La muerte del jefe de Al Qaida en el Magreb Islámico, una persecución que duró dos días

La muerte del jefe de Al Qaida en el Magreb Islámico, una persecución que duró dos días

Una planicie llena de rocas en medio del desierto, un calor sofocante, dos días de persecución mediante fuerzas especiales y helicópteros de combate. El desenlace: la muerte del jefe de Al Qaida en el Magreb Islámico.

Por primera vez, este jueves el ejército francés proporcionó detalles sobre cómo “neutralizó” al hombre, tercer puntal del líder supremo de Al Qaida, Ayman Zawahiri.





Revelada el viernes por la AFP, luego confirmada por la ministra de Defensa, Florence Parly, el abatimiento del argelino Abdelmalek Droukdel es, ante todo, el fruto de un meticuloso trabajo de inteligencia y de una cacería concluida tras una intervención a plena luz del día, a unos 10 km de la frontera con Argelia, al este de la localidad maliense de Tessalit, según una fuente cercana a las operaciones del Estado Mayor de los ejércitos.

Finamente, una quincena de hombres fueron depositados por dos helicópteros de transporte, así como uno de combate Tiger y otro Gazelle (helicóptero polivalente), y un dron de apoyo, explicó ésta durante una conferencia de prensa.

La captura de Droukdel (también llamado Abu Musab Abdel Wadoud) no fue posible. “El objetivo no era forzosamente matar”, aclaró el funcionario. Pero “en combate, los hombres ven guijarros. No saben quién está detrás del fusil”. Añadiendo: “esta clase de individuo no se rinde”.

– Combate “a corta distancia” –

El ejército no detalla cómo tuvo lugar el enfrentamiento, limitándose a describir combates “a corta distancia”.

Algunas imágenes brindadas a los periodistas (sin precisar los momentos del combate a las que corresponden) muestran un vehículo 4X4 detenido en medio de una zona desértica plagada de rocas, al abrigo de las cuales probablemente el yihadista quiso vivaquear.

Se ven algunos puntos negros en la pantalla: un yihadista que huye, efectivos de las fuerzas especiales que se despliegan y, más tarde, regresan hacia uno de los aparatos con su prisionero, el único en haberse rendido.

La cacería habrá durado unas 48 horas en total. “Hacía dos días que sabíamos que había un objetivo de interés en la región. Después, todo fue un trabajo de apoyo recíproco, entre las diferentes fuentes de inteligencia”.

Los grados, nombres, apodos de los objetivos van llegando gradualmente. “Poco a poco se va revelando la información, es como una construcción”, señaló el funcionario, sin revelar el origen de las indagaciones, aunque confirmó el apoyo de Estados Unidos.

Una vez el objetivo identificado y localizado, el operativo “se realizó durante el día”, en Malí norte, ya en plena temporada de lluvias. Condiciones que ralentizan el avance de los hombres, a rastras por el suelo, y hacen que las imágenes se vuelvan más difíciles de interpretar.

– “Senderistas de la clandestinidad” –

El funcionario elogió al respecto la eficacia operativa de la “dupla tierra-aire”, en “ambos casos senderistas de la clandestinidad”, soldados capaces de desplegarse durante tres semanas, con “45 grados de temperatura” ambiente.

Con pocas esperanzas de poder refrescarse mientras duermen bajo las estrellas; o sea, en términos militares: “en condiciones extremadamente rústicas”.

Además del prisionero, entregado a las autoridades malienses tras ser interrogado por las fuerzas francesas, los soldados incautaron datos digitales importantes (móviles y tarjetas, computadoras). Su análisis podrá ayudar a determinar lo que Droukdel, por lo general muy discreto, hacía en la región.

Durante algún tiempo, duros combates han enfrentado a los grupos afiliados a Al Qaida con los del Estado Islámico en el Gran Sáhara (EIGS). Choques “violentas” con “bajas en ambas partes”, según la fuente francesa.

¿La presencia de Droukdel tendría alguna conexión? “Es un verdadero interrogante”, precisó, a la espera de que el análisis de los datos ayude a elucidarlo.

En enero, el EIGS fue señalado como el enemigo número uno de la fuerza antiyihadista Barkhane y sus aliados del G5 Sahel (Mauritania, Chad, Malí, Níger y Burkina Faso). Pero fue un líder de Al Qaida quien fue abatido.

“El hecho de que actualmente hayamos concentrado a un determinado número de nuestras fuerzas sobre la amenaza más violenta y urgente, para nada nos ha desviado del control de otros grupos”, se insistió en el estado mayor.

Una vez la operación finalizada, las fuerzas especiales “aplicaron las normas de los conflictos armados: se enterró a los combatientes enemigos en el lugar”. En cuanto al prisionero, “responderá por sus actos ante la justicia”. AFP