Shenita Russie , de 42 años, terapeuta respiratoria móvil de Little Rock, Arkansas, contrajo el virus mientras trabajaba en Boston al comienzo de la pandemia. Ella se enfermó y estuvo en coma inducido médicamente durante un mes.
Por: thegrio
Desde entonces, regresó a casa y recibió facturas muy caras por su tratamiento, y le dijo a una estación de noticias local: “¿Las facturas? Ellos son increibles. Quiero decir que fue cerca de un millón de dólares solo por lo enfermo que estaba con el soporte vital “.
Russie dijo que compartió su historia con THV11 porque se enfermó antes de que hubiera una vacuna disponible, y advirtió a los demás que se vacunen para que no se enfermen y terminen con facturas exorbitantes. Los expertos han calculado que el costo de la estadía hospitalaria promedio para las personas que están hospitalizadas con COVID-19 es de más de $ 25,000.
La madre de tres hijos dijo al medio de comunicación que todavía tiene problemas respiratorios y que a veces tiene que caminar con un bastón. Dijo que tuvo que volver a aprender a caminar.
La compensación para trabajadores ha ayudado a Russie con la cobertura médica, pero aún enfrenta facturas trascendentales de la Universidad de Arkansas para Ciencias Médicas y Salud Bautista por su tratamiento y cuidados posteriores.
Una encuesta reciente del Commonwealth Fund muestra que las facturas médicas y las deudas están aumentando para los pacientes con COVID-19 y otros estadounidenses que tenían facturas médicas anteriores. “Sufrieron calificaciones crediticias arruinadas. No podían pagar las necesidades básicas de la vida como la comida, la calefacción o el alquiler ”, dijo la autora principal, la Dra. Sara Collins , vicepresidenta de Commonwealth Fund para la cobertura y el acceso a la atención médica.
En cuanto a Russie, todavía se está recuperando y luchando contra los efectos del “COVID prolongado”. Dijo que desde entonces la experiencia le ha causado trastorno de estrés postraumático y depresión severa, y que todavía no ha podido regresar al trabajo.