Balas y pánico: Grupos rebeldes atacan la capital de República Centroafricana

Personas que huyeron de la violenta rebelión en República Centroafricana (RCA) esperan su proceso de identificación en la ciudad fronteriza de Garoua Boulai, Camerún. 7 de enero de 2021. REUTERS/Joel Kouam

 

Fuerzas rebeldes atacaron la capital de la República Centroafricana a primera hora del miércoles, pero fueron repelidas por los cuerpos de seguridad del presidente Faustin-Archange Touadera y por tropas de paz de Naciones Unidas, según las autoridades, en la escalada de un conflicto electoral.

Con la ayuda de tropas recién llegadas de Rusia y Ruanda, el ejército de la República Centroafricana ha estado luchando contra grupos que tratan de anular una votación del 27 de diciembre en la que Touadera fue declarado vencedor a pesar de las denuncias de fraude.





“Los atacantes que vinieron en gran número para tomar Bangui han sido rechazados enérgicamente”, dijo el primer ministro Firmin Ngrebada en un mensaje en Facebook.

Un testigo de Reuters oyó explosiones y más tarde vio helicópteros sobrevolando la zona, después de que los rebeldes atacaran varios puntos del extrarradio, incluyendo el norte de la ciudad.

La misión de mantenimiento de la paz de Naciones Unidas, compuesta por 10.000 personas, dijo que uno de sus soldados había muerto.

Sin embargo, la ciudad parecía tranquila después de las 0800 GMT, y las fuerzas de seguridad patrullaban y controlaban los puestos de control.

Una fuente de la ONU dijo que alrededor de 200 rebeldes habían participado en el ataque y permanecían cerca de la ciudad. Anteriormente habían atacado pueblos cercanos de la antigua colonia francesa.

 

MILES DE REFUGIADOS

Los rebeldes habían intentado tomar una comisaría de policía en el distrito norteño de PK12 antes de ser rechazados, según la fuente de Naciones Unidas, que dijo que tres soldados de la República Centroafricana estaban heridos.

Naciones Unidas dice que el expresidente Francois Bozize está apoyando a los rebeldes, pero Bozize no ha hecho comentarios al respecto.

La nación, rica en oro y diamantes y con una población de 4,7 millones de habitantes, ha sufrido brotes de violencia desde que Bozize fuera derrocado en 2013.

El último estallido ha obligado a más de 30.000 personas más a huir a países vecinos y ha provocado escasez de alimentos y un aumento de los precios.

Reuters