Hallan muerto, atado de pies y manos, a un empresario español en Buenos Aires

Hallan muerto, atado de pies y manos, a un empresario español en Buenos Aires

La entrada a la vivienda del empresario español asesinado en Buenos Aires

 

La Policía de la Ciudad de Buenos Aires investiga el asesinato del empresario español Felipe Alonso Fernández, de 83 años, al que halló muerto este martes en su residencia de la capital argentina. La principal hipótesis es que lo mataron para robarle.

Por abc.es





La prima de la víctima acudió a su vivienda en el barrio porteño de Barracas porque no tenía noticias suyas desde el sábado y no respondía a sus llamadas. La última conexión de WhatsApp de la víctima «había sido el sábado 9 de noviembre a las 17.40». Preocupada porque no abría, avisó a la Policía y, cuando dos efectivos lograron entrar a la propiedad, vieron el cuerpo del empresario tirado en el suelo de la cocina, atado de pies y manos con cables y precintos tras haber sido asfixiado, según fuentes citadas por la agencia estatal Télam.

Además, en el patio de la casa, frente a la habitación de la víctima, se encontró una barra metálica que utilizaron para entrar a la vivienda.

El médico que acudió al lugar determinó que el hombre, dedicado al alquiler de depósitos y al transporte, murió 24 horas antes de que lo hallaran las autoridades y que había sido estrangulado con una cinta negra que tenía en el cuello y asfixiado con una toalla verde.

La prima de Fernández relató que la semana pasada él había cobrado 120.000 pesos (1.912 dólares) del alquiler de uno de los depósitos, así como otro pago en concepto de 48 meses de otro terreno.

La Policía de la Ciudad se hizo cargo del caso en primera instancia y posteriormente la Fiscalía Criminal y Correccional 3 solicitó que la Policía Federal Argentina (PFA) interviniese. Ahora su división de Homicidios se encarga de la investigación.

Se han tomado medidas para intentar dar con el o los autores del crimen, entre ellas entrevistar a los vecinos y revisar las cámaras de seguridad del barrio para ver si quedó grabada la entrada de algún intruso en la casa.