Estudiante tumba tirano, por @DavidGSosaE

 

Esta fecha, sin duda especial para todos los venezolanos, tiene connotaciones profundas en el sentir universitario, dada la lucha que, como importante sector de la sociedad, aportamos para desencadenar los acontecimientos que dieron pie a ese épico 23 de Enero de 1958, recogido en las páginas doradas de nuestra historia, recordado vívidamente por sus protagonistas y ansiado en la añoranza de quienes trabajamos para emularlo.





En esta oportunidad, quiero hacer dos reflexiones breves que considero importantes de cara a los tiempos que estamos viviendo:

1 ? Seamos conscientes del proceso que llevó a ese 23 de enero de 1958.

Como antecedente, es importante recordar la lucha clandestina que durante los 8 años dieron los partidos políticos, los estudiantes y los trabajadores para socavar las bases de legitimidad de la dictadura de aquel entonces. El 14 de noviembre de 1957, el dictador anunció la sustitución de las elecciones correspondientes por un plebiscito que generó malestar en toda la sociedad; y ante este hecho los estudiantes de la Universidad Central de Venezuela y de los históricos liceos del centro de Caracas convocaron una huelga estudiantil para el día 21 noviembre. Aquellos jóvenes, como tantos lo hemos venido haciendo en los últimos veinte años, se enfrentaron gallardamente contra la represión y las intenciones del régimen de perpetuarse en el poder. Aquel Frente Estudiantil agrupaba a los activistas y militantes universitarios de las juventudes de AD, COPEI, URD e incluso el PCV. A la sazón, entre protestas relámpago y malestar social se celebró el plebiscito con el cual el dictador de aquel entonces creyó salirse con la suya. Distintos sectores de la sociedad calificaron el hecho como un fraude y llamaron a su desconocimiento. Este fraude, generó tal indignación que el resto de noviembre y diciembre fueron días de constante agitación en los barrios, salones de clase e incluso fábricas. Los mítines relámpago y los Volanteos fugaces llamando al levantamiento popular estaban a la orden del día.

Estos disciplinados y constantes esfuerzos llevaron a la primera rebelión castrense del 01 de enero de 1958, que si bien fue sofocada por las fuerzas represoras leales al dictador, le demostró a la sociedad, sobre todo a los miembros de las fuerzas armadas, que era un mito la unidad monolítica de las armas en torno al dictador. Desde ese día el clima de inestabilidad no se contuvo, sino que aumentó. El 03 de enero la junta patriótica emitió un manifiesto llamando a la unión popular y militar para restaurar la democracia en el país. Mientras los folletos y mítines relámpago no paraban, así como tampoco, los encarcelamientos, asesinatos y desapariciones forzadas de civiles y militares.

El 20 de enero se realizó la primera gran huelga contra la dictadura, la encabezaron los trabajadores de la prensa y se cumplió a cabalidad. Entonces la junta patriótica llamó, desde la clandestinidad, a una huelga general para el día siguiente; los civiles y estudiantes se enfrentaron a la policía en Caracas y el resto del país. Ya para entonces se desarrollaba una rebelión en los cuarteles. La presión continuó hasta que la mañana del 23 de enero de 1958 el país amaneció con el retiro del apoyo que las fuerzas armadas daban al dictador, instaurándose ese mismo día una junta de gobierno cívico-militar que durante un año tomó medidas urgentes y condujo a las tan ansiadas elecciones. La libertad no se construye en un día.

2 ? Rescatemos el ejemplo de grandeza política dado por los estudiantes del Frente Estudiantil.

Los estudiantes, dirigidos por Héctor Pérez Marcano (AD), José de la Cruz Fuentes (COPEI), Rodríguez Mudarra (URD) y Héctor Rodríguez Bauza (PCV), sin dejar de mencionar el trabajo organizativo, valiente y constante de Américo Martín, Enrique Aristiguieta Grancko y muchos otros dirigentes; con gran madurez supieron entender la necesidad estratégica de la unidad, como herramienta de aglutinamiento político de todas las fuerzas detractoras de la dictadura

Es imperativo que hoy todos los estudiantes venezolanos fortalezcamos la unión lograda con la Confederación de Estudiantes de Venezuela, siguiendo el ejemplo de las generaciones pasadas y de la mano de una nueva camada de líderes estudiantiles como Carlos Sandoval (UMA), Héctor Navarro y Rafael Púnceles (UCAB), Zuleika Meneses en la región andina (UCAT), Marlon Díaz en el centro (UC), Jesús Suárez en el centro occidente (UCLA), y Yeissel Pérez en el occidente (LUZ); así cómo de cada uno de los valientes líderes de las aproximadamente 20 federaciones y centros estudiantiles democráticos, constituidos y renovados que aún resisten contra el régimen. No es momento para las posiciones partidarias, sino aquellas que sean co-partidarias. Ninguna posición es más grande que la libertad de Venezuela.


David Sosa (@DavidGSosaE)
– Presidente de la FCU UCV
– Vocero nacional de la CONFEV por las universidades autónomas.