Olga Hidalgo de Curiel: Juan Crisóstomo Falcón ¡Hombre de bien!

Olga Hidalgo de Curiel: Juan Crisóstomo Falcón ¡Hombre de bien!

El próximo 27 de enero de 2020 se cumplen doscientos años del nacimiento de Juan Crisóstomo Falcón. La tropelía de los tiempos en que vivimos, entre negaciones y desaciertos, el desconcierto tóxico, el desdén y la indolencia nos impiden considerar y releer nuestra Historia Regional y valorar a quienes constituyen honor y honra del gentilicio.

Juan Crisóstomo Falcón bravo en la lucha, magnánimo en la victoria, amigo consecuente y leal, facetas que le distinguen como hombre de bien.





Releyendo la biografía que escribiera J.R. Pachano, encontramos la expresión de quien lo conoció de cerca; cito: “Podemos estar equivocados en nuestras apreciaciones; más protestamos que ni un solo concepto contienen estos apuntamientos que no sea la expresión genuina de nuestras creencias, por una parte, y de lo que evidentemente nos consta, por otra, como testigo presencial del mayor número de los sucesos que se relacionan con la vida del Mariscal Falcón. A contar del año 1.854 y especialmente desde 1.857 en que lo acompañamos ¡ya sea en calidad de secretario; ya como ayudante; ya como primer edecán durante toda la campaña de la Federación”. J. R. Pachano fué un testigo presencial de todo cuanto aconteció y dejó escrito un testimonio para la posteridad. Juan Crisóstomo Falcón estudió en Coro en el Colegio Nacional, regentado por Mariano Raldiris, todo cuanto en el podía estudiarse, es decir el curso completo de Filosofía. Amaba el estudio que cultivó a pesar de su agitada carrera política, “con una consagración y provecho sobresaliente”; aún en campaña, en las horas tranquilas leía obras instructivas en Español o Francés cuyos idiomas conocía. La carrera militar tuvo para él incentivos poderosísimos, pero no fué un espacio para saciar ambiciones personales ni enriquecerse. En 1.846 se abrieron en Coro las campañas electorales, “su nombre era importante y sonaba para integrar las listas de candidatos”.

Estas líneas a grandes trazos, leyendo la Biografía de J. R. Pachano editada en París el 24 de julio de 1.876; para recordar al Epónimo, sentir que este pedazo de geografía se privilegia al llevar su nombre; de estimar sus cualidades humanas que transcienden el tiempo; “no se dejó sentir su autoridad para el mal que no hizo, sino, dar ejemplo de moderación y prodigarla para el bien”

“Al contrario le dió garantías y al inerme enemigo perdón” como dice la estrofa del Himno del Estado Falcón.

Para enaltecerlo bastaría hablar del Decreto de Garantías (1.864) que consagra todos los Derechos inherentes a la Dignidad Humana. Aún en deuda con estos Derechos cada vez más pisoteados e ignorados por quienes ostentan el poder para saciar bajas pasiones, sin humanidad y talla de estadistas.

Fué un Hombre de Bien, tenía bondad en el espíritu, sinceridad en la palabra y sobre todo respetaba y creía en la gente.

“Las biografías de los guerreros inhumanos, despiden vapores de sangre… la de los guerreros magnánimos, exhalan perfumes de virtudes cristianas… son coronas de fragantes flores” J. R. Pachano.