Profesores venezolanos, dedicados a la enseñanza y humillados con salarios de hambre

Profesores venezolanos, dedicados a la enseñanza y humillados con salarios de hambre

Profesores universitarios venezolanos no se pueden dedicar exclusivamente a la docencia | Contra Punto

 

 

 

 

La actual -y pésima- situación de Venezuela en cuanto al sistema educativo ha golpeado gravemente a los estudiantes de las distintas etapas, a la infraestructuras escolares y por supuesto a los profesores, que lejos de disfrutar una remuneración digna por tener la obligación de formar al futuro del país, cada vez son más humillados por el régimen chavista.

Por Ana Guaita Barreto / lapatilla.com

Los salarios de hambre a los que son sometidos estos profesionales, definitivamente han traído como consecuencia el abandono de los planteles educativos. Hay historias de docentes que se han dedicado a distintas actividades para conseguir ingresos que les permitan mantener a sus familias dentro de Venezuela y existen otras tantas en las que éstos se han visto en la necesidad de abandonar su tierra natal, sus vidas y sus carreras en busca de oportunidades.

Frente a esta realidad, la legítima Asamblea Nacional fijó posición este martes, primero de febrero en un debate sobre la precaria situación salarial de los profesores universitarios, pues Maduro y sus amigos han dejado claro que “una de las metas que persigue la dictadura es acabar con la educación en todos sus niveles, especialmente a nivel universitario” y así lo denunció la diputada por el estado Mérida, Mildred Carrero.

Profesores en peligro

La parlamentaria fue la primera en tomar la palabra en este debate y manifestó que “recientemente, los merideños, han vivido casos escalofriantes producto de los sueldos y salarios miserables y de muerte que paga el régimen”.

Es que los profesores universitarios venezolanos viven en abandono después de años de enseñanza, y una prueba de ello es la pareja de adultos mayores que tuvo que ser asistida por los bomberos en su apartamento en la ciudad de Mérida, el pasado domingo 23 de enero. Él, un reconocido profesor e investigador universitario de 83 años de edad y más de 50 de experiencia, fue encontrado con un cuadro de deshidratación después de haber permanecido junto al cuerpo de su esposa Isbelia Hernández, de 74 años, abogada y bioanalista, quien falleció de un infarto. Ambos jubilados de la Universidad de Los Andes (ULA), que según el escalafón oficial perciben salarios que rondan 10 dólares al mes, según reseñó el diario Tal Cual.

Pero no solo es en el estado Mérida donde se humilla a estos profesionales de la educación; el gremio se ha pronunciado en toda Venezuela, pues no cuentan con un salario digno que les permita vivir de forma adecuada, ni con una protección social que les garantice una vejez tranquila en el país al que han dedicado años de trabajo y sacrificio.

 

Foto: elimpulso.com

 

“Estupor y angustia se percibe en todos los trabajadores públicos venezolanos, pero entre ellos, los profesores son especialmente vulnerables por el maltrato continuado de todos estos años por parte del régimen de Nicolás Maduro”, señaló el diputado Luis Barragán, quien además recordó que el régimen de Maduro “aborrece la universidad, el conocimiento y la libertad académica, y por eso niega cupo en esta gran o enorme aula abierta que es Venezuela, la que pretenden destruir”.

Universidades en crisis

El diputado Barragán exigió atención a las universidades y democracia en el país y al mismo tiempo enfatizó que “acabar con los salarios y la protección social es una forma de acabar con la conciencia nacional que representan las universidades”.

Son miles los docentes que atraviesan condiciones difíciles gracias a las políticas erradas del chavismo desde su llegada al poder: situaciones que implican desde desnutrición hasta la muerte. Y precisamente frente a esta realidad, el diputado por el estado Monagas, José Medoza manifestó su solidaridad y “palabras de condolencias a la familia Salinas, a Pedro José Salinas quien perdió la vida de nuestra docente universitaria, su esposa Isbelia Hernández”.

Foto: Profesores universitarios protestan para exigir salarios dignos / Cortesía

 

Realidades sin maquillaje

Y la solidaridad no es solo por casos de enfermedades y muertes. Un docente titular cobra 11 dólares que no alcanza para cubrir la canasta básica que supera los 300 dólares en Venezuela. “Esa es la realidad que no admite maquillaje”, sentenció Barragán.

“La precaria situación salarial de los profesores universitarios nos obliga a desenmascarar al ente responsable de la miseria, el hambre y el horror que se vive en el sector universitario, el Ministerios de Educación Superior“, manifestó por su parte la diputada por el estado Vargas, Milagros Eulate.

Quitarle la careta al régimen ha sido una ardua tarea que han llevado a cabo los diputados de la legítima Asamblea Nacional con acciones contundentes, pero la desidia del chavismo y el interés por acabar con lo que queda de Venezuela, ha sido lo primordial para demostrarle al mundo que en el país de las arepas, las playas y mujeres bellas hay algo más que solo eso… Hay una dictadura.

 

 

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