El narcotráfico como producto de consumo en los medios de comunicación: Cuál es el límite

El narcotráfico como producto de consumo en los medios de comunicación: Cuál es el límite

El narco ha traspasado el delito y se ha convertido en un producto de consumo de la sociedad (Foto: Infobae)

 

El narcotráfico es un complejo problema nacional pero también es una empresa lucrativa. El crimen organizado en México cubre más allá de la producción, distribución y consumo de drogas: se ha convertido en un producto de consumo entre la sociedad. Las narcoseries son un ejemplo de ello. Así lor eseña infobae.com

Por Denisse López





Como problema social, se proyecta a partir de distintos contenidos. Ya sean telenovelas, libros o canciones, el narco ha traspasado el delito y se ha convertido en un fenómeno cultural.  El rol que juegan los medios de comunicación es fundamental en la construcción de ese imaginario colectivo.

El periodista Victor Ronquillo señaló al respecto que hay diferentes formas para abordar el narco en México y el mundo. Lamentablemente, “lo que ocurre en las series de televisión y las películas es una glamourización del narco. Le dan una mirada superficial al problema y lo que prima es esa imagen falsa donde no cuentan los muertos“.

Para el reportero, quien ha dedicado gran parte de su vida a hacer investigación relacionada al crimen organizado, el problema es que los medios tienen un carácter informativo que prima el impacto mediático. “No se abordan los temas del narco en el contexto social con el que se gesta”, explicó en entrevista para Infobae México.

Los periodistas viven en una condición de vulnerabilidad en México (Foto: Cuartoscuro)
Los periodistas viven en una condición de vulnerabilidad en México (Foto: Cuartoscuro)

 

“Ahora se trabaja mucho de manera impactante, inmediata, sin tomar en cuenta el contexto y desarrollo de los temas sociales que arroja el narcotráfico”

Para Ronquillo hay una segunda cuestión relacionada con la precisión de la información, y es que “en México las cosas ya no se llaman por su nombre. El caso es que en algunos lugares del país se vive una situación de verdadera guerra debido al número de personas que son asesinadas y desplazadas, y esto no se dice”.

No obstante, el periodismo, sobretodo el de investigación, también se ha visto limitado por la condición de vulnerabilidad en la que se ejerce el oficio en el país.

Rocío Gallegos, maestra en la Universidad de Guadalajara y reportera en Ciudad Juárez, coincide con Ronquillo en que los periodistas arriesgan su vida en México, un país en el que “el 99.9% de los homicidios ocurren por la impunidad que rige al país”, según explicó Gallegos.

El Estado mexicano es el encargado de otorgar las garantías mínimas de seguridad, pero no ocurre así. “Por eso es que muchas zonas, como Tamaulipas, son un territorio de silencio. Ni los medios ni los periodistas quieren poner en riesgo su vida“, expuso la directora del diario La Verdad.

Cuando el gobierno y el narco se mezclan

Diversas investigaciones han demostrado que el narco tiene vínculos con gobiernos locales y estatales (Foto: Cuartoscuro)
Diversas investigaciones han demostrado que el narco tiene vínculos con gobiernos locales y estatales (Foto: Cuartoscuro)

 

Para ambos periodistas hay un tema aún más preocupante, y es la estrecha relación que guarda el poder político en México con el mundo narco. En palabras de Victor Ronquillo:

“México es el país más peligroso para ejercer el periodismo, ¿Que pasa? Los periodistas somos victimas de estos poderes fácticos que pertenecen al crimen organizado. Pero el crimen organizado en cualquiera de sus modalidades no prospera si no es por el apoyo político y la corrupción”

Cuando los periodistas han ejercido un periodismo crítico y de investigación, lo que ocurre es que son víctimas de una terrible conjunción de poderes. El poder político y el narcotráfico tienen intereses regionales y conforman una trama donde los periodistas comprometidos con su labor se juegan la vida. “Estamos desprotegidos”, recalcó Gallegos.

Desde su experiencia como reportera en un estado históricamente conflictivo, Gallegos cuenta que en algunos estados del país, los reporteros son obligados a reproducir discursos oficiales o a cubrir notas de narcotráfico con el único objetivo de difundir los mensajes de los cárteles. Y en medio de todo eso, el Estado mexicano no está reaccionado para que las condiciones cambien.

Diversos informes refieren que México es el país más peligroso para ejercer el periodismo. Es una condición que se viene reproduciendo desde que empezó la guerra contra el narcotráfico, en el sexenio de Felipe Calderón (2006-2012).

Esta situación no ha cambiado con el presidente Andrés Manuel López Obrador (que asumió en el cargo en diciembre pasado), lo que ha dado como resultado que del año 2000 al 2019, hayan sido asesinados 130 reporteros en el país.

“Los periodistas que trabajan en zonas controladas por el crimen organizado son quienes más sufren de violaciones a sus derechos y son lugares donde se padecen homicidios y desapariciones”, especificó Ronquillo.

(López) Obrador aún no se enfoca en una estrategia para detener la agresión y que haya un combate contra esa impunidad que hay en los homicidios. En definitiva no hay certidumbre de que algo vaya ocurrir“, declaró por su parte la directora del diario La Verdad.

Un país adicto a la narcocultura

La narcocultura es un fenómeno que se ha extendido en el país (Foto: Cuartoscuro)
La narcocultura es un fenómeno que se ha extendido en el país (Foto: Cuartoscuro)

 

En 2015, el primer episodio de la tercera temporada de “El Señor de los Cielos”, basada en la vida del narcotraficante mexicano Amado Carrillo, se convirtió en el estreno con mayor audiencia en la historia de la cadena Telemundo. ¿Cómo se explica? Para Gallegos es el morbo de la gente, que busca descubrir a través de distintas narrativas la forma de vida de estos capos.

Ronquillo, autor de “Las muertas de Juárez”, lo define como una forma más de consumo de los valores del capitalismo. “El crimen organizado funciona como las empresas trasnacionales. Entonces tienen los mismos valores de la ideología de la sociedad; eso genera un interés de la gente”, dijo.

Su deseo por conocer el mundo narco se incrementa por la forma en la que algunos medios, sobre todo de nota roja, tratan la información. Según explica el periodista, son noticias que limitan el contexto pero tienen un enorme impacto, que atrae a los lectores. “Hay otro elemento, subjetivo pero real, los temas vinculados con poder, amor, violencia o muerte, son temas recurrentes en la construcción de imaginarios”.

El rol que deberían jugar los medios 

El rol de los medios es evidenciar las deficiencias del gobierno en la lucha contra el narco (Foto: Cuartoscuro)
El rol de los medios es evidenciar las deficiencias del gobierno en la lucha contra el narco (Foto: Cuartoscuro)

 

Ante la realidad de un país que sigue con el combate al narcotráfico, la pregunta es qué papel deben jugar los medios de comunicación. De acuerdo con Gallegos, tienen la función de proporcionar elementos a la ciudadanía para que ella tenga idea de lo que está ocurriendo. “Es un rol importante desde el punto de vista que con nuestro trabajo uno puede evidenciar las deficiencias que tiene la lucha contra el narcotráfico“, explicó.

La cobertura de hechos ligados al narco trasciende el número de muertos, se trata de informar porqué está muriendo esa gente. Qué es lo que ocurre en las ciudades que han sido víctimas de la realidad del crimen organizado, el impacto en su vida cotidiana, los efectos en los pequeños pueblos.

El análisis desde el punto de vista social es clave si se desea informar realmente a la población, a fin de generar una conciencia colectiva de lo que ocurre en el país. En palabras de Ronquillo, “la respuesta social depende del tratamiento que le damos como medio a esa información”.

“No hemos entendido que el ejercicio del periodismo debe ser crítico y reflexivo. En el narco en concreto, es donde más se debe hacer un ejercicio de reflexión y entender los procesos y la realidad social a la que corresponde”, concluyó el periodista, quien confía en que las nuevas generaciones descubran que el problema de fondo cuando se habla del crimen organizado en México no son propiamente los narcos, sino las autoridades, incapaces de dar resultados.