Luis Barragán: Vacunócratas de vanguardia

Luis Barragán: Vacunócratas de vanguardia

Luis Barragán @LuisBarraganJ

El pronóstico frecuente refiere a las guerras por agua, en reemplazo del petróleo, con olvido de los fármacos. Ni siquiera en tiempos de pandemia, adquiere suficiente relieve e importancia astrológica la investigación científica aplicada y sus más variados productos para prevenir y remediar cualesquiera enfermedades de cara a los conflictos futuros.

Y es que tampoco sobresale la diferencia entre los países que cuentan con confiables sectores académicos y empresariales que sintonizan con un Estado más responsable, y aquellos que sufren de sendos regímenes capaces de improvisar y de exportar sus vacunas a la vez que les son negadas a las poblaciones que los sufren, en un contexto de tiranía. Pasa inadvertida toda una geopolítica de la salud que tiene en los laboratorios una extraordinaria y antes impensada trinchera, escasos los generales y mariscales de campo cuyo armamento principal es el estetoscopio. Sin embargo, los venezolanos sufrimos la adicional guerra de los fármacos, como si no fuese suficiente con la represión, la censura y la hiperinflación.

El madurato tiene por empeño monopolizar el anuncio reiterado de una vacunación incumplida, trayéndola y aplicándola efectivamente sólo a los suyos, pero – valga subrayarlo – tampoco a todos los suyos. La opinión pública debe resignarse a pedirla, al menos bolivarianamente, vedada toda polémica sobre la calidad de las aplicaciones consideradas, por muy médicos y farmacéuticos que fueren los opinantes.





Cual ley orgánica constitucional (Escarrá dixit) de gravitación universal, el socialismo es el único benefactor de una sociedad agradecida. Versamos en torno a un principio dolorosamente originado con el deslave varguense de 1999, sobrando aún el más modesto gesto ajeno de solidaridad, ya que la prioridad fue el proceso político referendario y el exacto propósito de sojuzgamiento, jamás alterado. Luego, la pandemia adquiere otros bemoles en estas latitudes.

Quizá el soldado del futuro sea el creador y portador del fármaco, cuya negación será más poderosa que el empleo de la pólvora. Adelantándose, los vacunócratas del presente pontifican una y otra vez, dándole otra connotación mesiánica al chavismo profesado, al mismo tiempo que mienten sobre el “bloqueo” de los urgidos medicamentos.