Estudiantes habrían sido testigo de un homicidio en plena clase virtual

Estudiantes habrían sido testigo de un homicidio en plena clase virtual

Cortesía

 

 

Mario Stokes, de 45 años, mató de dos tiros en la cabeza a su propia hermana, de 52. Además de la crudeza de lo sucedido, el hecho se dio a conocer porque los disparos ocurrieron cuando un niño, quien se encontraba donde pasó todo (una casa en el condado de Milwaukee, en Wisconsin), estaba en plena clase virtual.





Por: El Tiempo
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Además del menor, los tiros fueron oídos por los demás asistentes a la reunión digital, incluido el profesor.

La noticia fue divulgada por varios medios del estado de Wisconsin, en Estados Unidos.

Los hechos

Al oír los disparos, el profesor decidió llamar al 911 para reportar la emergencia, según la revista ‘Newsweek’. Sin embargo, no se conoce qué sucedió con la clase después de esto.

Cuando las autoridades llegaron al domicilio, otra hermana de la víctima y el victimario les contó que había oído los disparos y luego vio al presunto homicida caminar en frente de la casa.

“Voy a entregarme a la Policía”, le habría respondido cuando le pregunto a dónde iba, relató el canal de televisión ‘Wbal-TV’.

En efecto, y antes de que fuera capturado, Stokes se entregó en una comisaría del sector

“Mi hermana no existe más (…) Usé una pistola calibre .380”, dijo Stokes en su confesión.

Según la denuncia oficial hecha por el Condado de Milwaukee, luego de la escabrosa revelación el hombre fue arrestado y los investigadores se dirigieron a la casa donde encontraron, además del cuerpo de la víctima, un arma de fuego y varios casquillos usados en la cocina y el comedor.

La otra hermana que fue testigo les contó a los investigadores que el día anterior sus hermanos habían discutido y, en “la mañana del homicidio, él todavía estaba enojado”.

Mario Stokes ya había enfrentado un juicio. En 2014, fue acusado de conducta desordenada y de portar el arma sin salvoconducto. Por ambos cargos fue absuelto, ya que se dictaminó que sufría de una enfermedad mental.

Esta vez, podría enfrentaría una pena de hasta 60 años por homicidio en primer grado.

Sobre el menor que se encontraba en el lugar de los hechos no se ha dado a conocer su identidad, ni por qué estaba allí ni cuál es su estado o su paradero actual.