Los científicos de Virginia Tech resuelven el misterio de cómo se mueven las serpientes voladoras

Los científicos de Virginia Tech resuelven el misterio de cómo se mueven las serpientes voladoras

Las serpientes voladoras pueden ondular sus cuerpos mientras se deslizan por el aire, y esos movimientos únicos les permiten tomar vuelo, descubrieron los científicos.

Por NYPost





Estas serpientes, como Chrysopelea paradisi, también conocida como la serpiente del árbol del paraíso, tienden a residir en los árboles del sur y sudeste de Asia. Mientras están allí, se mueven a lo largo de las ramas de los árboles y, a veces, para alcanzar otro árbol, se lanzan al aire y se deslizan en ángulo.

Para su investigación publicada en la revista Nature Physics , los científicos de Virginia Tech colocaron etiquetas de captura de movimiento en siete serpientes y las filmaron con cámaras de alta velocidad mientras las serpientes volaban a través de un teatro de cuatro pisos de altura.

Jack Socha, profesor en el departamento de ingeniería biomédica y mecánica de Virginia Tech que ha estudiado estas serpientes durante más de 20 años, trabajó con sus colegas para construir un modelo 3D después de medir más de 100 deslizamientos de serpientes vivas.

Su modelo tiene en cuenta las frecuencias de ondas ondulantes, su dirección, las fuerzas que actúan sobre el cuerpo y la distribución de masa. Con él, los investigadores han realizado experimentos virtuales para investigar la ondulación aérea.

“En todos estos años, creo que he visto cerca de mil deslizamientos”, dijo Socha en un comunicado. “Todavía es sorprendente verlo cada vez. Al verlo en persona, hay algo un poco diferente al respecto. Todavía es impactante. ¿Qué está haciendo exactamente este animal? Poder responder las preguntas que he tenido desde que era un estudiante graduado, muchos, muchos años después, es increíblemente satisfactorio ”.

En un conjunto de experimentos que tenían como objetivo discernir por qué la ondulación era parte de cada planeo, simularon lo que sucedería si no fuera así. Lo hicieron apagándolo. Cuando su serpiente virtual no podía ondular en el aire, su cuerpo caería.

Esa prueba, combinada con deslizamientos simulados que mantuvieron el movimiento en marcha, confirmó su hipótesis: que la ondulación aérea mejora la estabilidad rotacional en las serpientes voladoras.

“Este trabajo demuestra que la ondulación aérea en las serpientes cumple una función diferente a los usos conocidos de la ondulación en otros animales, y sugiere una nueva plantilla de control para los robots voladores dinámicos”, concluyen los científicos en el resumen de su artículo.