Los alumnos que sean contacto de un compañero positivo de COVID-19 tendrán que someterse a tres pruebas en una semana para poder seguir asistiendo, pero todas podrán ser autotest.
Por infobae.com
El Gobierno francés ha decidido flexibilizar el protocolo sanitario en las escuelas para simplificar las cosas a los padres en caso de que se declare algún positivo y mantener al máximo las clases abiertas a pesar de Ómicron, que es una variante mucho más contagiosa.
Su portavoz, Gabriel Attal, defendió este martes en una entrevista a la emisora de radio Europe 1 el nuevo protocolo para “mantener las escuelas abiertas (…) porque sabemos que es bueno para los niños” y “también bueno para el país”.
“Sabemos que es una solución difícil cuando el virus circula mucho”, pero por eso mismo se ha modificado, señaló Attal.
Los cambios se producen en medio de las protestas de los padres y de la convocatoria por parte de sindicatos de profesores de una huelga para el próximo jueves.
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Niños, con máscaras protectoras, trabajan en un aula del Colegio Jean Renoir Middle School en Boulogne-Billancourt, cerca de París, Francia, 7 de enero de 2022. REUTERS/Yiming Woo
De acuerdo con el nuevo protocolo, los alumnos que sean contacto de un compañero positivo tendrán que hacerse tres test en una semana para poder seguir acudiendo a clase, pero en los tres casos podrán ser autotest.
A diferencia de lo que ocurría hasta ahora, ya no será necesario que el primero de esos test se haga en un laboratorio o en una farmacia, donde los niños -habitualmente acompañados de sus padres- tenían que esperar mucho tiempo dado el colapso que vive el dispositivo de pruebas.
Con la notificación del centro escolar, los padres podrán comprar gratuitamente los autotest en una farmacia y bastará con que entreguen un certificado en el que garanticen que las pruebas de sus hijos han dado negativo para que puedan continuar en clase.
Es decir, que no habrá ninguna verificación por parte de un laboratorio o de una farmacia sobre la realidad de esos negativos.
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Colegio Jean Renoir Middle School en Boulogne-Billancourt, cerca de París, Francia, 7 de enero de 2022. REUTERS/Yiming Woo
Attal se defendió de las acusaciones de algunos sindicatos de profesores, que se quejan de que el nuevo protocolo aumenta el riesgo de propagación del COVID en las escuelas.
Replicó que lo que exigen algunos de esos sindicatos, el cierre desde que se declare un solo caso, supondría en la práctica que tendrían que quedarse en casa muchos más alumnos que ahora.
El portavoz del Ejecutivo hizo notar que en la actualidad hay un 2% de las clases cerradas por el COVID.