Maracay celebra 319 años de su fundación (Fotos)

Maracay celebra 319 años de su fundación (Fotos)

Foto vía Pinterest

 

Maracay, la “Ciudad Jardín” de Venezuela, lugar de personas amables y tranquilas, y una historia que esconde fraternidad y unión, incluso antes de ser fundada oficialmente en el año 1701, hoy 319 años después, celebramos su historia.

Por José A. Infante / El Periodiquito de Aragua

Su clima cálido y personas caracterizadas por ser receptivas y amigables, además de tener a Ocumare y Choroní a tan solo una hora, hicieron de Maracay, un lugar ideal para que muchos la eligieran para vivir.

Fueron muchos los títulos otorgados a la localidad, muchas veces fue llamada la “encrucijada de los destinos” por su ubicación privilegiada; es considerada la “cuna de la Aviación Venezolana” y “la cuna de grandes toreros”.

 

Una pequeña comunidad sin iglesia

Maracay empezó con apenas unas 40 familias que formaron una pequeña comunidad, pero sin iglesia ni sacerdote, en una sociedad católica, esto era necesario para que se tomara en cuenta al lugar al menos como un pueblo, pues para bautizar a los pequeños o darles el sacramento a los muertos, tenían que viajar hasta Turmero.

El valle había dejado de ser un simple refugio para los viajeros que se dirigían a Valencia y se convirtió en un asentamiento.

Los habitantes de la zona, de origen español que se dedicaban a la siembra fueron insistentes hasta que el Obispo Diego de Baños y Sotomayor erigió una feligresía dándole carácter oficial a Maracay el 5 de marzo de 1901, con San José como patrón y la Virgen de Chiquinquirá en el vice patronato. Así lo explicó el cronista de la ciudad Oldman Botello.

 

La transición a ciudad 

A pesar de que en el pueblo no había más de una sola escuela con un maestro y unos pocos alumnos, el libertador Simón Bolívar firmó el decreto en 1814 para que Maracay fuera elevada a ciudad, sin embargo, no fue hasta finales del siglo que la localidad empezó a mejorar su economía y la llegada de nuevos trabajadores y el paso del Ferrocarril de Venezuela. Y, claro cuando el general Juan Vicente Gómez se enamora años más tarde de la pequeña ciudad, el lugar sufrió una drástica transformación.

 

La predilección de Gómez

El amor a primera vista del general causó un efecto dramático en la “encrucijada de los destinos”, pues con él llegaron cambios importantes y se construyeron obras que persisten hasta el día de hoy.

Desde el jardín de Gómez, lugar donde mantenía a los animales que le regalaban que fue el primer zoológico de Venezuela hasta la plaza Bolívar, la que mantuvo su puesto como la más grande de Latinoamérica hasta hace pocos años, pasando por La Maestranza, el hotel Jardín y el teatro Ateneo.

El hombre encantado con el clima, buscó la manera de quedarse aquí y pronto atrajo comerciantes y todo tipo de avances incluso del cine para la ciudad, rápidamente construyó la carretera hacia Ocumare y ya con un puerto propio, convirtió a Maracay en la capital de Aragua, dejando atrás a La Victoria.

Bajo el título de “Ciudad Jardín”, el general mandó a construir con la supervisión del arquitecto André Potel y con la ayuda de Carlos Raúl Villanueva, las obras respetando la vegetación que permitieron que Maracay mantuviera su fama.

Para la época, la localidad contaba con un presupuesto más alto que Caracas, capital de Venezuela.

Muchos catalanes llegaron como obreros y técnicos para quienes fueron construidas tres urbanizaciones, ellos venían en busca de un mejor futuro y lo consiguieron.

También es responsable del aeropuerto en el que hoy se ubica el museo aeronáutico, el 10 de diciembre de 1920 se inaugura y al mismo tiempo comienza a operar la Escuela de Aviación Militar.

 

Amor por Maracay

Muchos han demostrado su amor por la ciudad, como Simón Díaz quien en su programa Simón Díaz cuenta y canta en Maracay hizo un recorrido por la ciudad y dedicó una canción a un famoso torero “el Morenito”.

“Tierra bonita, tierra caliente. Un romance en Maracay es algo bien diferente y candente”, forma parte de una canción que realizó el grupo musical Guaco a la “Ciudad Jardín”, palabras reconocidas por los maracayeros.

También Arturo Uslar Pietri, importante escritor venezolano, quien vivió parte de su juventud aquí, la describió como un “sitio es muy bonito. Esos valles son preciosos”, en una entrevista. “Ahí está La Victoria que era más ciudad y, sin embargo, la gente prefería a Maracay”, recordó.

Finalmente, solo queda celebrar la hermosa ciudad que no ha perdido su esencia y honrarla. “Solo podemos decir para concluir ¡Feliz Día Maracay!”, expresó Oldman Botello, cronista de nuestra ciudad.

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