Lo que hay detrás del regreso de la emblemática piedra Kueka a Venezuela

Lo que hay detrás del regreso de la emblemática piedra Kueka a Venezuela

La piedra Kueka en el parque berlinés de Tiergarten. Foto: M. Gambarini.

 

Si uno va a dar un paseo por el corazón de Berlín, el Tiergarten a pocos metros de la Puerta de Brandeburgo, encontrará una pradera donde solían haber cinco enormes piedras. Ahora solo hay cuatro y un espacio vacío. Una de las piedras va camino a Venezuela.

Por DW Noticias

La instalación en el Tiergarten es parte del Proyecto Global Stone. El lugar se ha convertido en una parada turística, los guías cuentan con orgullo que las rocas (cada una con un peso de alrededor de 30 toneladas) provienen de diferentes continentes. Además, a cada piedra se le asigna un término simbólico, grabado en su superficie. Despertar está grabado en la piedra de Europa, Esperanza en la de África, Perdón en la de Asia, Amor en la de América y Paz en la piedra de Australia. El conjunto pretende simbolizar la paz mundial. Al menos esa fue la idea principal del artista, Wolfgang Kraker von Schwarzenfeld.

Larga pugna

Irónicamente esta obra de arte en honor a la paz mundial  llevó a un conflicto que empezó en el año 1998 y que culminó el 20 de enero, cuando la piedra de América fue finalmente devuelta a Venezuela, desde donde la había traído Kraker. Según él, tenía todos los permisos necesarios para trasladar la llamada piedra Kueka pero, poco después de su llegada a Berlín, los indígenas Pemón exigieron que se devolviese.

En 2003, el entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez,  solicitó formalmente el retorno de la piedra Kueka. Chávez  siempre tuvo el apoyo del partido de izquierda Die Linke en Alemania. Ante una consulta parlamentaria al respecto del año 2012 el gobierno federal respondió que aceptaría un retorno de la piedra, pero no pasó nada. Después de la muerte de Chávez su sucesor, Nicolás Maduro, insistió en el regreso de la roca.

Más de 20 años después de que iniciara el conflicto, la piedra Kueka fue trasladada ahora de Berlín a Bélgica, para ser enviada a Venezuela por barco. Incluso para el diputado de izquierda Andrej Hunko, quien siempre apoyó el retorno de la piedra desde el Parlamento alemán, esta decisión llegó repentinamente.  “En abril del año pasado visité el lugar de origen de los Pemón en el sur de Venezuela. En conversaciones con miembros de la comunidad Pemón, cerca de Santa Cruz de Mapaurí, pude convencerme de la importancia que tiene la  piedra Kueka para ellos “, señaló.

“Acuerdo amistoso”

Las únicas imágenes de la remoción de la roca fueron tomadas por un equipo de cámaras estatal de Venezuela que voló exclusivamente para la ocasión desde Caracas a Berlín.  El transporte de la piedra ha sido financiado en su totalidad por el Estado venezolano y su costo asciende a 35.000 Euros. Una suma alta, para un país que se encuentra prácticamente en bancarrota. Pero para el régimen de Maduro parece haber valido la pena, ya que tanto él como sus Ministros ahora se adornan con las imágenes del traslado de la piedra. Jorge Arreaza escribió en Twitter: “La repatriación de la Abuela Kueka (la piedra Kueka) es producto de un acuerdo amistoso, la constancia del pueblo Pemón y el esfuerzo del Gobierno Bolivariano del Presidente de Nicolás Maduro”.

Foto: M. Gambarini.

 

Entre varios políticos alemanes esto causó indignación, ya que el presidente, Nicolás Maduro, en realidad no es reconocido por  Alemania como el jefe de Estado legítimo. En cambio, desde enero de 2019, el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, ha recibido el apoyo y reconocimiento de Alemania y otros 50 países como presidente interino de Venezuela, con el fin lograr elecciones libres y justas en el país. El experto en política exterior de la bancada liberal en el Bundestag, Ulrich Lechte, dijo a DW: “La piedra Kueka ha estado en el Tiergarten durante muchos años. El gobierno federal tiene que explicar qué lo llevó a devolver de pronto la piedra Kueka a Venezuela. Precisamente en la actual lucha de poder en el país, Alemania muestra solidaridad con el legítimo presidente interino, Juan Guaidó. Entonces me pregunto por qué el gobierno alemán está ayudando al régimen de Maduro a expandir su propaganda política”.

Sin concesiones

Las tensiones entre Berlín y Caracas habían escalado el año pasado, cuando el embajador alemán Daniel Kriener fue declarado persona non grata en Venezuela, en marzo. El diplomático germano pudo regresar a Caracas en julio, sin que ello implicara un acuerdo entre ambos gobiernos, según subrayó entonces un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores alemán.

Pero ¿tuvo esto alguna incidencia en la devolución de la piedra? Según el embajador de Venezuela en Alemania, Orlando Maniglia, “el retorno del embajador Kriener a Venezuela, indudablemente fue el reinicio de la buenas relaciones y franca amistad que tenemos con Alemania y en este marco se continuó con el proceso de la devolución de la piedra Kueka que Venezuela llevaba esperando durante tanto tiempo. Todo esto se entendió como un buen gesto de la nación germana en colaborar para que las discusiones fuesen fructíferas”.

El Ministerio germano federal de Relaciones Exteriores respondió a una consulta de DW indicando que “la piedra es el retorno de un regalo a Venezuela” y que “no hubo ningún tipo de concesiones de Venezuela a cambio de la devolución de la piedra”.

Se espera que la piedra Kueka llegue a Venezuela a finales de febrero.

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