Carlos Millán: La pandemia de autoritarismos latinoamericanos

El mundo no estaba preparado para una pandemia y latinoamérica mucho menos. Antes de que estallara el brote de coronavirus, ya habían implosionado distintas crisis políticas y sociales en nuestra región; países democráticos habían tenido fuertes tensiones y en los países autoritarios se profundizaban las violaciones sistemáticas de Derechos Humanos.

En Chile se dio el estallido social producto de problemas estructurales y detonado por el aumento del precio del pasaje, en Ecuador se vivieron fuertes protestas por el aumento de la gasolina, en Colombia también se vivieron episodios de protestas y violencia, en Bolivia salía del poder Evo Morales y en Venezuela el régimen de Nicolás Maduro sufría una fuerte crisis de legitimidad internacional y era puesto en jaque por la Asamblea Nacional. Todas las crisis quedaron en un plano distinto cuando llegó el coronavirus aunque la batalla del plano político comenzó a girar en torno a la pandemia.

Ha habido prácticas contrarias al sistema democrático, por un lado tenemos a Nicolás Maduro que ha aprovechado la crisis generada por la pandemia para la persecución de los sectores demócratas, encarcelamiento de presos políticos, incitación al odio contra las personas que producto de la crisis han buscado retornar a Venezuela acusándolos de “armas biológicas”, la judicialización de los partidos políticos colocando “directivas” a su medida pero por otro lado tenemos a Nayib Bukele en El Salvador que tomó el congreso junto a militares y a Jeanine Áñez que suspendió indefinidamente las elecciones presidenciales. Ningún país está a salvo del autoritarismo.





¿Están nuestras democracias amenazadas por el COVID 19?

El coronavirus ha permitido medidas extraordinarias que se han traducido en una tentación por parte de los autoritarios para cercenar las libertades, violentar los Derechos Humanos y atentar contra el sistema democrático, también ha provocado una crisis económica de la cual desconocemos sus proporciones, pero que según el cálculo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) establece que la pandemia había provocado un retroceso de diez años en el Producto Interno Bruto latinoamericano. Los países más afectados serían Venezuela, Perú y Argentina.

Las crisis económicas son territorio fértil para regímenes populistas con vocación autoritaria de ambos lados del espectro político, también las crisis económicas hacen que se visibilicen aún más los conflictos sociales.

La clave es generar alianzas en favor del sistema democrático, que los gobiernos realicen políticas públicas equilibradas que busquen fortalecer los sistemas de salud, colaboren con los sectores más vulnerables y que se de progresivamente la reactivación económica, nada de esto será fácil, se necesitarán los mejores técnicos, transparencia y buena política. Solo así podremos salir bien parados de la crisis, reconstruir las democracias donde imperan regímenes autoritarios y consolidar y refrescar las ya existentes.

Carlos Millán.

Politólogo y Abogado venezolano.