David Morán: “Desde la lógica estatal no hay manera de recuperar la industria petrolera”

David Morán: “Desde la lógica estatal no hay manera de recuperar la industria petrolera”

David Morán Bohorquez apuesta por un proceso masivo de privatización en la Venezuela postsocialista | Foto lapatilla.com

 

David Morán: “Desde la lógica estatal no hay manera de recuperar la industria petrolera”

 “Venezuela tiene que experimentar un cambio de mentalidad. Y en este caso no hablo de la mentalidad de la gente, porque el venezolano ha sufrido tanto que dice ‘no quiero más esto, nunca más’, me refiero a sus actores políticos que son los más atrasados en cuanto a lo que se debe hacer”.

Quien hace esta aseveración es David Morán Bohórquez, ingeniero industrial de profesión, empresario, director del portal de noticias La Patilla y defensor de la privatización de casi todos los procesos y servicios que hoy están bajo el control del Estado.

“Sólo el capital privado puede revertir el modelo mercantilista feudal impuesto por el socialismo del siglo XXI, que ha llevado al país a una crisis humanitaria sin precedentes. No sé por qué le temen hacer al venezolano libre y bien pagado”, aseguró en su conversación con Richard Casanova, director de la revista Gente que Construye

Pdvsa hoy no vale nada

–Quisiéramos su análisis sobre la situación de la industria petrolera venezolana.

El modelo petrolero que había sido exitoso en los últimos 30 años se acabó. No es posible que continúe.

Ese modelo heredó tres cosas extraordinarias de las empresas trasnacionales: uno, el sistema de evaluación de personal, la meritocracia; dos, el sistema de rendición de cuentas financieras y tres, campos productivos de crudos livianos y crudos medianos.

– ¿No son recuperables con este gobierno?

 Ni con otro que venga. Pdvsa no tiene sistemas de investigación, es una empresa absolutamente corrompida, no contrata personal, no hay relevo generacional de calidad desde hace 20 años.

– Sin embargo expertos petroleros y quienes presentaron el Plan País Petróleo, dijeron que es posible detener la caída de la producción en plazos cortos

Ellos hablan desde la nostalgia. Eso se entiende. Pero también les digo “put your money where your mouth is” (pon tu dinero donde pones tus palabras). No hay dinero público para eso. Y si ellos lo tienen, que lo pongan.

Cuando se hizo la apertura petrolera fue porque no había dinero. Veníamos de una crisis bancaria brutal que se llevó 12 puntos del PIB y la apertura fue exitosa porque pudimos atraer a las empresas de categoría “tier 1”, empresas de primer nivel

Desde la lógica estatal no hay manera de hacerlo, crear una empresa, hacerla competitiva, posicionarla en el mercado, que tenga recursos financieros. Tenemos que ir, en todo caso, a los inicios de la explotación petrolera en Venezuela: al sistema de concesiones.

– Que tampoco es garantía…

Primero hay que ver si quieren venir. Mira lo que está ocurriendo en Guyana. Están perforando y explorando en aguas ultra profundas, en el Bloque Stabroek, con 1,5 kilómetros de agua de profundidad más la arena petrolera que está a 5 kilómetros bajo tierra. Ese tubo de 6,5 kilómetros está a 200 kilómetros de la costa donde una estación recoge el petróleo, separa el agua, el gas y despacha a su vez a los mercados internacionales.

– ¿Eso lo ha venido haciendo la ExxonMobil?

Si. Eso solo lo hacen dos o tres empresas en el mundo. Teníamos mejoradores de crudo y se perdieron. Tuvimos la capacidad de extraerle carbón, azufre, cadmio y vanadio al crudo, para convertirlo en un crudo sintético del tipo que nos pidieran las refinerías.

Esta gente ha desmantelado las operaciones complejas de mejoramiento para dejar solamente los tanques para mezclar y diluir crudos.

– ¿Se descarta entonces cualquier posibilidad?

Venezuela no tiene capacidad de surtir supertanqueros porque no tenemos profundidad de puertos. Lo hacíamos en Bonaire o en San Eustaquio, a través de las instalaciones en el Caribe holandés, que nos permitía cargar barcos VLCC (Very Large Crude Carrier) de millón y medio – dos millones de barriles.

Es ilusorio, absolutamente ineficiente desde el punto de vista de la inversión pública, pretender recuperar Pdvsa. La empresa fue destruida por la revolución. Y el modelo que representó Pdvsa también fue destruido. Lo que queda es retomar el sistema de otorgamiento de concesiones y cobrar regalías.

Ese modelo de las concesiones ¿puede ser exitoso también?

Es el único posible que tenga éxito si logramos atraer a las “majors petroleras”. Con la revolución operan empresas de nivel 3 o de nivel 4, con las que nadie haría contratos signicativos fuera de Venezuela

Estado ejerció el monopolio y lo destruyó

Venezuela no tiene empresas petroleras, lo que tiene son empleados públicos petroleros. Y no desarrolló empresas petroleras nacionales, porque el Estado ejerció el monopolio. Pero además esta gente destruyó el monopolio y nos quedamos sin nada.

– ¿Cuánto se necesita para recuperar la producción?

Producir 100 mil barriles demanda aproximadamente $15 mil millones. Venezuela necesita $30 millardos para evitar que sigan cayendo las refinerías y levantar en algo la producción. Y no los tenemos.

 

 

– Pero tenemos el petróleo…

Sí, pero ahora todo el mundo tiene petróleo. Están sacando petróleo en el campo de lutitas, en Vaca Muerta, Argentina. Eso era impensable hace cinco años. Argentina va a tener ahora petróleo. Guyana puede ser un país desarrollado gracias al petróleo en 30 años. El plan de Exxon, podría poner a Guyana a producir 750 mil barriles diarios para 2025, esa cifra es lo que está produciendo hoy Venezuela. Pero la diferencia es que para Guyana sería un barril diario por habitante, equivalente a que Venezuela produjera hoy 30 millones de barriles diarios de petróleo.

El socialismo es saqueo

Guyana puede desarrollarse si no hay corrupción y malos manejos de los recursos. Lo que no puedes permitir, y ellos jamás harían, es crear una corporación como llegó a ser Pdvsa: un monopolio de Estado que lo tuvo todo para terminar arruinada.

El socialismo es saqueo. Lo de Pdvsa fue un saqueo brutal. Aquí se dejó de investigar, no tenemos ni patentes. Teníamos una planta para producir todos los lubricantes del país y exportarlos y ni siquiera eso producimos. ¡Pero si no producimos gasolina!

A grandes rasgos y con grandes números, puedo afirmar profesionalmente que Pdvsa y la industria petrolera nacional no tienen ninguna posibilidad de recuperación bajo la lógica del monopolio estatal.

– ¿Y si se reconsideran los proyectos que fueron expropiados y confiscados por Hugo Chávez?

La única manera que esas empresas retornen a Venezuela es ofreciéndoles ventajas impositivas lo suficientemente atractivas y un marco jurídico sólido. Tal vez empresas como Shell y BP pudieran volver. El problema es que esos campos fueron entregados a Rosneft (la empresa de petróleo propiedad del gobierno ruso), en daciones oscuras.

Futuro energético de Venezuela es complejo

– ¿Cómo ve el futuro energético de Venezuela?

Complejo. No es profesional dividir el sector petrolero del eléctrico. Son crisis mellizas, una retroalimenta a la otra. Las plantas de generación están paradas porque no hay producción de combustible ni mantenimiento, pero tampoco aumenta la producción porque no hay oferta pública de electricidad. 

El proceso de recuperación de ambos sectores debe ir en paralelo. Al sector eléctrico debe dársele el mismo tratamiento que al petrolero: invitar al sector privado a que entre masivamente.

Pero ahí entramos en otro problema de fondo: las tarifas. La gasolina y el kilovatio tienen que costar para recuperar las inversiones.

– ¿Los venezolanos prefieren pagar y contar con servicios públicos de calidad?

Esa es la lección de estos 20 años de saqueo socialista. Los socialismos cuando salen no vuelven.

– Cuando salgamos de esto ¿los inversionistas vendrán porque saben que ya estamos “vacunados” contra el socialismo?

Quienes tomen el poder deben estar preclaros en eso. Mira el caso de la Unión Soviética. El más grande de sus países miembros es Rusia, el segundo productor de petróleo del mundo, pero Rusia es uno de los peores países en desempeño económico y social de la derrumbada URSS.

Rusia es el país que pudo ser y nunca será mientras siga con ese sistema atrasado. En cambio Lituania ya triplica a Rusia en su PIB per cápita. Todos los países que formaron parte de la antigua Europa Oriental y hoy están en la Unión Europea, dejaron muy lejos a Rusia, teniendo Rusia una industria como Rosneft y Gazprom, que tiene asociaciones con las principales empresas privadas del mundo.

El caso venezolano es más grave, porque Venezuela perdió definitivamente los mercados y eso es muy difícil recuperarlos. Si logramos producir 1 o 2 millones de barriles diarios de petróleo ¿A quién se lo vamos a vender?

– A China., que de alguna manera busca recuperar el dinero otorgado a Venezuela…

Puede ser, porque no tenemos dinero para pagarles. Y ahora entramos en un problema político de fondo: Pdvsa no tiene capacidad de pagar mientras esté sancionada por los Estados Unidos y Estados Unidos no va a quitarle las sanciones mientras esté Maduro.

Entramos en la zona de alerta máxima

Venezuela está entrando en unos niveles peligrosísimos de inseguridad energética, entendida ésta como la disponibilidad de combustibles para cocinar, trasladarnos, generar electricidad, enfriar y conservar alimentos. Tenemos que salir de esa zona de peligro y solo se logra con inversiones.

Sólo en petróleo se requieren $30 millardos y en la parte eléctrica al menos $10 millardos. Hablamos de $40 mil millones que sólo el sector privado tiene.

Dirigencia política debe cambiar de mentalidad

Luego, Venezuela tiene que experimentar un cambio en la mentalidad, no en la gente porque ya la gente ha sufrido tanto que dice “no quiero más esto, nunca más”, sino en sus actores políticos, que son los más atrasados en cuanto a lo que se debe hacer. 

El mercado, la interacción entre seres humanos, es la institución. Ahí vamos todos a ofrecer y demandar bienes y servicios. Si no se entiende que es lo único que puede generar prosperidad y que es el único mecanismo que ha permitido que haya más clases medias en el mundo que gente pobre, Venezuela nunca alcanzará su potencial de ser un país del primer mundo.  

Hay que procurar tener un gobierno muy pequeño, que cueste poco a la gente, pero que dé mucho. El gobierno debe entender que los costos de entrada y de salida de los mercados deben ser muy bajos.

Achicar el tamaño del Estado

– Se supone que con un cambio de régimen se va a producir eso…

Se supone, pero aún no he oído una oferta que plantee con claridad la apertura del mercado y la reducción urgentísima del tamaño del Estado.

Hay un tabú de hablar sobre la necesidad de que salga gente de la administración pública.

Pdvsa es una empresa que puede trabajar con 5 mil personas y hoy tiene en nómina 140 mil.

Además, debes generar expectativas de que la cosa va a mejorar y el bienestar se empezará a medir inmediatamente. El núcleo de esto es entender que gobierno chiquito, pero eficiente y con bajos impuestos, es el gran plan de un país.

Desmontar el mercantilismo feudal

Hay que desmontar todas las leyes antimercado. Estamos desintegrados del mundo. Nos salimos de todos los sistemas de integración y no tenemos ventajas arancelarias con nadie. Rompimos con mercados nuestros naturales como el Pacto Andino, Mercosur y el Pacto de San José e inventamos unas cosas que no nos han traído beneficios como la ALBA y Petrocaribe.

– Mecanismos que se usaron para comprar voluntades de los países pequeños del Caribe usando la chequera diplomática…

Sí y llevaron al país a la peor cosa que puede ocurrir: un mercantilismo feudal. Estamos inmersos en un sistema feudal y en una dolarización de hecho sin tener una ventaja de ella. Hoy Venezuela es un país sin moneda.

El primer gran programa social a abordar será abatir la inflación, mejorar el poder adquisitivo de las personas, y si lo combinas atrayendo inversiones tendrás servicios permanentes, de calidad.

Y se podrán pagar salarios dignos….

Pdvsa paga los peores salarios de empresa petrolera en el mundo, públicas o privadas. Un jefazo en Pdvsa, no llega a $3.000 anuales de ingresos. Un trabajador medio en una empresa petrolera en cualquier parte del mundo gana en promedio $85.000 anuales.

Si le preguntas a esa persona ¿dónde quieres trabajar: en Pdvsa o en otra empresa que llegue a Venezuela y pague el salario promedio mundial? ¿Con quién se va a quedar Pdvsa?

No solo Pdvsa que está quebrada desde hace tiempo, sino el modelo. El gobierno no tiene capacidad de crear empresas competitivas en salarios, condiciones de trabajo, empleo, etc.

Soñar que tenemos capacidad para volver a un modelo que ya murió es insensato, delirante e injustificable. Venezuela en 20 – 30 años puede ser un país desarrollado. Fuimos el primer milagro económico registrado por la humanidad, desde 1947 a 1972, el país que más creció en el mundo y de manera sostenida.

– Habla de un plazo de 20 – 30 años para convertirnos en un país desarrollado. Pero en el corto plazo ¿qué habría que hacer para recuperar la industria petrolera?

 Primero: licitar los bloques de occidente de crudos livianos y medianos, así como El Furrial. La Faja Petrolífera la dejaría de último porque eso no le interesa a nadie. Venezuela perdió la capacidad de producir crudos livianos y medianos.

Segundo: revisar el sistema de precios porque de lo contrario no tiene sentido refinar petróleo. Y luego privatizar unidades dentro de la refinería a terceros, procesos medulares que cuestan mucho, pero que empresas privadas estarían dispuestas a hacer.

– Entonces sí es posible recuperar la industria. Lo que plantea es una estrategia distinta para la recuperación…

La industria se puede recuperar solo con privados. Pensar que el Estado tiene capacidad para recuperarla no tiene sentido. El Estado debe sentarse a planificar la Venezuela de 50 años.

– Entonces, ¿Pdvsa como empresa estatal no es viable?

Y la industria petrolera en manos del Estado tampoco.

¿La posibilidad de recuperar la Venezuela petrolera en el mediano plazo, pasa por una estrategia distinta?

 Venezuela va a ser marginalmente petrolera por mucho tiempo. El problema es qué hacemos con ese petróleo. Mi tesis es que lo consumamos internamente. Somos un país con una huella muy baja de carbono. Tenemos espacio para aumentar nuestro consumo energético, no exclusivamente petrolero, también eléctrico y de otros combustibles.

Mi llamado a los partidos políticos y sus planificadores, es a que se bajen de esa nube y aterricen, porque mientras siguen hablando en los términos que lo hacen causan muy mala impresión afuera. Sus planes pretenden reeditar lo que no es reeditable.

El Plan País es muy estatista

– Partiendo de la base de lo que nos ha dicho ¿es viable el Plan País?

Tiene cosas muy buenas, pero lo veo muy estatista. Si no se hace explícito qué es el mercado la institucióm, siempre habrá grises donde querrán participar gobernaciones, alcaldías, etc.

Hay tres cosas básicas que debe tener un Plan País:

1-. Dejar muy claro el principio de subsidiariedad: todo se hace en la región, a menos que se demuestre lo contrario. Eso es un gran principio de eficiencia humana, de eficiencia en los mercados.

2-. El Estado tiene que ser chiquito. Si un gobierno se hace costoso, esos costos se trasladan a la gente y lo que queremos es que la gente se vuelva rica más rápidamente, que el venezolano tenga el ingreso per cápita más alto de toda Suramérica.

3-. Que la economía venezolana sea fundada en los mercados porque ya el petróleo no nos dará calidad de vida. Se tiene que privilegiar al pueblo, no a las empresas estatales.

– Si ya no tenemos ventajas competitivas en materia petrolera ¿en qué áreas sí?

En muchísimas. Una de ellas: todo lo que utilice energía.

Venezuela exportó petróleo durante tantos años porque casi no consume internamente. En Margarita, por ejemplo, deberían existir dos o tres procesadoras de frutos del mar, con trenes de congelación para abastecer a los cruceros. Esa industria consume bastante electricidad, pero es una industria enorme que genera miles de millones de dólares en consumo al año.

Otro ejemplo. Dado el valor de las tierras, puedes hacer de Venezuela un cluster médico de belleza, con muchas instalaciones hospitalarias de primera. Aquí vendría gente de todo el mundo a operarse y embellecerse, porque el hedonismo es una de las industrias que más produce dinero.

La industria de la educación. Venezuela tiene una gran ventaja: tiene solo dos estaciones, lluviosa y seca. Es un clima soportable para estudiar. Pero para hacerla competitiva debes mejorar las telecomunicaciones. Eso se empieza a encadenar y son cosas que se hacen muy rápido. Además, puedes hacer un acuerdo con MIT para que tenga un campus en el país. ¿Cuánto cuesta producir un campus? ¿$50 millones? Ellos tienen plata para producirlo en dos o tres años. O con la Carnegie Mellon. La Carnegie Mellon acaba de hacer un campus en Ruanda de primera categoría

 

Este es un país que tiene todo

– Aquí hay mucho por hacer porque no hay nada hecho…

Todos los encadenamientos están intervenidos por el Estado, antes y ahora. Venezuela tiene muy pocos encadenamientos libres a disposición de los mercados.

No sé por qué le temen hacer al venezolano libre y bien pagado. A mí no me preocupa que haya un proceso masivo de privatización, porque cuando lleguen empresas que paguen buenos salarios, quienes están en la administración pública abandonarán sus puestos para intentar ingresar a ellas.

David Morán Bohórquez:
– Ingeniero Industrial egresado de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB).Postgrados en  Administración de Empresas en la UCAB y en Negocios Internacionales y Finanzas Internacionales en la Universidad de Georgetown en EEUU
–  Fue docente en la Universidad Metropolitana (UNIMET) en la cátedra de Planificación Estratégica.
–  Empresario. Director del portal de noticias La Patilla.
– Negociador técnico de la Agenda Venezuela ante el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial (BM).
– Fue durante ocho años miembro de la junta directiva del Banco Nacional de Ahorro y Préstamo (Banap).

Esta entrevista fue publicada originalmente en Revista Gente que Construye | Agosto, año 1 No.5.

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