La primera materia del años escolar en Venezuela es la improvisación

Fotografía del 15 de abril del 2020 donde se observan las instalaciones de un colegio vacío sin alumnos de la red “Fe y Alegría”, en Caracas (Venezuela). EFE/ MIGUEL GUTIERREZ

 

Tan sólo 72 horas han transcurrido desde que empezó el año escolar 2020-2021 el cual ha sido calificado de improvisado, pues docentes, estudiantes y representantes siguen con más dudas que certezas sobre cómo será la nueva modalidad de estudio por la pandemia.

Por Ana Uzcátegui | LA PRENSA DE LARA





Según informó Nicolás Maduro el 15 de septiembre, los alumnos de instituciones públicas recibirán su formación académica a través del canal del Estado Vive TV, y a partir del 5 de octubre los planteles se abrirán para recibir a niños con sus representantes que ameriten orientación pedagógica. Sin embargo la ligereza del anuncio prendió las alarmas del Colegio de Profesores de Venezuela, quienes denunciaron que la educación no puede ser manejada como “un experimento”, tras considerar que no están dadas las condiciones para comenzar clases cuando hay fallas en los servicios públicos, un crecimiento exponencial de la pandemia y con docentes y alumnos en situación de pobreza extrema.

Euribíades Verdú, presidente del Colegio de Profesores de Venezuela, reiteró que a la fecha, ningún maestro del país ha recibido una planificación del Ministerio de Educación ni de las zonas educativas de cada estado para saber en qué horarios van a ser transmitidas las clases por Vive TV, ni tampoco orientaciones sobre la manera en que harán las evaluaciones. Comentó que federaciones de maestros han ido a la sede del Ministerio en Caracas para reclamar información, pero permanece cerrada.

“En la cadena presidencial se dijo que los alumnos iban a asistir a las escuelas por una especie de asesoría, y que los docentes debían estar en los planteles en la semana de flexibilización de la cuarentena, pero ¿cómo va el maestro a la escuela cuando ni siquiera hay gasolina?, y amén de los pasajes que han triplicado su valor. Con unos salarios tan miserables es imposible costear el transporte público”, exclamó.

Advirtió que el año escolar que cerró en junio, arrojó saldos lamentables, pues en escuelas y liceos públicos sólo se impartió el 40% del programa educativo, las clases formales se dieron hasta el 12 de marzo cuando el gobierno decretó el cierre de planteles por la aparición de los primeros casos de COVID 19, de ahí en adelante Euribíades Verdú asegura que la formación online resultó ser un total “fracaso”.

“Lo que se debe hacer en este momento es retomar los objetivos académicos que se dejaron de dictar el año escolar pasado, porque quedó mucha información en el aire, cuando la orden del Ministerio de Educación fue aprobar la continuidad a las promociones sin reprobar a nadie”, indicó.

Sostiene que si ahora el gobierno ha creado un programa de teleclases, es porque está admitiendo que con los niveles de pobreza en la que están docentes y alumnos, el envío de asignaciones académicas se hacía imposible a través de computadoras o celulares. Pero cree que ahora los niños en sus casas deberán luchar contra los cortes eléctricos para poder formarse.

Temen que los contenidos impartidos por un grupo maestros adeptos al gobierno a través de las teleclases se manipulen ideológicamente. “La educación por televisión está bien para niños de preescolar, no para alumnos de cuarto grado en adelante donde hay contenidos de ciencias naturales, ni mucho menos en la educación media y diversificada donde se cursa Física, Química y Matemáticas” acotó.

Materias como la Historia, Formación Moral o Cívica son contenidos que fácilmente pueden ser manipulables, “Las clases sociales son las que están propensas a ser politizadas, porque ya la Colección Bicentenaria tiene muchos detalles de visiones distintas a la realidad, y eso se ha denunciado varias veces. Se han hecho estudios serios sobre libros de la Encicopledia Bicentenaria que tiene muchos puntos de vista que son del gobierno”, alertó.