Luis Barragán: El sainete de Miranda

Luis Barragán: El sainete de Miranda

Luis Barragán @LuisBarraganJ

La pretendida oposición en el estado Miranda, ha escenificado recientemente un sainete de mal gusto. Dijo acordarse para la selección definitiva del abanderado, o uno de sus abanderados, pero los pactantes incurrieron en una mutua deslealtad hasta que uno de ellos, algo conmovido, renunció a la candidatura para la gobernación. Sin embargo, el CNE, en las consabidas manos del oficialismo, juega con el renunciante al que, finalmente, podrá ridiculizar, contando los “votos” obtenidos, así no fueren válidos.

Valga la digresión, la renuncia a participar en unos comicios, debe significar el inmediato retiro del candidato de todo tarjetón tan electrónico como el resto de la documentación decisiva del proceso, en el curso de las horas, porque las modificaciones no acarrean el costo de los viejos tarjetones y demás documentos impresos. Y, cuando el retiro no se hace efectivo, aún solicitado con la debida antelación, incluso, puede haber alguna responsabilidad penal del funcionario electoral que no actuó diligentemente, exponiendo el prestigio del candidato en retiro, pero – consabido – no hay Estado de Derecho y, menos, unas elecciones tales como universalmente se les entiende, por lo que resulta ocioso conjeturar en torno a la supuesta desaparición de Ocaríz en la escena que exige de un directo representante de Capriles.

El escándalo de la extraña selección de los candidatos rojos, ha sido superado por los abalorios de quienes se postulan como los opositores que no son, por cierto, portadores de abundantes recursos que los delatan. La pléyade de nombres que saben muy bien que no alcanzarán solio ejecutivo o curul parlamentaria alguna, cumple cabalmente el papel asignado en el marco del autoritarismo competitivo, al menos, en los términos originalmente formulados por Levitsky y Way unos cuantos años atrás, tomando aparentemente nuevos bríos en tiempos de la más absoluta decadencia del modelo.





Acaecido en los torneos plebiscitarios del presente siglo, el sorteo es el de las pocas adjudicaciones y no elecciones, que se permitirá el régimen para aparentar los equilibrios que no tiene, aspirando infructuosamente engañar a la comunidad internacional. Sólo la derrota de Rodríguez podría responder a una factura de las mafias que les sería permitida para podarle un poco esa fama de “presidenciable”, cual príncipe de Asturias o de Gales que espera pacientemente su turno; pudiendo hacer lo contrario y no pasaría nada, luce recomendable dejar a los alcaldes metropolitanos, excepto al de Baruta tan “competido” por una oficialista de convincente ropaje de clase media.

Además, en un municipio, como el de Baruta, por ejemplo, donde quebró todo liderazgo político y social de oposición, con honrosas excepciones, porque sólo se escuchó la voz de protesta de Antonio José Vargas Pacheco ante el miedo y el silencio que generó en la comarca el homenaje recibido personalmente por Piedad Córdoba. De una comprobadísima postura opositora, palpable en las memorables protestas ciudadanas que creyó apagar la brutal represión, nada casual ha sido la torpeza y la complicidad de quienes presumen de un talante democrático y opositor que no tienen.