carla Mantilla, quien invirtió en Colombia el pago de sus vacaciones en la compra de artículos para vender. Cuenta que los precios son atractivos, aunque agrega que algunos productos “también son más caros allá”. El equipaje de Carla vino cargado con más medicinas que otra cosa, refiere que aunque la diferencia de precios no es mucha, el hecho de que allá sí se consigan vale la pena. La Federación Farmacéutica de Venezuela calcula que la escasez de medicamentos se ubica cerca de 85 %.

Mantilla relata que hacer compras en Cúcuta es seguro. “Allá nadie está pendiente de robar a nadie, pero se ve mucha prostitución. La gente dice que la mayoría son venezolanas”. Ella aspira a recuperar la inversión. “Eso espero, de verdad, al menos duplicar y sacar lo del pasaje. Hice un paseo y pude invertir. Traje tratamientos vía oral, lámparas recargables y un teléfono”, dice.

Los consumidores encuentran en Colombia opciones que se ajustan más a sus bolsillos aunque sean marcas desconocidas. Hacer mercado en ese país es más barato que en Venezuela, otro motivo que tienen los venezolanos para armar las maletas en busca de lo que no encuentran aquí. La crisis económica se mantiene. La Comisión de Finanzas del Poder Legislativo recordó que la nación sigue en hiperinflación, pese a las medidas restrictivas adoptadas por Nicolás Maduro para frenarla.