Docentes de Lara están casi en la indigencia

Docentes de Lara están casi en la indigencia

La primera clase del nuevo año escolar 2019-2020 la dieron en la calle. Docentes se declararon en desacato al regreso a las aulas por parte del Gobierno nacional y salieron a pedirle al gobierno un salario digno, pero aclararon que no se trata de un paro.

Por María B. Jordán / laprensalara.com.ve





Los educadores están viviendo su peor momento, hasta el punto que lo que devengan no les alcanza ni siquiera para poder alimentarse y mantener su familia, por lo que califican que los docentes están en indigencia y en extrema pobreza. Así lo aseguró Luis Arroyo, presidente del Colegio de Profesores.

Con pancartas haciendo referencia a la difícil situación que viven los docentes en cuanto a salario, beneficios y alimentación se concentraron en la plaza La Justicia y con su grito “con hambre no hay educación” dejaban ver su molestia. Luego de estar varios minutos allí, marcharon hasta la Gobernación. Frente al despacho de Carmen Meléndez dijeron que ella y la Zona Educativa “son los únicos responsables de brindar beneficios y condiciones para los educadores”.

“Los docentes no están incumpliendo, ellos quieren ir a las aulas, pero no pueden”, destacando que ayer un 90 % de las instituciones estuvo sin docentes. “Nadie asistió porque los educadores no tienen ni para pagar el pasaje”, dijo Arroyo, quien acotó que otro grupo de docentes estaba protestando en la plaza Los Ilustres de la Vargas .

Ángel Valderrama, docente cuatro, ganando 97 mil bolívares no puede comprar nada, por lo que tienen que resolver haciendo otros trabajos porque tienen otra carrera; “yo soy abogado también y con eso resuelvo”, detallando que hace pocos días tuvo un accidente y pasó por cuatro instituciones públicas para que pudiera ser atendido “y uno con lo que gana no puede pagar una clínica por lo caro que están”.

Los jubilados también la pasan “fea” y están sobreviviendo porque Dios es grande, por lo que también se unieron a la concentración. Tal es el caso de Ernesto Ramírez, quien detalló que desde el 2015 hasta hoy, rebajó 20 kilos. “A nosotros los jubilados no nos prestan atención “, asegurando que con los 209 mil bolívares mensuales no puede ni comer; “tengo un hijo que esta en Argentina y con las remesas es que me ayudo”.