Escenas violentas como la del hombre derribado por la policía y cuya cabeza comenzó a sangrar , engendraron más violencia en Buffalo , en el estado de Nueva York. A raíz de las protestas tras la muerte de George Floyd , varias arterias de esa ciudad fueron vandalizadas. Pero la acción de un joven de 18 años fue ejemplificadora en ese contexto. Y le valió una recompensa que nunca olvidará.
Por: La Nación
El reloj marcaba las 2 am y, desde su casa, Antonio Gwynn (18) vio como en un espiral de violencia, en enfrentamientos entre manifestantes y policías, parte del vecindario iba quedando destruido. Pero lejos de adoptar una postura pasiva, este estudiante de la escuela técnica decidió hacer algo. “Me causaba mucho enojo ver cómo estaban destruyendo la ciudad, que puede ser hermosa. Compré bolsas de residuos, tomé mi escoba y la pala. Estaba solo y comencé por la avenida, para ver qué cosas habían destruido”, relató Gwynn a la señal local de televisión WKBW .
La avenida de la que habla es la Bailey Avenue, una importante arteria que recorre Buffalo de sur a norte. En soledad, primero, en compañía, después, el joven de 18 años estuvo haciendo tareas de limpieza por más de ocho horas, hasta bien llegada la mañana.
Todo el trabajo que Gwynn realizó tuvo mucha repercusión en la comunidad donde vive. Una repercusión que combina solidaridad y una sorpresa aún mayor. Matt Block vio la historia de Gwynn en la televisión y decidió regalarle su Mustang rojo de 2004. Si bien era el auto que más había querido desde que era un niño, Block reconoció que sabía que el chico de 18 años lo valoraría.
Pero lo que Block no sabía era que ese modelo tendría un valor simbólico para Gwynn, algo que va más allá del interés del que el joven estudiante había demostrado por el modelo en grupos de Facebook. En 2018, la madre de Gwynn falleció. Y, por aquel entonces, la señora conducía un Mustang rojo.
Con el automóvil otorgado, la “cadena de favores” no se de tuvo allí. El productor de seguros Bob Briceland, que también se enteró de la historia, decidió obsequiarle un año de cobertura para su flamante vehículo. “Sentí que tenía que ayudarlo. Necesitamos ayudarnos los unos a los otros y demostrar que hay mucha gente buena aquí [en Buffalo]”, le dijo Briceland a la televisión local.
Le falta poco para terminar la escuela secundaria y para su futuro, Gwynn quería estudiar administración de empresas para poder montar su propia empresa de servicios de limpieza. Ahora, gracias a una beca de la universidad local Medaille College podrá cumplir su sueño. “Agradezco todo lo que cada uno en la comunidad hace por mí”, aseguró el joven.